Dudo que sea un secreto que animes con temas sobrenaturales o asociados al ocultismo sean de los primeros a los que echo un ojo con cada nueva temporada, especialmente cuando muestran algo de teatralidad en su puesta en escena o una interesante química entre sus protagonistas, aunque mucho menos le hago asco al ocasional fanservice que puedan tener, no por nada Monogatari Serie sigue siendo de mis eternas favoritas en todas sus formas. Por lo que la obra de la que escribo en esta ocasión dentro del cierre de primavera es una adaptación que a simple vista parecería tener de todo lo que deseo ver en algo que seguir semana a semana, pero por mas fascinante que resulte en sus momentos mas interesantes estamos ante un anime en donde el peso de un gran par de problemas entorpece mas que ayuda la historia que quiere contar... Y no me estoy refiriendo al abundante busto de la protagonista, aun si es probablemente la huella que deje este anime en la memoria colectiva.
Ya sea con su titulo original de Kaii to Otome to Kamikakushi, o su localización internacional como Mysterious Disappearances, nos encontramos con la adaptación animada por el estudio Zero-G del manga homónimo escrito e ilustrado por el artista Nujima que de 2009 a la fecha a recopilado unos 7 volúmenes y continua aun en publicación en la revista digital Yawaraka Spirits de la editorial Shogakukan. Con un total de 12 episodios transmitidos entre abril y junio de 2024, tanto la dirección de este anime como la composición de sus guiones cayo en manos de Tomomi Mochizuki quien con mas de treinta años en la industria a trabajado en todo el tipo de series, mientras tanto el traspaso de los diseños de personajes en sus paginas originales al movimiento en pantalla fue responsabilidad del animador Takuya Tani, mientras la música y banda sonora de la serie se acredita al trabajo del dúo conformado tanto por Kayo Konishi como Yukio Kondō.
La sinopsis para este anime es la siguiente: Sumireko Ogawa en su juventud soñaba con ser una novelista famosa y si bien a publicado algunos títulos, entre bloqueos de escritor y un empleo como asistente en una librería ve su vida adulta como un fracaso. Sin embargo cuando para su veintiochoavo cumpleaños recibe un misterioso libro que comienza a hacerla mas joven, su vida se ve envuelta en el peligroso mundo sobrenatural. Tras ser salvada por su excéntrico colega Ren Adashino de los siniestros efectos secundarios del fenómeno con el que se cruzo, en una búsqueda de inspiración y simple curiosidad por lo oculto, ella vera como antiguos mitos y actuales leyendas urbanas se vuelven cada vez mas comunes en el mundo a su alrededor, mientras acompaña a su joven, irreverente y ocasionalmente misterioso compañero a recolectar las anomalías dejadas por estas historias de fantasmas.
Mezclando en distintas medidas folclor, una entretenida dinámica entre las distintas personalidades de sus protagonistas y un sentido bastante voyerista del fanservice, Kaii to Otome to Kamikakushi es una serie que funciona como una curiosa y a ratos hasta fascinante antología de historias de fantasmas cuando quiere, brillando cuando abraza el factor mas humano tras los fenómenos sobrenaturales o explora el como incluso viejas leyendas viven aun mutando y cambiando formas con los tiempos, que con la globalización historias que pasaron años limitadas a areas especificas ahora pueden ser el miedo que se oculta en cualquier callejón. Lamentablemente lo que le juega en contra es que muchas veces recae en una exposición casi enciclopédica alrededor de sus misterios que resta emoción a la situación que tienen entre manos, que incluso si las personalidades de Sumireko y Ren rebotan de una forma divertida e incluso bastante natural, poco se puede hacer cuando el ritmo de sus escenas se ve interrumpido por algún monologo o dos sobre la identidad de lo que esta pasando, aunque en los instantes que logra capturar horror o alguna otra genuina emoción en sus sucesos me a dejado con ganas de que indagara mas en esa dirección.
A la hora de hablar sobre el como se ve este anime el aspecto fanservicero es algo que no puedo evitar comentar ya que es probablemente lo primero que llamé la atención de quien tenga el mínimo interés en verla, que desde los masivos atributos de su protagonista a una obsesión casi voyerista por ciertos ángulos de cámara el recurso de erotismo es constante al punto de a ratos ser una distracción... aun si cabe mencionar que el anime es ligeramente mas recatado que el manga que esta adaptando. Dejando eso de lado, no es producto de un estudio que me genere grandes expectativas por lo que llegue a mostrar, pero siendo una serie que mayormente se dedica al dialogo y la exposición por sobre la acción, hace lo suficiente con sus colores, movimientos y ocasional estilización como para plasmar las emociones de cada escena. En lo que respecta a la banda sonora tengo que decir que es otro de esos trabajos en donde fuera de los temas de entrada y cierre, poco encuentro como para escuchar por separado del show, resultando funcionales al tratar de mantener las emociones de sus episodios. Y en lo que hablo de opening y ending, sirviendo de entrada tenemos "Hazard Symbol" de la joven cantante de 16 años Yuyu el cual es facilmente mi parte favorita de la serie, mientras el cierre es "Akaku Somete Shinzou" el single debut de Obuchi Nonoka.
Como decía en el primer párrafo de esta entrada, en papel Kaii to Otome to Kamikakushi tenia todos los ingredientes para que fuera una de mis series favoritas en esta temporada de primavera, que misterios sobrenaturales, personajes con química y algo de fanservice son cosas a las que difícilmente les digo no, pero entre otras sorpresas mucho mas interesantes y que irónicamente esta es una historia de fantasma que a ratos carece de espíritu, no resulto mas que una distracción con la que pasar el rato. Como tal, puedo recomendar que le den una oportunidad si no tienen nada mejor que hacer ya que tiene una que otra idea curiosa aun si su exposición interrumpe el ritmo de la historia, aunque honestamente si están buscando horror o fanservice preferiría invitarlos a algo como Dark Gathering o Mieruko-chan.
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