Basada en el manga homónimo escrito e ilustrado por Sōichirō Yamamoto que fue nominado al décimo Manga Taishō Award en 2017, esta obra cuenta con un total de 10 volúmenes recopilatorios y continua en publicación. Karakai Jōzu no Takagi-san o también llamada como La maestra de las bromas Takagi-san es una serie de comedia romántica bastante inocente que cuenta con dos temporadas de 12 episodios cada una (más un ova) producidas por el estudio Shin-Ei Animation entre 2018 y 2019. Ambas temporadas contaron con la dirección de Hiroaki Akagi, guiones por parte de Michiko Yokote y un diseño de personaje a mano de Aya Takano, sin olvidar como los protagonistas reciben sus voces de los siempre populares Yuki Kaji y Rie Takahashi.
La sinopsis para esta serie es la siguiente: Nishikata es un estudiante normal con una vida tranquila, sin embargo día a día su compañera Takagi decide jugarle bromas. Lamentablemente para él cada vez que intenta jugarle alguna travesura para devolverle el favor de sus usuales bromas, estas terminan en su contra ya que parece que ella lo comprende demasiado bien. Así que sus días siguen la misma rutina en donde ambos se juegan bromas, o al menos lo intentan, pasando tiempo juntos de esta manera.
Por la breve sinopsis creo que pueden notar como esta es una serie sencilla, sin muchas más aspiraciones aparte de ofrecer un inocente romance que siguiendo una línea recta lleva a sus dos protagonistas desde la amistad al eventual matrimonio, a un paso lento pero repleto de dulces e idealizados momentos. Es cierto que por su naturaleza formulaica puede que el concepto en papel pueda parecer repetitivo (y honestamente la primera temporada sufre de esto a gran manera si deciden verla en solo una sentada, aunque ya la segunda ofrece algo mucho más cuidado con sus ritmos), pero conforme se avanza y la línea entre sus bromas y sus verdaderos sentimientos se vuelve difusa, estamos ante una serie reconfortante en su ingenua dulzura. No hay mayores dramas o complicaciones en esta obra que solo busca dejarte con una boba sonrisa en el rostro.
Por la breve sinopsis creo que pueden notar como esta es una serie sencilla, sin muchas más aspiraciones aparte de ofrecer un inocente romance que siguiendo una línea recta lleva a sus dos protagonistas desde la amistad al eventual matrimonio, a un paso lento pero repleto de dulces e idealizados momentos. Es cierto que por su naturaleza formulaica puede que el concepto en papel pueda parecer repetitivo (y honestamente la primera temporada sufre de esto a gran manera si deciden verla en solo una sentada, aunque ya la segunda ofrece algo mucho más cuidado con sus ritmos), pero conforme se avanza y la línea entre sus bromas y sus verdaderos sentimientos se vuelve difusa, estamos ante una serie reconfortante en su ingenua dulzura. No hay mayores dramas o complicaciones en esta obra que solo busca dejarte con una boba sonrisa en el rostro.
En lo que respecta al trabajo técnico de la serie, tenemos un aspecto visual que aunque no sea una maravilla es más que decente. Capturando la escenografía de la isla de Shōdoshima (pueblo natal de Shouichiro Yamamoto, al cual le gusta referenciar en sus obras) con un simple, pero sólido trabajo de colores y luces estamos con una serie de fondos que ambientan bien las escenas pero no distraen de los personajes. Siguiendo con los personajes, el diseño del anime captura el estilo particular de Yamamoto con sus enormes frentes que ya parecen ser un signo de identificación de sus trabajos. En general aun si no es algo que destaque de inmediato como un espectaculo, ofrece mas que suficiente.
Ya en lo que respecta al apartado del sonido estamos ante una banda sonora más que decente para la ligera comedia que es esta serie, orquestalmente es una serie de melodías de viento y cuerdas tranquilo y relajante, que sin robarse el show coloca al publico en el estado mental de aceptar lo simple de la serie. En lo que respecta a openings la serie cuenta con "Iwanai kedo ne" y "Zero Centimeter", ambos de la cantautora Yuiko Oohara para la primera y segunda temporada respectivamente. Mientras tanto que en lo que se refiere a temas de cierre se nos viene la lista larga de temas interpretados por Rie Takahashi con "Kimagure Romantic", "AM11:00", "Jitensha", "Kaze Fukeba Koi", "Chiisana Koi no Uta", "Ai Uta" y "Deatta Koro no You ni" como los ocho ejemplos de la primera temporada. Por su parte la segunda temporada cuenta nuevamente con ocho endings interpretados por la seiyuu Rie Takahashi en su papel de Takagi siendo estos temas "Kanade", "Konayuki", "Kiseki", "Arigatou", "STARS", "Anata ni", "Iwanai kedo ne" y "Yasashii Kimochi".
Ya en lo que respecta al apartado del sonido estamos ante una banda sonora más que decente para la ligera comedia que es esta serie, orquestalmente es una serie de melodías de viento y cuerdas tranquilo y relajante, que sin robarse el show coloca al publico en el estado mental de aceptar lo simple de la serie. En lo que respecta a openings la serie cuenta con "Iwanai kedo ne" y "Zero Centimeter", ambos de la cantautora Yuiko Oohara para la primera y segunda temporada respectivamente. Mientras tanto que en lo que se refiere a temas de cierre se nos viene la lista larga de temas interpretados por Rie Takahashi con "Kimagure Romantic", "AM11:00", "Jitensha", "Kaze Fukeba Koi", "Chiisana Koi no Uta", "Ai Uta" y "Deatta Koro no You ni" como los ocho ejemplos de la primera temporada. Por su parte la segunda temporada cuenta nuevamente con ocho endings interpretados por la seiyuu Rie Takahashi en su papel de Takagi siendo estos temas "Kanade", "Konayuki", "Kiseki", "Arigatou", "STARS", "Anata ni", "Iwanai kedo ne" y "Yasashii Kimochi".
Al final del día esta es una serie bastante linda, aunque su naturaleza formulaica puede hacer que algunas personas se cansen rápidamente de ella. Sin embargo el enfoque infantil e ingenuo del primer amor que trata esta serie es algo agradable de observar cuando normalmente uno suele encontrar más drama o fanservice en las comedias románticas, estamos ante una serie que aunque inicia simple y algo repetitiva, conforme avanza con cada episodio logra no solo desarrollar el vinculo entre sus personajes, si no que un vinculo con el espectador. No es para todos los gustos, pero quizás sí sea algo que valga la pena probar este San Valentín.
Buenas Ruben. Honestamente vi los primeros episodios y sin dudas es una serie que sabe ser adorable aunque su planteamiento,como bien comentas puede tornarse repetitívo y uno queda con la idea de que nada avanza en realidad. Aún asi considero que es recomendable. Un saludo cordial
ResponderBorrarEsta es de esas series que consumir de a poco, que si no cansa. Pero de que se disfruta, se disfruta.
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