lunes, 29 de noviembre de 2021

Reseña: Heike Monogatari.

A medio camino entre la épica de una epopeya y la lamentación de una elegía, la historia del Heike es una clásica pieza de literatura Japonesa. Siendo un equivalente cultural similar a la Ilíada de Homero para el país del sol naciente, este poema del siglo XIII sobre el ascenso y posterior caída del clan Taira a inspirado diferentes leyendas y obras con el paso de los años desde sus inicios en la tradición oral mediante los monjes ciegos biwa hōshi, pasando con los tiempos a medios escritos, teatrales y audiovisuales que mantienen vivo su legado. La más reciente de estas interpretaciones de este clásico literario viene al mundillo del manga/anime, entregado por un grupo de nombres curiosos cuanto menos al pertenecer al estudio Science Saru, al mismo tiempo que son dirigidos por una directora prodiga a la que cuanto menos hay que tener un ojo en cada uno de sus trabajos por su característica sensibilidad artística.

Volviendo a la escena del anime tras alejarse después de sobrevivir a la tragedia de Kyoani que le costo su vida a treinta y seis personas, Heike Monogatari es el regreso de la directora Naoko Yamada a la industria de la animación, contando con sus viejos colegas, la guionista Reiko Yoshida y el compositor Kensuke Ushio, con quienes trabajo en las famosas películas de Kyoto Animation, Koe no Katachi y Liz and the Blue Bird. Basándose libremente en la traducción y novelización al japonés moderno de Hideo Furukawa en 2016, esta serie con un un total de once episodios producidos por el estudio Science Saru y apoyo del estudio St. Blue (subsidiario de Kyoani) en lo que es pintura y imágenes intermedias, tuvo el diseño de personajes por parte de la mangaka  Fumiko Takano, con Takashi Kojima adaptandolos a las pantallas, mientras  Kazuto Izumita dirigio la fotografia, sin olvidar a Eriko Kimura dirigiendo el sonido. Contando como apoyo externo Yoshihiko Sata fue el responsable de todo el rigor histórico necesario en la obra aun si esta juguetea con lo fantástico, mientras que Yukihiro Gotō fue el responsable de dirigir y afinar todo el uso de los instrumentos conocidos como biwas que acompañan a este relato desde sus orígenes.

La sinopsis de esta historia es la siguiente: El clan Taira o también conocido como el Heike es una de las familias más influyentes en todo Japón, teniendo relación con el mismo emperador y una gran fuerza militar a su disposición para aplastar a quien se oponga. Su orgullo y ambición parecen a  los ojos de los pueblerinos no tener limites, con una joven viajera perdiendo a su padre como castigo tras haber insultado el nombre de este clan. Con un ojo "maldito" que le muestra el futuro que no puede cambiar, esta desafortunada autoproclamada "Biwa" termina llamando la atención de Taira no Shigemori el futuro sucesor del liderazgo del Heike, quien decide invitarla a vivir bajo su protección directa dándole un asiento frente a la inevitable historia puesta en movimiento. Días de paz y gloria llegan a su fin con cambios políticos, intrigas, rebeliones, y un conflicto que teñirá la tierra y las aguas con sangre, mientras el cielo se cubre del humo y cenizas restantes.

Para hablar de la historia del Heike Monogatari de Yamada, creo que lo mejor es que me quite los problemas en un inicio. No es una obra perfecta, siendo sus mayor problema el que no es ni de lejos una forma amigable de acercarse a este clásico. Con sus limitados episodios, si no conoces previamente los eventos que conforman a la original, la velocidad con la que suceden puede hacer que sea difícil comprender lo que pasa o quienes son los personajes en profundidad. Incluso el personaje original presente en esta obra no es mejor tratada, Biwa en su rol de una joven música errante capaz de ver el inevitable futuro que le espera al clan que le a mostrado lo peor y lo mejor de el mismo, es un testigo que a simple vista no hace mucho más que observar el presente. Sin embargo si ya conocen que esperar, o simplemente pueden pasar estas caracterizaciones en apariencia vacías, nos encontramos con una obra que tematicamente es potente incluso al ser un resumen bastante condensado de esta tragedia clásica. Mono no Aware o simplemente la impermanencia de las cosas es el tema de una obra donde la caída de este clan es inevitable, con una Biwa que mantiene vivas sus memorias al revivirlos con las repeticiones de su relato, mientras acepta que todo llego a su inevitable final tal y como sus visiones del futuro le mostraron. Mezclando futuro y pasado en la idea del karma por el que cada una de las persona deben pasar, este es un relato sobre la inevitabilidad en el hecho de que todo un día desaparecerá, donde sus personajes por más consientes de lo que viene carecen del poder para evitar todo, por mas poderoso o glorioso que parezca un día, todo vuelve a la tierra. Yamada es actualmente una de las directoras más sutiles y expresivas en lo que llamamos como "muestra, no cuentes" y con contadas palabras este viaje de once episodios resuena en su narración final inevitablemente con una fuerza emocional como pocas otras. Inicio y final se unen para una experiencia satisfactoria en capturar el tema, pese a no tener el tiempo para capturar más de sus personajes.

Aunque Heike Monogataria sea una épica tragedia sobre tiempos de conflictos y cambios, no esperen que esta sea una obra cruda o bombástica con el espectaculo de sus batallas hasta la muerte. La sutil sensibilidad de Yamada y compañía toma esta elegía con delicadeza para crear un aspecto visual que logra ser una poética presentación para la vista. Con una clara inspiración en la estética artística del arte alrededor de los tiempos en que el Heike existía, esta es una serie que no luce como el usual anime, demostrando una personalidad que la separa de las otras decenas de producción con las que a compartido año y temporada. Los escenarios son enormes y detallados, con una composición que nos demuestra lo pequeño y frágil del ser humano, al mismo tiempo que presenta cierta belleza presente en los cambios constantes, representando enormes matices emocionales de sus personajes a la hora de enfrentarse a su destino. Es cierto que la serie es limitada en su movimiento, pero hace lo justo y necesario con lo que tiene para lucirse. Por su parte, lo que se refiere a la banda sonora que acompaña a este anime, nos encontramos con una orquestalización medida con un mayor uso de melodías e instrumentos tradicionales para la cultura japonesa, siendo la biwa el mayor representativo en la experiencia. Cuerdas y campanadas son los elementos recurrentes que mantienen la tensión y emoción a lo largo de la serie, mientras la narración avanza hacia su conclusión. Siendo temas como boy's own, o the beginning ejemplos de esto. Ya en lo que son el opening y ending tenemos los temas "Hikaru Toki" de la banda femenina Hitsuji Bungaku, y "unified perspective" del compositor agraph feat. ANI, los cuales en un inicio no terminaban de cuadrarme con la experiencia más tradicional del resto de la obra pero finalmente se ganaron mi aprecio y atención.

Heike Monogatari no es perfecta y honestamente para quien quiera usarla como introducción a esta pieza de literatura clásica, solo se encontrara con un bocadillo que deja con ganas de más en lugar de una cena completa que los deje satisfechos. Sin embargo no puedo negar el como disfrute de la serie pese a todo, llegando a quedarme sin aliento durante su bello episodio final que redondea la experiencia. No reemplaza a Liz and the Blue Bird como mi trabajo favorito de Yamada, pero dentro de todo es un buen recordatorio de los aspectos que las destacan en la industria y pese a todo es una experiencia bastante artística que probar. En otro año este seria uno de esos proyectos altamente aclamados, pero para bien o para mal, 2021 a dado mucho anime del que no estar tan indiferente, especialmente ahora que comienza a cerrar su ultimo trimestre y hay que mirar atrás. Por mi parte esperare con curiosidad cualquier posible trabajo de esta directora ahora que a regresado.

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