viernes, 28 de mayo de 2021

Reseña: Fractale.

Este es un año curioso cuanto menos cuando nos ponemos a pensar en la cantidad de series queridas y admiradas que se encuentran celebrando su decimo aniversario. Lamentablemente la serie a la que dedico esta entrada no pertenece a esa categoría, siendo una obra que permitió a su creador ser reconocido como alguien más que solo el creador del Hare Hare Yukai o el sujeto que juro que haría que Kyoani se arrepintiera de despedirlo, pero en el proceso lo condeno a ser conocido como aquel que salvaría el mundo del anime sin importar cuantas veces tenga que retirarse de la industria para demostrarlo. Así que sin explayarme mucho más en los detalles que la rodean toca presentar la experiencia de la serie que mataría el moe y para demostrarlo compitió directamente en el mismo horario que un simple show llamado Madoka Magica, siendo uno de los casos ejemplares de una obra de autor con ambiciones y un ego demasiado grandes  para su propio bien.

Perdón por divagar en temas que considero más interesantes. Fractale es un anime de 11 episodios que perteneció al catalogo del espacio Noitamina entre los meses de enero y marzo del año 2011, siendo una obra original pensada por el colectivo Mandelbrot Engine, el cual fue conformado por el aclamado critico y novelista japonés Hiroki Azuma que construyo la historia base, la guionista Mari Okada que adapto esa historia a un formato animado y el director Yutaka "Yamakan" Yamamoto a cargo de ver que su visión tome forma. Siendo un producto cooperativo de los estudios A-1 Pictures y el pequeño estudio independiente Ordet fundado por el mismo Yamakan, conto con Masako Tashiro en el rol de animador en jefe especialmente adaptando las detalladas ilustraciones de personajes y conceptos del ilustrador Hidari, mientras la música para la serie fue compuesta por Sōhei Shikano y Yōta Tsuruoka dirigió el sonido. Aunque las criticas para la serie en su momento no fueron tan negativas, la fuerte competencia con otros títulos y el terremoto con posterior tsunami que transcurrió en 2011 poco ayudaron a que se le considere una obra exitosa. Pese a todo esto hay un par de spinoff disponibles contando con la novela Fractale/Reloaded de Hiroki Azuma, la cual cuenta una historia totalmente diferente a los eventos del anime. También existe un manga que adapta los eventos del anime con el dibujo de Mutsumi Akasaki en un total de tres volúmenes, sin embargo incluso este manga no se salvo del drama con Yamakan haciendo una rabieta publica por que la dibujante dijo que el anime no era muy interesante que digamos, eventualmente llegando a que Akasaki pidiera disculpas.

La sinopsis para esta serie es la siguiente: La vida de Clain es pacifica en su idílica isla, aunque sus padres y vecinos se encuentren al otro lado del mundo siempre pueden comunicarse mediante sus copias digitales que simulan como si estuvieran todos en un mismo lugar. Esa paz no solo le pertenece a el, si no a todo el mundo desde que el sistema Fractale fue creado para ser el dios que asegure la felicidad de toda la humanidad, solo pidiendo que se cumplan ciertos rituales de oración cada tanto. No obstante el velo de paz sobre los ojos de Clain caerá cuando se encuentre con la misteriosa Phryne herida en un acantilado, siendo esta una sacerdotisa de la iglesia de Fractale que por alguna razón se encuentra a la fuga dejándolo con un extraño medallón tras ayudarla. Cuando ese amuleto se transforma en un avatar digital llamado Nessa, el viaje de estos chicos comenzara sin saber que los llevara a enfrentar las verdades del mundo en el que viven y conocer al dios digital del que la humanidad tanto depende para mantener su falaz felicidad.

Dejando de lado todo el drama externo durante la producción de este anime, esta es una historia que nos presenta un futuro donde la humanidad se a estancado en aparente paz al seguir ciegamente la tecnología y religión que predomina sobre la humanidad, mientras el protagonista es llevado a conocer a rebeldes que quieren recuperar su libertad aun si eso significa que tengan que esforzarse para conseguir sus necesidades básicas, todo esto en un relato que rompe la pacifica inocencia inicial para presentar tanto los peores aspectos humanos como algunas de sus cualidades redimibles. Suena a una premisa interesante en la cual crear una historia de ciencia ficción que debata los méritos de ambas posturas al mismo tiempo que presentara un relato de crecimiento personal que conecte con su publico, lamentable estamos ante una obra que para sus muchas ideas brillantes las desarrolla de una manera superficial con personajes que no mueven la historia, si no que son llevados con poca resistencia a donde el guion los necesita en esta lucha entre un grupo de terroristas que no duda en matar civiles si están en medio de su camino y un culto de fanáticos religiosos que apenas se pueden tomar en serio en sus planes. Por que pese a lo importante que hacen sonar todo realmente nunca explican sus porque como para que me importen. Mientras ese vano conflicto sucede en el fondo el relato principal es una búsqueda de identidad y sentido por parte de sus protagonistas Clain como un joven descubriendo el mundo más allá de los muros de su hogar, Phryne que desea dejar atrás su pasado y Nessa que desconoce su pasado, la tragedia de Fractale es que tiene conceptos interesantes que explorar pero para todo lo que Yamakan prometió de hacer historia realmente no se atreve a hacer algo realmente sorprendente con lo que tiene, limitándose a tener uno que otro cliché como la tsundere que grita pervertido en medio de inesperadas muertes, destrucción e implicaciones de abuso como para mantener las apariencias de que esta intentando demostrar lo que es un anime maduro y no hablemos de las revelaciones del episodio final que se sienten añadidas al ultimo minuto.

En lo que respeta al trabajo técnico debo decir que en un inicio Fractale no luce nada mal con enormes paisajes rurales y en ocasiones detallados escenarios más complejos que pese al paso de los años no luce tan viejo hoy en día, aun si el diseño de personajes puede resultar algo débil comparado con el arte publicitario con el que se le intento promocionar. Aun si intenta tener un diseño no tan habitual al común del anime con todo y narices, no deja de ser irónicamente moe para ser la serie anti-moe sin jugar con esto a tu favor como hicieron otras en su misma temporada, si no que incluso ciertas decisiones estéticas tan simples como el color de pelo de ciertos personajes termina creando un pequeño agujero en la historia cuando era más simple mantener el mismo para todas ellas como en las imágenes promocionales. Sin embargo lo que realmente le juega en contra a esta obra es cierta inconsistencia en su trabajo visual, la cual es especialmente notable conforme se avanza en la serie que pese a la simpleza de sus personajes y movimientos bien producidos cuando están en el foco de la cámara, que se alejen un paso y sus proporciones o rostros desaparecerán.

Mientras tanto en lo que respecta a la banda sonora, debo decir que estamos ante un trabajo funcional pero no particularmente memorable. Agradable de escuchar, lamentablemente es algo repetitiva a ratos o simplemente no termina de encajar con las escenas en las que participan ya sean bombásticas o sutiles. Hay cierto intento de crear una atmosfera que refleje cierto misticismo celta tanto en los escenarios dibujados como en la música, sin embargo no deja de ser una decisión estética y demasiado superficial que realmente no aporta demasiado a la identidad de esta obra. Uno de los mejores representantes de la clase de banda sonora con la que una persona se encontrara es el tema Hiru no Hoshi, pero melodías como Nessa no Waltz o Dias no Prelude son otras buenas opciones para demostrar el contraste tonal existente. Mientras tanto el opening es el tema "Harinezumi" que goza de unas secuencias fractales cual caleidoscopio que es lo más cercano a justificar el titulo de la serie, que la subtrama de clonación hace menos sentido con que mas pienses en ella. Al mismo tiempo los endings son "Down By The Salley Gardens" y "Salley Garden " que resultan ser los temas que más influencia celta o irlandesa reciben en toda la obra, siento tanto el tema de entrada como los de cierre interpretados por la cantante Azuma Hitomi.

Para una serie que se vendió a si misma como una obra maestra que marcaria historia debido al ego de uno de sus creadores, la mayor tragedia de Fractale es que para todas las ideas interesantes que tenia no hace nada original con ellas. No es una mala serie dentro de todo pero resulta algo mediocre o poco imaginativa, con una narración inconsistente que se hace lenta en los momentos más insulsos pero acelera en donde se deberían explorar sus conceptos y una total falta de sutileza con las conveniencias argumentales, esta es una obra que deja mucho que desear. Sufriendo principalmente de un problemas de identidad que sin decidir claramente cual es el foco de central de lo que intenta contar, que deja el espectaculo final solo cubriendo superficialmente sus conceptos de determinismo, destino, libre albedrio y dependencia. Honestamente Yamakan tiene de todos los quien, cuando y donde como para haber construido una historia si no impresionante al menos decente, pero falla a la hora de justificar los porque de todo, especialmente el porque me deberían importar emocionalmente todos sus personajes. El drama alrededor de su producción fue mejor que el producto final, pero eso es algo que se puede decir de mucho de lo que a hecho Yamakan en su carrera la cual no pienso volver a tocar por lo pronto.

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