viernes, 16 de octubre de 2020

Reseña: Paranoia Agent.


La vida moderna es una que conlleva una gran presión sobre cada persona y este año en particular a sido un gran ejemplo de esto, una forma con la que muchos intentan manejar dicha presión es distrayéndonos de los problemas mediante fantasías, ayudando en cierta medida pero cuando se cruza cierta difusa linea individual todo lo que se encuentra en ese escape es una espiral auto-destructiva de la que difícilmente se puede salir. De manos del gran artista que fue Satoshi Kon, la serie a la que le dedico esta entrada explora muchas ideas y temáticas unidas por el tema del como diferentes individuos se enfrentan o sucumben ante la presión de sus vidas, todos unidos por la existencia de un violento agresor que hiere a sus victimas con un bate dorado uniendo realidad y ficción en el proceso de entregar uno de los proyectos más experimentales de un poco convencional director.

Paranoia Agent es un anime original de 13 episodios producidos por el estudio Madhouse que se transmitió por primera vez en televisoras niponas entre febrero y mayo de 2004, mientras en años posteriores fue licenciada a otras zonas del mundo para varios canales que en esa época transmitían anime en televisión. Dirigida por el legendario Satoshi Kon que ya había marcado su particular estilo de dirección en el medio audiovisual con sus trabajos de Perfect Blue, Millennium Actress, y Tokyo Godfathers, contando con los guiones de Seishi Minakami quien eventualmente trabajaría en Paprika junto al director. La banda sonora fue compuesta por Susumu Hirasawa quien es conocido por su ecléctica elección de ritmos que pasan del rock mas experimental a ramas de la electrónica sin nunca estancarse en un solo estilo.

La sinopsis de esta serie es la siguiente: La diseñadora Tsukiko Sagi se encuentra en una tensa situación laboral debido a como sus superiores desean que logre crear otro éxito como la mascota Maromi que a encantado a toda la nación, mientras sus colegas sienten celos de los logros que ven solo como un golpe de suerte. Bajo esta negativa presión a su alrededor ella estando al punto de un quiebre nervioso se vuelve victima de un jovencito que con patines y un bate de color dorado le agrede sin motivo aparente. Los detectives Keiichi Ikari y Mitsuhiro Maniwa son asignados al caso pensando en que seria algo relativamente normal, sin saber que el primer ataque del denominado "Shonen Bat" y sus posteriores intentos de llegar a la verdad tras sus crímenes comenzarían un efecto en cadena donde rumores, histeria y paranoia comenzaran a consumir la realidad alrededor de los protagonistas.


Este texto contendrá spoilers de una serie que recomiendo ver a ciegas, leer bajo su responsabilidad que es de esas obras donde los giros lo cambian todo.

Siendo fruto de múltiples ideas que Satoshi Kon no pudo usar en sus trabajos previos para cine y siendo su debut en tv, Paranoia Agent inicia como un thriller de misterio sobre un misterioso agresor pero la mayoría de sus episodios nos presentan el punto de vista de diversos personajes y los sucesos a su alrededor experimentando diferentes conflictos con un solo punto en común, individuos llevados por diversas razones al punto del quiebre emocional solo para ser victimas del bate dorado. Iniciando con la diseñadora Tsukiko Sagi que gracias a la popularidad de su creación Maromi hace conocido el apodo de su atacante "Shonen Bat" a toda la nación. Diferentes personas se volverán victimas del bate dorado, desde niños acosados por sus congéneres, una mujer con múltiples personalidades, un periodista de pocos escrúpulos, diversos tipos de policías, un grupo de suicidas, señoras adictas a los rumores, entre muchos otras en una historia que conforme pasa los episodios enloquece tras la búsqueda de la identidad del culpable de dichos ataques...

Sin embargo no existe dicho atacante en realidad, Paranoia Agent es una historia que aunque parece sutil en un inicio con el mensaje con el que quiere unir cada una de sus historias individuales, llega en sus últimos episodios con toda la fuerza de un golpe de bate en la cabeza a decir que el escapismo esta mal. Shonen Bat no es una persona, es la manifestación física del deseo de arrojar las culpas y responsabilidades de su vida sobre otro problema, al ser victimas de sus ataques pueden verse como inocentes que no han hecho nada mal como para terminar en la situación en la que fueron atacados. Potenciado por la creencia de la gente en los rumores sobre su existencia su presencia es llamada por cada personaje y aun si no se explora su rol, el como reaccionan otros a lo que el significa construye toda la serie, ademas de que conforme más personas hablan de el y difuminan los limites de su existencia mas letal y monstruoso se vuelve frente a sus victimas. Hablando de las victimas, fuera de sus problemas directos mucho de sus pasados se dejan a interpretación del espectador, esto podría parecer como una salida fácil por tiempo pero hay algo brillante en su ejecución, los únicos personajes cuyo pasado es presentado son aquellos que vencen al Shonen Bat, literalmente aquellos que enfrentan su pasado y dejan de huir de la realidad con la que tienen que vivir pueden mostrar algo más que su presente.

Al mismo tiempo que Shonen Bat representa el victimismo y deseos más auto-destructivos del intento de escape frente al estrés, Satoshi Kon tiene tiempo de sobra en sus 13 episodios para presentarnos otra cara del escapismo en la forma de Maromi, una caricatura de un perro que invita a relajarse que aun si hoy es un mal día mañana puede ser mejor. Maromi no suena a algo negativo y en su totalidad no lo es, pero cuando la gente se aferra a una figura de confort y abandona todo esfuerzo de luchar por su futuro lo único que se esta haciendo es elegir el bienestar en el corto plazo sin comprender que tarde o temprano los problemas acumulados tendrán que ser enfrentados. El deseo por escapar de las responsabilidades que ambos presentan durante la serie nacen de Tsukiko y creciendo en el inconsciente colectivo se vuelve una masa negra que para el final de la serie amenaza con devorar todo Tokio y sus habitantes, la cual no es derrotada hasta que la creadora de esta histeria colectiva acepta la responsabilidad de sus actos pasados y como debe enfrentar el futuro.


La moraleja que Satoshi Kon entrega con la serie es simple y clara, no inventes escusas y encara la realidad, por mas que las ilusiones brinden alivio momentáneo eventual e inevitablemente tienes que tratar con tus problemas. No obstante no es algo idealista donde mágicamente todo se vuelve feliz una vez acaba, al final de la serie solo aquellos personajes que intentaron cambiar han logrado moverse con su vida, pero esa es una lucha individual y la posibilidad de que la humanidad nuevamente cree otro chivo expiatorio como una salida fácil a los problemas es tan presente como al inicio de la serie con escenas que reflejan esto.

Aunque la serie une todas sus historias en su metáfora en contra del escapismo, se permite jugar con otras ideas incluyendo todo un episodio satirizando la naturaleza degolladora de las producciones de anime y sus apretadas fechas de entrada, pero no hay mayor ejemplo de genialidad en estos elementos paralelos que en el episodio titulado "Happy Family Planning". Si bien es uno de los episodios de "relleno" por no avanzar mayormente el misterio de los ataques del Shonen Bat, es una joya del humor negro que con sencillo humor slapstick nos presenta los constantes intentos y fallos de un grupo de suicidas que se conocieron por internet para intentan morir. Es un soplo de aire fresco que da un pequeño respiro en medio del caos de la historia principal, pero centrado en un tema normalmente delicado como lo es el suicidio este episodio demuestra una maestría a la hora de trabajar sus ideas de una manera que no cae en el mal gusto. Aunque el detalle más genial de dicho episodio esta en el irónico giro final que experimentan sus personajes, que al igual que la serie en general invitan a que se le vuelva a dar un visionado para ver el cuidado que hay en los más pequeños detalles de esta obra.


Técnicamente hablando de lo que es el elemento visual, debo decir que entre el como los valores de producción en un proyecto para tv son menores que para los filmes animados y que esta es una obra con más de una década de antigüedad, este es el trabajo de Satoshi Kon que más demuestra el como a sufrido el paso del tiempo. No obstante si pasamos por alto los detalles que la hacen envejecer nos encontramos con todo lo que caracteriza los trabajos de este director. El diseño de personajes y ambientes es mucho más "realista" que las series promedios, pero detalles son exagerados para crear un ambiente familiar al espectador pero con suficientes elementos fuera de lugar como para que se sienta que algo no esta bien incluso en los momentos más normales de la obra, los cuales sea dicho de paso van desapareciendo a favor de locura y experimentación con el medio visual conforme pasen los episodios en un reflejo de como avanza esta historia. Por lo demás, brillantes enfoques de cámara y pequeños detalles ofrecen un espectaculo diferente a lo que se espera del anime más común al ser una obra que busca convenientemente caer en el valle inquietante.

En lo que respecta al aspecto sonoro no se puede negar que Susumu Hirasawa sabe como crear una impresión única para cada una de las obras en que a participado, dando en Paranoia Agent una variedad de melodías que pasan de lo alegre, relajado o mas triste sin abandonar la incomodidad prevaleciente de la historia por como son usadas en el contexto de todos los demás elementos. Confortantes como un dulce sueño o inquietantes como una pesadilla, temas como Gate of ParanoiaJuunichijouTai Touge MousouFocus o Kage demuestran la enorme variedad de emociones que esta obra busca provocar aunque cabe mencionar que esta serie es una obra que no teme los silencios y sabe que la nada puede ser incluso mas aterradora e inquietante que cualquier otro sonido. En lo que respecta a los temas de entrada y cierre estamos ante unas piezas curiosas cuanto menos, siendo ambos compuestos por Susumu Hirasawa mantienen el estilo insidioso de toda la banda sonora, pero tomando en cuenta el horaria nocturno en el que se transmitió por primera vez da un espectaculo como pocos. El opening "Yume no Shima Shinen Kouen/Dream Island Obsessional Park" es un tema repleto de energía para despertar a sus espectadores de medianoche diciendo que no te preocupes vienen días mejores, todo mientras sus personajes ríen mientras el mundo se cae a pedazos a su alrededor. Por su parte el ending es "Shiroi Oka - Maromi no Theme" un tema mayormente instrumental que busca relajarnos y decirnos que es hora de dormir, todo acompañado de imágenes estáticas de los personajes durmiendo en un prado, no obstante el como es animada la secuencia y por el hecho de que sean imágenes estáticas probablemente sientan que algo no cuadra, pues parece que los personajes no se encuentran respirando.


Con temas como suicidios, sexualidad, depresión y otros elementos maduros, esta es una obra que necesita cierto nivel de atención para disfrutar de aquello que intenta presentar. No es particularmente confusa o intelectual como para alejar a la mayor parte de espectadores, solo que no da información importante hasta el mismísimo final. Sin embargo si están dispuestos a entrar en su oscura atmósfera repleta de historias, imágenes y sonidos inquietantes esta es una de esas obras que se deben ver, aunque mucho de su valor dependerá de como sea interpretada por cada individuo. Por mi parte quizás sea la pieza de Satoshi Kon que más demuestra el paso del tiempo, pero su tema y ejecución aun si no alcanzan a ser perfectos nos dan una serie atemporal por sus temas humanos.

2 comentarios:

  1. excelente reseña, planeo verla en cuanto me haga de tiempo

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    1. Espero la disfrutes, que en cierta manera es ideal para estas fechas.

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