Como pasa cada tres meses, llega la hora de despedirnos de varios de los títulos que estuvieron en emisión con tal de hacer un espacio a más de una docena de nuevas series. Empezando a decirle adiós a una temporada de anime primavera 2025 que me dio unas cuantas sorpresas, la primera obra a la que le dedico una entrada es una humilde producción que se las ingenio para darme una bastante sana distracción a lo largo de las ultimas semanas. Que convirtiendo el escenario de un estadio de beisbol en un microcosmos para todo tipo de reconfortantes historias, nos encontramos con toda una mezcla de ligeros dramas deportivos, relatos de crecimiento personal y un relajado buen humor, dando vida a un slice of life que pese a la difícil competencia que tuvo a lo largo de estos meses resulto curioso cuanto menos.
Bajo su titulo original de Ballpark de Tsukamaete!, o sus localizaciones como The Catcher in the Ballpark! o Catch Me at the Ballpark!, nos encontramos con la reciente adaptación animada por parte del estudio EMT Squared del homónimo manga escrito e ilustrado por Tatsurō Suga. Manga que desde septiembre de 2020 esta en publicación mensual en las paginas de la revista de demografía seinen Morning, teniendo a esta fecha suficientes capítulos como para poseer 16 volúmenes recopilatorios. Volviendo al anime que nos ocupa, con un total de 12 episodios que se transmitieron entre abril y junio de 2025, nos encontramos con una obra que estuvo dirigida por Jun'ichi Kitamura contando con los guiones escritos por Shigeru Murakoshi. Encargándose del diseño de personajes en el paso del papel a la pantalla tenemos a Fumio Iida, mientras la banda sonora se acredita al trabajo de Keiichi Hirokawa y Kuniyuki Takahashi ambos miembros de la compañía MONACA.
La sinopsis para esta serie es la siguiente: Para el siempre cansado oficinista Koutarou Murata visitar el estadio de beisbol del equipo MotorSuns es uno de los momentos que le permiten continuar adelante con su día a día. Para la gyaru Ruriko el estadio es el animado mundo de su nuevo trabajo como vendedora de cervezas, manteniendo una sonrisa pese a sus nervios. Volviéndose su primer cliente frecuente, la improbable amistad entre una gal y un oficinista es solo una de las muchas historias que dan vida a aquel estadio. Que desde los mismos jugadores que dan todo de si jugando a la mascota que se encuentra dando ánimos en el campo, hasta los trabajadores que mantienen todo en funcionamiento pase lo que pase y los aficionados que apoyan desde sus asientos, todos tienen algo que contar.
Con algo de las emociones del deporte sin llegar a ser un spokon y con algo de romance sin llegar a ser una comedia romántica como tal, la historia de Ballpark de Tsukamaete! nos presenta una antología de historias sobre las distintas vidas de las personas que por una razón u otra conviven en el interior del estadio de los MotorSuns. Desde quienes solo hacen su trabajo a quienes terminan formando toda una comunidad al compartir intereses y pasiones, cada episodio se divide entre dos o tres segmentos en donde acompañamos a uno de los muchos puntos de vista alrededor del escenario viviente en el que cada día se transforma el espacio que comparten, ofreciéndonos así fragmentarios relatos de crecimiento personal, cambiantes relaciones e inesperada comedia. Siendo una experiencia ligera gracias a su constante buen humor, no todas los mundanos relatos de comunidad en su interior funcionaran con la misma fuerza para cada espectador, pero de conectar con sus reconfortantes escenas facilmente terminaran con una sonrisa en la cara. Aunque admito que si venían a este anime esperando que se enfocara puramente en el beisbol, les ira mal.
Visualmente algo rígida e inconsistente a lo largo de su docena de episodios probablemente por toda la subcontratación que se puede ver presente en sus créditos debido al hecho de que EMT tiene en emisión tres proyectos simultáneamente, la animación de esta serie hace lo que puede con lo que tiene resultando en un espectaculo que si bien carece de grandes escenas de acción o movimiento, como slice of life no las necesita a la hora de transmitir su tranquilo buen humor. Simple pero encantadora, sus personajes y sus expresivas reacciones son el punto alto de una obra modesta, en donde la secuencia que más llama a la vista es la peculiar estilización y danza que usan para acompañar al ending. Por su parte la banda sonora es servicial para capturar toda la clase de emociones que pasan a lo largo de sus distintos segmentos, sin grandes fanfarreas o piezas emocionales, su música es simplemente servicial. En lo que respecta al opening y endings, tenemos de entrada el entretenido "Hurray!!" de la banda de J-pop Genic. Mientras la cierre concluye normalmente con el animado "Ballpark de Shake! Don't Shake!" que interpretan las seiyuus Fairouz Ai, Ikumi Hasegawa, Maaya Uchida, Mayu Sagara, Momoko Seto, además de "Convert" de Matsumuro Seiya un tema especial que sorprende durante la conclusión de su decimo episodio.
Presentándonos una serie más preocupada por el mundo que rodea al deporte y a quienes apasiona, que el deporte en si mismo, Ballpark de Tsukamaete! a sido un show que inofensivamente se dejo disfrutar por los tres últimos meses. Que pese a todos sus claros altibajos, se las ingenio para sacar una que otra sonrisa en la mayoría de sus episodios aun si otros slice of life con solidas puestas en escena hicieron de esta obra una apenas hablada. No será perfecta, pero hace las suficientes cosas bien como para llevarse mi recomendación de que le den una oportunidad si no tienen nada mejor que hacer... o al menos vean la secuencia del ending, que es fácil el bailecito animado más adorable que tenemos en lo que va del año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario