viernes, 12 de marzo de 2021

Primeras impresiones: Mahou Shoujo ni Akogarete.

Hace poco publique una entrada sobre un agradable Slice of Life sobre disfrutar los valores agregados que se suelen colocar al acto de preparar, consumir y compartir alimentos con otros, pero mencionaba como su autor dio un cambio bastante radical al pasar a su segunda serialización. Siendo su segundo trabajo uno en donde decidió probar con cuantas ideas absurdas fuera capaz de lograr llevar a cabo en la publicación de una obra fetichista que mezcla acción y comedia sobre chicas mágicas con poderes varios, oscuros poderes basados en BDSM que llevan a cuestionables situaciones y una protagonista que aunque admira a las mágicas heroínas desde que tiene memoria, comienza poco a poco a amar el papel de villana que le a tocado, por la simple oportunidad que le da de "jugar" con ellas.

Mahou Shoujo ni Akogarete, también conocido como Looking up to Magical Girls o por su titulo en ingles de I admire magical girls, and... es un manga en publicación que viene a ser el segundo proyecto serializado del mangaka Akihiro Ononaka, quien paso de crear un inocente Slice of Life a crear una historia que entre acción y fanservice toma un camino diferente. Iniciando su publicación mensual en enero de 2019 y continuando aun hoy en día con su desarrollo en la revista Manga Life STORIA (revista donde sorprendentemente este manga es solo el segundo más cuestionable, donde uno esperaría que fuera el primero), nos encontramos con una obra que de momento supera la veintena de capítulos recopilados en 4 volúmenes, los cuales pueden llegar a ser más dependiendo de su publicación.

La sinopsis de este manga es la siguiente: Hiiragi Utena siempre ha admirado a las chicas mágicas y soñado con un día poder transformarse en una para enfrentar así a las fuerzas de la oscuridad que ocasionalmente aparecen por la ciudad. Por lo mismo cuando una misteriosa criatura con forma de peluche le ofrece despertar sus habilidades mágicas que duermen en su interior, ella acepta sin dudar un instante. Lamentablemente para Utena, en un giro irónico ella no fue reclutada para el bando de las chicas mágicas si no que sus poderes durmientes eran los dignos de una villana. Aunque intenta renunciar de inmediato a esta situación, una serie de sucesos y una mascota mágica que no duda en chantajearla la llevaran a jugar el papel de las fuerzas del mal, mientras poco a poco sus poderes la llevan a descubrir que en este papel puede ver nuevas facetas de sus amadas heroínas desde la primera fila.

Personalmente siempre me han gustado bastante las historias contadas desde el punto de vista de un protagonista que bien puede ser considerado un villano, y en cierta medida esta obra es un relato sobre como una chica se corrompe por sus deseos para ser la antagonista. Siendo el viaje de la inocente Utena de una chica tímida sin muchas amigas a una dominatrix carismática que comienza a reunir a otras "villanas" a su alrededor, resulta en algo interesante de presenciar cuanto menos. Especialmente cuando su buena voluntad y adoración por las heroínas no desaparece por arte de magia con sus nuevos poderes de BDSM, si no que solo son distorsionados un poco en la forma de emociones un poco más cuestionables para satisfacer sus ahora salvajes deseos a la hora de luchar contra sus amadas chicas mágicas. 

En el fondo tras esa historia de corrupción por así decirlo, hay subtramas sobre las verdaderas intensiones de la oscura mascota que la dejo en esta situación donde no puede abandonar el rol que nunca deseo o las misma naturaleza de las chicas mágicas, pero como una obra en publicación mensual todavía es difícil predecir que direcciones tomara este relato en su futuro. Sin embargo aunque camina en una delgada linea temática que quizás haga que sus lectores puedan recibir ciertos cargos criminales en Rusia o Australia, no deja de ser interesante cuanto menos y hablando sobre elementos criminales, tenemos el como se ve el peculiar arte de este manga que no teme mostrar la piel de sus personajes. 


Pese a lo sencillo de su primer trabajo con Kumika No Mikaku se podía ver cierto estilo personal en los dibujos de Akihiro Ononaka, mismo estilo que ahora en Mahou Shoujo ni Akogarete logra presentar todo un espectaculo repleto de detalles y personalidad, destacando especialmente las reacciones de los personajes que dan vida a esta historia ya sea en momentos de humor o acción. Mientras tanto en el departamento del fanservice nos encontramos con que Ononaka trabaja de manera similar a Yoshikazu Hamada el autor de Tsugumomo, con lo que me refiero a que se esfuerza en buscar los vacíos legales para mostrar tanta piel y situaciones cuestionables como sea posible a lo largo de sus capítulos, lo cual con la naturaleza de la pervertida protagonista y sus poderes de BDSM, sumando a el como la ropa se rasga en medio de los arduos combates, lleva facilmente a curiosas escenas que hacen de este manga uno no muy seguro que leer si estas rodeado de gente y no quieres dar explicaciones, que advierto, esta obra no teme cruzar ciertos limites.

Creo que es algo un poco obvio, pero esta no es una lectura para todos los públicos y estoy bastante seguro que solo atrae a cierto nicho especifico, pero si lo consideras dentro de lo que puedes consumir este es uno de esos mangas en publicación actual que merecen un poco más de reconocimiento por parte del publico. Quien sabe que le deparara el futuro a este fanservicero manga, pero de momento para mi a sido toda una sorpresa ver como el autor de un inocente y reconfortante Slice of Life paso a crear algo como esto sin dudarlo, pero gracias a esos tengo una serie absurda y cuestionable que disfruto mucho, con el único pero de que al ser mensual en ocasiones se hace eterna la espera por un nuevo capitulo.

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