Reseña anime: Arslan senki.

No estaría exagerando si coloco esta serie dentro de las mejores series del año. No es solo por que me gusten las historias que se desarrollan en un contexto medieval, pero, a diferencia de muchas series actuales que se centran mas en el fanservice y poderes espectaculares, en esta serie lo que brilla es la historia, las tácticas de guerra y el desarrollo de sus personajes, sin que esto la haga aburrida.

Este anime es la adaptación de una adaptación. La serie de 26 episodios fue producida por los estudios Liden Films y Sanzigen, quienes adaptaron la versión de manga escrito por Hiromu Arakawa (la autora de Full metal alchemist), quien se baso en las novelas de Yoshiki Tanaka (las cuales comenzó a escribir en 1986 basándose en el poema épico persa, Amir Arsalan-e Namdar). La dirección corrió a cargo de Noriyuki Abe, con guiones de Makoto Uezu.

La historia sucede en el conflicto bélico entre el reino de Pars y el reino de Lusitania, cuando el principe Arslan es enviado al campo de batalla por primera ves, su padre confiado en la superioridad numérica de sus tropas y cegado por su orgullo decide no escuchar las sospechas de sus generales sobre una posible trampa, por este hecho la batalla termina en la muerte de gran parte del ejercito, la traición de algunos generales y la captura del rey. El príncipe Arslan logra escapar junto al guerrero Daryun, juntos deciden buscar aliados para hacer frente a la amenaza de los Lusitanos.

Con la premisa del conflicto entre naciones, vienen desde juegos de poder, estrategias de guerra, giros sobre quienes son los enemigos, cuestionamientos morales y hasta algunas referencias a las doctrinas y el fanatismo religioso, la ambientación de la historia es en universo que se inspira en la cultura persa, musulmana, entre otras, sin dejar de lado elementos originales y o fantásticos (aunque no esperen ver dragones o magos en la serie, lo único fantástico que verán serán las habilidades de los asesinos que acompañan a uno de los antagonistas).
Los personajes ya que la historia no avanza mucho, no cuentan con un extenso desarrollo, pero, en sus actitudes y adversidades que enfrentan se puede notar que aparte de carismáticos, ellos poseen su grado de profundidad.

Visualmente tengo que decir que para muchas de sus escenas de combate entre ejércitos, planos aéreos o escenas mas complejas usan CGI, aunque para su favor no resulta molesto e incluso puede pasar algo desapercibido. Las animaciones de combate y movimientos son fluidos y bastante naturales, mientras que los escenarios, son acorde a la temática y cuidados en su uso de colores o detalles. El diseño de personajes esta basado en el trabajo de Hiromu Arakawa, por lo que si ya viste Full metal alchemist muchos personajes se te harán conocidos.

Musicalmente para openings y ending tienen una variedad mas que decente, aunque se sienten como temas que se escucharían en cualquier shonen, siendo los opening "Boku no Kotoba de wa Nai, Kore wa Bokutachi no Kotoba" por UVERworld y  "Uzu a Uzu" por NICO Touches the Walls, los ending fueron "lapislázuli" por Eir Aoi y "One light" por Kalafina. El resto de la banda sonora para ambientación queda acorde a la ambientación medieval/persa lo cual ayuda al transcurso de la historia.

Si buscan una serie donde la historia que intentan contarnos es lo mas importante, esta es la serie para ustedes. Fácilmente llegara al top 10 de final de año y es una de las pocas series de esta temporada que recomiendo ampliamente, el único pero para verla serian que el episodio 1 es algo lento (aunque sirve para el desarrollo futuro del protagonista).

P.D: Existen unos ovas de 1991 sobre la serie, pero, no los mencione por que a momento de escribir esta reseña, aun no los he visto.