viernes, 11 de marzo de 2022

Reseña: Jyoshikohei.


En el tiempo que llevo como el escritor de este blog, o incluso como fan del anime/manga me he encontrado con varias obras que aun si extravagantes pueden ser clasificadas de una u otra manera sin importar sus excentricidades, pero cada tanto aparecen unas que por uno u otro motivo solo se pueden definir como experiencias extrañas. Tomando las ideas de las mecha musumes o series de jóvenes adolescentes con armamento militar a sus máximas implicaciones en un delirante sueño febril, la lectura a la que le dedico esta entrada en particular es un viaje en descenso en medio de la locura que son enormes maquinas de guerra orgánicas con apariencia de escolar, mientras sus pilotos intentan aferrarse a la realidad que cambia grotescamente frente a sus ojos en el campo de batalla gender bender.

Siendo un trabajo escrito e ilustrado por el mangaka y guitarrista, Jiro Matsumoto, quien es reconocido en el medio por sus trabajos surreales de contenido explicito que no temen usar sexualidad o violencia grafica en su arte, con ejemplos como Freesia, Uncivilized Planet, Keep on Vibrating, Avant-Pop Mars, A Revolutionist in the Afternoon y Tropical Citron, Jyoshikohei fue una obra que se publico en la actualmente difunta revista antológica de demografía seinen Comic@Bunch de la editorial Shinchosha, acumulando un total de 45 capítulos entre enero de 2011 y noviembre de 2015, llegando a tener siete tomos recopilatorios impresos. Esta es una secuela o expansión de un oneshot publicado en la antología Zenryou naru Itan no Machi.

La sinopsis de esta lectura es la siguiente: En un futuro, la tierra enfrentando sobrepoblación encontraría como acceder a otras realidades donde mudar a su población, permitiendo la expansión de la humanidad y la automatización de muchas de sus necesidades. No obstante, incluso con todo el espacio que quieran conflicto no termina, con los otros mundos exigiendo ser liberados del gobierno de la tierra. Enfrentándose en esta batalla multidimensional que se expande sin control o fronteras fijar por las normas de nuestra realidad, las mayores armas son las "Assault Girls" enormes maquinas de guerra con apariencia de escolares, que solo son pilotadas por criminales sin mas opciones, ya que por mas ventajas que les ofrezcan para combatir fuera de las normas de la normalidad, la corrupción mental que sufren en el proceso los puede reducir a menos que seres humanos. Esta es la historia del pelotón 13 "hienas", que se dedican a cazar a quienes sucumben ante la perdida de ego.


La historia plasmada en las paginas de este manga es la de un relato sobre estar perdiéndose entre delirios febriles, entre horribles batallas donde la violencia es visceral y una realidad que a duras penas es poco más que un mal chiste. Entre combates técnicamente entre robots gigantes, pero que prácticamente son escolares con armas de asalto, solo por razones fetichistas, que el manga no lo justifica y yo mucho menos lo intentare, esta es la historia de un piloto tratando de manera fútil el mantener su propio sentido de la identidad, mientras todos a su alrededor parecen perderla poco a poco, sin embargo ni siquiera sus palabras o actos son totalmente confiables, cuando duda de la sanidad que le queda desde que se sube a Love Fox. En una enorme guerra donde nada se gana realmente, solo perdiendo vidas estadísticamente entre quienes obedecen un sistema casi como una divinidad y aquellos que al parecer desean su libertad, esta es la vivencia de un soldado que en una misión prácticamente suicida se apega a su deber sin razón, con tal de avanzar un día mas, aun si lo que presencia le hace cuestionar por que aun no pone una bala en su cerebro para acabar con todo. Estamos ante una nihilista exploración de la búsqueda de vivir como uno mismo, mientras nos perdemos en nuestros trabajos, los conflictos del mundo, o simplemente en los roles que desean que interpretemos, con una ambigua ejecución que tras toda la surreal mezcla de violencia, sexualidad y extravagancia, deja un sentido de vacío para que pienses en porque leíste esto en primer lugar y que puedes sacar de la experiencia.

Decir que el arte de los trabajos de Jiro Matsumoto posee una personalidad bastante diferenciadora es subestimarlo. No por nada en sus inicios fue rechazado como asistente de otros mangakas por no ser el más prolijo de los artistas, pero es en la crudeza caótica de sus trazos que se encuentran las fortalezas de su estilo que captura el salvaje caos de sus relatos. La orgia de violencia y destrucción -literal en lo de orgia- crea cierta belleza en su contraste con cierto nivel de cuidad entre tonos de blanco y sombreado que se nota particularmente en sus momentos más estáticos, ya que en el frenético movimiento del combate el errático e inconsistente trazo, lleva a escenas confusas donde es difícil entender que es lo que esta pasando... aunque ese podría ser el punto que busca dar.

Por lo que he podido leer recientemente de otros trabajos de Matsumoto debo decir que elegí no el mas fácil o conveniente de sus trabajos como para digerir los extraños frutos de su retorcida mente, pero mientras estés preparado para la experiencia de una pesadilla delirante que fetichiza maquinas de guerra y escolares japonesas, donde sus detallados protagonistas se mueven por un irreal y apenas dibujado escenario, considero que este es un extraño libro que merece al menos una pasajera recomendación, aunque con la clara advertencia de que su contenido no es apto para menores, o para todos los gustos.

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