Por cerca de una buena parte de mi vida el nombre de Satoshi Mizukami a formado parte de mis mangakas favoritos por sus obras que toman clichés usuales del shonen en direcciones que brillan por lo emocionalmente honestas que pueden llegar a ser aun si con el paso del tiempo no se sienten tan originales como fueron en su momento. Siendo una de sus obras mas reconocibles y con casi dos décadas de rumores de una adaptación de Gainax que supuestamente nunca sucedió por no conseguir la licencia a algunas canciones de la banda The Pillows, el que por fin anunciaran su producción el año pasado fue una noticia que me lleno de interés, pero una vez se pudo ver el resultado... tuve mis razones para tomarme casi un año para tacharla de mi lista de pendientes. Sin embargo, sin el hype o esperanzas pesando en mi visionado de esta adaptación ¿merece toda la mala reputación que se gano?.
Conocida tanto por los títulos de Lucifer and the Biscuit Hammer como su original nombre de Hoshi no Samidare, escribo en esta ocasión de la adaptación animada por parte de la colaboración entre los estudios NAZ y Jumondo para llevar a las pantallas el relativamente mas popular, o al menos conocido, de los trabajos de Satoshi Mizukami que cuenta con diez volúmenes que publico originalmente entre el transcurso de los años 2005 y 2010 con múltiples reimpresiones con el paso de los años. Con un total de 24 episodios que se transmitieron entre julio y diciembre del pasado año 2022, 25 si contamos la recapitulación que agregaron por la mitad de la serie para retocar un poco la producción, nos encontramos con un anime que conto con los guiones escritos por Noboru Akafuku y Yūichirō Momose bajo la supervisión del mismísimo Satoshi Mizukami, todo bajo la dirección de Nobuaki Nakanishi. En lo que respecta al diseño de personajes tenemos al animador Hajime Hatakeyama adaptando el estilo del manga a las pantallas, mientras el musico y compositor Takatsugu Wakabayashi es quien se luce con la banda sonora para el show.
La sinopsis para este anime es la siguiente: El normal universitario Yuuhi Amamiya despierta un día cara a cara con un lagarto que le informa que el mundo se encuentra en un inminente peligro debido a un mago que busca su completa destrucción, siendo el elegido como uno de los doce caballeros bestia destinados a luchar y eventualmente detener la caída del enorme martillo en el cielo. Lamentablemente para Noi el lagarto, Yuuhi dice haber perdido su fe en la mayoría de la humanidad y apáticamente acepta el fin del mundo. Sin embargo su encuentro con la actual encarnación de la princesa y líder de los caballeros bestia en la forma de su vecina Samidare Asahina lo hará unirse a su causa de derrotar al mago y su martillo de bizcocho, con tal de usurpar su lugar y destruir el mundo con sus propias manos. Conociendo nuevos aliados que no conocen sus verdaderos planes y superando múltiples desafíos, esta es la historia de héroes que si bien no se sienten como tales aun luchan por ganar su futuro.
Con el apoyo del mismo Misukami la historia presente en el anime es una que intenta y ocasionalmente captura lo que hizo al manga el emocional viaje de crecimiento personal que resulto ser de principio a fin, aun si se su efectividad se ve definitivamente diluida ante lo limitada de su producción. Tomando los clichés del poder de la amistad a salvar el mundo y los variados héroes elegidos por el destino para combatir lado a lado, lo que comienza con un dueto de jóvenes que intentan dárselas de villanos en las sombras, se convierte en el relato de sus contradicciones, dudas y decisiones, perdiendo y ganando cosas que construirán el futuro que tienen por alcanzar. Con diferentes capas y sorpresas que juro se sentían originales por mediados del 2000, pero para lo previsibles aun son efectivas hoy en día, el absurdo relato toma mayor complejidad y sentido conforme mas sabemos de las razones detrás de esta lucha por sobrevivencia y lo que depararía a cada personaje tras esta. Lamentablemente aun para intentar genuinamente capturar la honestidad emocional de la obra original con uno que otro instante que logro sacarme una lagrima sin que me diera cuenta, este sigue siendo un caso en donde tengo que decir que el manga es objetivamente mejor, que entre limites de tiempo que cortaron breves pero interesantes momentos que daban mas peso a sus personajes y que las catárticas luchas que concluyen sus ideas son los peores momentos en el show, este termina siendo el medio inferior para experimentar todo el relato que tiene para ofrecer.
El estudio NAZ no es particularmente conocido por su asombrosa animación o consistencia, siendo su trabajo en esta producción una que se aleja de sus mejores intentos como Sabikui Bisco o Hamatora pero no llega a ser un desastre a la altura del horror que fue ver My Sister, My Writer. Si bien algo estática y con un diseño de personajes que se apega como puede a las expresiones de las ilustraciones de Mizukami, uno de los primeros y mayores problemas de este anime se encuentran en la fría paleta de colores que quita energía a todo el espectaculo con sus claros grises, cafés, verdes y demás enfermizos tones que predominan la mayor parte de los episodios con contados contrastes cálidos. El segundo grave problema es que la producción no es capaz de ofrecer consistentes, o si quiera existentes, escenas de combate lo cual se vuelve mas notorio y terrible conforme avanza la historia, que entre pobres efectos especiales y unos notorios golem en CGI cuyas texturas se me antojan desagradables terminan por restar peso a los eventos y consecuencias de su lucha.
En lo que respecta a la banda sonora, nos encontramos con la mayor victima de la mala recepción del anime. Cargando con gran peso a la hora de construir las emociones que la animación no termina de brindar a sus escenas solo con lo visual, el soundtrack no a salido a la venta, o al menos no lo he encontrado, como para poder decir que es una experiencia que vale la pena escucharlo por separado al anime ya que no se puede, sin embargo considero que su mezcla de instrumentos da un aire heroico y de aventura bastante apropiado a la historia que acompaña. No estarán en la mejor calidad, pero piezas como To Swear your Loyalty, Chained Past o Adults... son ejemplos del talento de Takatsugu Wakabayashi en esta composición. Por su parte a la hora de hablar de openings y endings, nos encontramos con los temas "Gyoukou" de la banda de J-rock Half time Old y "BE the HERO" de la cantante y youtuber Raon como los optimistas temas de apertura para la serie, mientras la serie cierra sus episodios con los mas tranquilos temas "Reflexion" del grupo SpendyMily y "ZERO" del artista Sano ibuki. Cabe mencionar que la producción se las ingenio en conseguir un par de licencias para las canciones de la banda The Pillows para lucir en momentos específicos, siendo estos temas "Babylon Tenshi no Uta" y "I know you".
Respondiendo a la pregunta con la que comencé esta entrada, su reputación me resulta mucho peor de lo que merece ahora que sin anticipaciones y expectativas decidí ver que podría lograr. Que si bien diluye bastante de lo que hace especial a la obra original mediante su casi inexistente animación al punto de que hay poco para motivarse a ver esta serie de principio a fin, tampoco es que sea lo peor que haya visto que como ya decía NAZ a hecho horrores tales cuyo nombre no pienso escribir dos veces. Igual no es una experiencia de la que vaya a salirme de mi camino para recomendar por sobre el manga cuya lectura les sugiero encarecidamente, pero viendo sus tropiezos y virtudes, quedo esperanzado en las buenas señales que a demostrado la futura adaptación de otro de los trabajos de Mizukami, que Sengoku Youko parece haber caído en mucho mejores manos.
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