Reseña: Senki Zesshō Symphogear.

"Meteoroid-falling, burning, and disappear, then...".

Si tenía una deuda conmigo mismo y mi blog era no haber dedicado una entrada a uno de mis placeres culpables más grandes de la última década, especialmente cuando finalizó el año pasado. Sin embargo no hay plazo que no llegue, ni deuda que no se pague, por lo que después de haber hecho algunos revisionados este mes me dedicare a sacar una entrada por cada una de las temporadas de una de las series que en mi opinión mejor captura la "rule of cool" como uno de sus principales encantos, aun si a simple vista pueda parecer una incoherente mezcla de ideas en donde es difícil saber hacia dónde apuntaban sus creadores.

Senki Zesshō Symphogear o simplemente llamado Symphogear para acortar, es una franquicia original producida por el estudio Satelight con el apoyo de Encourage Films. Su primera temporada a la cual dedico esta entrada se transmitió originalmente durante la temporada de invierno de 2012 contando con un total de 13 episodios. Siendo dirigida por Tatsufumi Itō, esta serie contó con los guiones de Akifumi Kaneko quien creó el concepto de esta obra junto al líder del grupo Elements Garden, Noriyasu Agematsu. Quien junto a Hitoshi Fujima y Junpei Fujita, ambos miembros de su grupo produjo bastante de la banda sonora de la serie junto a sus diferentes seiyuus, llamando especialmente la atención nombres como Nana Mizuki, Ayahi Takagaki, Aoi Yuuki, Yuka Iguchi y Minami Takayama por nombrar algunas de las más importantes.

La sinopsis de este anime es la siguiente: Tsubasa Kazanari y Kanade Amou, el dúo de idols conocido como Zwei Wing, usan sus canciones para impulsar armas antiguas conocidas como "symphogears" para combatir una raza alienígena llamada "Noise". Mientras que el público en general es consciente de la existencia de los Noise, el conocimiento de los symphogears se mantiene en secreto. Cuando los Noise atacan uno de los conciertos de Zwei Wing, Kanade se sacrifica para proteger a una joven llamada Hibiki Tachibana, dejando a Tsubasa devastada y un fragmento de su symphogear incrustado dentro de Hibiki. Pasando dos años desde estos sucesos, Hibiki es arrastrada nuevamente a un ataque de los Noise. Sin embargo ya no es una víctima indefensa, pues la antigua symphogear de Kanade la a elegido como una nueva usuaria en la batalla por salvar a la humanidad.

Siendo una historia que es una mezcla de chicas mágicas en un mundo de exagerada y casi ridícula ciencia ficción donde viejas reliquias ancestrales activadas mediante el canto son la única esperanza de frenar la amenaza que se cierne sobre la humanidad, pero al mismo tiempo muchas de las chicas enfrentan sus propios dramas personales y dudas. Symphogear es una serie curiosa cuanto menos en este aspecto, al ser una enorme amalgamación de ideas y conceptos que aun cuando posee grandes falencias al no poder con todo lo que intenta no deja de ser fiel a si misma, resultando en una mezcla divertida de presenciar en donde siempre algo está sucediendo... aunque puede que los momentos se sientan desconectados cada tanto. Desde el drama de Hibiki al tratar de equilibrar su vida normal y sus nuevas batallas contra el Noise,  la culpa de Kanade por no poder salvar a su amiga Kanade y las conspiraciones de los villanos de turno que parecen estar manipulando los eventos a su favor hay muchas líneas que sigue esta serie con cada uno de esos episodios, nunca tomándose totalmente en serio a sí misma, aceptando su naturaleza cursi y optimista como algo que la hace especial más que un error que le juegue en contra. Aunque casi como si aceptara que no llegará muy lejos, esta temporada en general es autoconclusiva. Si deja ideas abiertas, pero al mismo tiempo deja un cierre humilde pero digno.

El gusto del argumento y los personajes de esta serie son algo de lo que cada persona que la ve debe decidir por sí mismo, pero si algo no se puede negar es que la primera temporada de Symphogear sufre bastante de problemas en el departamento de animación. No fue tanto como un problema general de fondos a que el estudio Satelight aparentemente tuvo problemas para poder terminar las cosas a tiempo, por lo que estamos ante una serie de claros contrastes. A momentos la animación decae al punto de dar un poco de vergüenza, pero todavía posee el talento para que en las escenas donde realmente cuenta la animación ronde lo decente e incluso en lo memorable. Personalmente no me quejo de que no sea una gran producción, pero si alguien quiere mencionar sus defectos está en su derecho.

Sin embargo si hay una razón para que una humilde serie como esta que apenas pasa de regular entre el resto del catálogo de 2012 realmente superará la barrera del tiempo, esta esta en su potente banda sonora. Symphogear es una serie que toma en serio el más grande, antiguo y genial de todos los clichés que un fan del anime puede conocer. Me refiero al poder del opening y las insert song a la hora de animar a los espectadores, sin embargo esta serie no se conforma con simplemente poner música por encima de las peleas, si no que cantan en las peleas. Puede no parecer mucho en lo que es una diferencia, pero los pequeños detalles como falta de aire, tartamudeos y demás "pequeños errores" dan vida, personalidad y atmósfera que muchos otros show ya desearían tener. Ya pasando a los temas en sí mismos, el opening de esta serie es el siempre genial "Synchrogazer" de Nana Mizuki, que con solo sus segundos iniciales pidiéndonos que escuchemos su canción nos pone en el tono de la clase de serie que es Symphogear, especialmente destacando las guitarras y sintetizadores que acompañan su voz. Por su parte Ayahi Takagaki mantiene el uso de guitarras y sintetizadores en harmonia para traer "Meteor Light" el ending que contrapesa sin problemas el tema de entrada ofreciéndonos el siempre raro suceso de una seiyuu que pronuncia bien el inglés. Aunque no hay que olvidar que insert song como "Gekisou Gungnir" de Aoi Yuuki,  "Zettou - Ame-no-Habakiri" de Nana Mizuki o "Gyakkou no Flugel" del dueto hecho entre Nana Mizuki y Minami Takayama son algunos de los grandes ejemplos de cómo un buen tema puede dar vida a lo que sea, demostrando el enorme poder de la música.

Al final del día la primera temporada de Symphogear es curiosa como obra, es el fruto de gente con pasión tratando de crear un espectaculo divertido aun si no tenian todo a su favor para lograrlo. No es una maravilla ni mucho menos y en su momento se enfrentó a críticas bastante divididas que apuntaban a lo negativo en su mayoría, sin embargo la genialidad de sus mejores momentos y sobretodo el poder de su banda sonora convirtió una serie poco más que regular en una franquicia que mejoró poco a poco con cada nueva entrega. Esta es de esas series que conectan contigo o no, sin mucho lugar en medio. Pero si tienen el tiempo denle una oportunidad, que quizas se encuentren con un entretenido espectaculo.