lunes, 17 de diciembre de 2018

Reseña: Liz and the Blue Bird.


Quien iba a decir que algo tan simple como el hecho de querer escribir algo para tratar de llenar unas horas libres terminaría en la existencia de este blog que con este texto llega a las 700 entradas publicadas a lo largo de sus pocos años de vida. Buscando de que escribir he visto, leído y jugado múltiples cosas y aunque admito que hay muchas que no fueron gran cosa, encontrarse con experiencias agradables que recomendar es lo que me mantiene interesado en seguir escribiendo, siendo la película a la que le dedico esta entrada uno de esos buenos ejemplos que mantienen vivo mi interés, ya que al presentar una simple historia de amistad narrada de una manera intima y preciosa logra destacar de entre las obras de este año.


Liz and the Blue Bird o también llamada Liz to Aoi Tori es una de las mas recientes producciones destinadas a cines de parte del estudio Kyoani, siendo un spin off del anime Hibike! Euphonium centradoce en un par de personajes secundarios para la serie original, para contarnos como experimentan sus propios problemas en el mismo entorno que ya conocíamos en una obra de 90 minutos de duración. Estrenando en cines japoneses durante abril de 2018 y en cines de este lado del mundo durante noviembre, para luego llegar a Blu-ray disc en diciembre del mismo año, esta cinta contó con el trabajo de la directora Naoko Yamada (quien a trabajo en múltiples producciones del estudio), sin olvidar un guión escrito en conjunto por  Ayano Takeda y  Reiko Yoshida (la primera centrándose en los personajes y la segunda en como integrar todo a la historia), dirección de arte de Mutsuo Shinohara, dirección de sonido por parte de Youta Tsuruoka y cinematografía a manos de Kazuya Takao.



La sinopsis es la siguiente: La tímida y algo dependiente Mizore Yoroizuka y la enérgica Nozomi Kasaki son dos amigas que llevan muchos años una al lado de la otra y actualmente participan juntas en la banda escolar tocando el oboe y la flauta respectivamente. Sin embargo siendo su ultimo año en secundaria no solo tienen  que dar una ultima ayuda a la banda, si no que deben decidir que es lo que harán con su futuro de ahora en adelante y todas las dudas sobre si podrán mantener o no su amistad mas allá de su graduación. Todo enmarcado en los ensayos del tema "Liz and the Blue Bird" que la banda orquestal a decidido tocar sin saber que la historia de dos amigas separadas resuena con lo que viven dos de sus miembros.


Siendo un spin off de Hibike! Euphonium uno podría pensar que es necesario ver esta para comprender la película, sin embargo no es particularmente necesario ya que esta es una historia que logra diferenciarse por derecho propio. Aun cuando ciertos elementos y guiños se mantienen en la formula.
Se dice que "las aguas calmas son las mas profundas" y esta es una historia que apela bastante a esa idea en toda su ejecución, con un ritmo pausado y meditativo tenemos un simple relato que explora a sus protagonistas y como enfrentan sus dudas a futuros. Careciendo de objetivos de acción impresionantes o conflictos dramáticos que llamen constantemente la atención del espectador puede parecer a simple vista una cinta sencilla que no ofrece mucho, sin embargo apostando en algo tan simple como el viejo lema del "muestra, no cuentes" es un relato que prefiere que con cada movimiento, expresión y las contadas lineas de dialogo se exprese un matiz mas de su tema.
Liz and the Blue Bird es un relato sobre aceptar que hay que cuando mas algo quieres tenerlo cerca pero no puede negársele su libertad. Ambas deben llegar a aceptar el hecho de que es posible que en el futuro no se verán tanto como en la actualidad sin embargo en donde otras producciones habrían convertido esto en un melodrama que dejara tanto a los personajes como al espectador en un mar de lagrimas para el final, se a apostado a un enfoque mas sutil pero natural a la hora de demostrar emociones sinceras de una manera bastante minimalista.


En lo que respecta al apartado visual estamos ante una obra que no solo demuestra tener una propia identidad al separarse de la estética de las temporadas previas de Hibike! Euphonium, si no que tiene dos frentes diferentes, por un lado tenemos las vibrantes y coloridas secuencias sobre el cuento que da nombre a la película en donde todo toma la estética de un libro ilustrado para ejemplificar lo fantástico y quizás idealizado de este tipo de historias con un uso de escenarios y personajes que simulan acuarelas repletas de colores llamativos.
Por otro lado, esta el mundo real en donde Mizore y Nozomi viven sus días asistiendo a clases y a los ensayos de la banda. Este aspecto de la película cuenta con unos colores mas opacos y escenarios  con elementos en CGI difuminados que hacen que cada acción y movimiento de los personajes sean el centro de nuestra atención. En una narrativa que apuesta por el lenguaje no hablado, estas son decisiones inteligentes para permitir que los ligeros movimientos, posturas y reacciones expresen lo que los personajes viven enlazando así los diferentes apartados del filme en un solo objetivo.


Por su parte la música en esta película es uno de sus mejores elementos que se nos presenta. Inteligentemente la banda sonora mezcla de una manera bastante sutil los sonidos ambientales con la orquestalización componiendo melodías que por mas complejas que sean a momentos pasen como sonido ambiente construyendo la atmósfera adecuada a cada escena sin olvidar que el ritmo calza perfectamente con los movimientos y la animación de cada escena, dando un énfasis mayoritario a que la música sea el centro de todo.
Con un enfoque principalmente puesto en los instrumentos de viento y el hecho de que escenas particulares se escuchen el oboe y la flauta por sobre los demás cuando las protagonistas son el centro de atención, estamos ante una composición orquestal que acompaña a la narrativa en cada momento atando la narración de una manera que el apartado visual, sonoro y narrativo estén en harmonia.


No es una película para todas las personas, ya que en su naturaleza sutil e intima puede resultar lenta o simplona para mas de alguna persona que esperaría un drama de una proporción mayor con un gran impacto emocional o que se le relaten de manera mas directa los eventos en vez de tener que inferir y hacer conjeturas. Sin embargo si vas con la mentalidad adecuada y con la disposición de sacar las lecturas a todos los mensajes no hablados que esta presenta nos encontramos con que Liz and the Blue Bird es se enorgullece de su simpleza y demuestra que aun así no merece ser desacreditada como si no tuviera nada que ofrecer.
Como alguien que considera a Hibike! Euphonium como una serie decente pero no perfecta por sus momentos melodramáticos, este spin off a sido totalmente de mi agrado y realmente no se me hizo largo pese a lo pausado que puede ser. Así que si tienen la oportunidad denle un vistazo y vean si es para ustedes o no, que por lo menos en lo que es su dirección ya es algo digno de estudio por como aborda el "muestra, no cuentes".

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