domingo, 25 de junio de 2017

Reseña: Uchouten Kazoku 2.


Por cada cierta cantidad de series horrendas y sin almas que nacen al por mayor por solo el deseo de conseguir dinero sin esfuerzo, ocasionalmente uno al buscar entre ellas puede encontrarse con obras que permiten recuperar la fe en la animación japonesa. Ya en 2013 la mezcla de slice of life y fantasía llamada Uchouten Kazoku fue una de estas pequeñas joyas que fácil y merecidamente se ganan la etiqueta de "artística" y cuatro años después, este mismo 2017 vuelve a repetir sus logros con una segunda temporada que no solo se mantiene digna al mismo nivel, si no que incluso puede superarla.

Siendo uno de los dos trabajos del estudio P.A. Works durante la temporada de primavera junto a Sakura Quest, la segunda temporada de Uchouten Kazoku o "la familia excéntrica" adapta al formato del anime la segunda novela ( no me refiero a novelas ligeras, si no una novela en toda regla) escrita por Tomihiko Morimi (el mismo autor de la novela Yojōhan Shinwa Taikei o mas conocida como The Tatamy Galaxy).
Contando en la producción del anime con dirección de Masayuki Yoshihara y casi todo el mismo equipo de la primera temporada, ademas de que Koji Kumeta (El autor de Sayonara Zetsubou Sensei) participo en el desarrollo original de los personajes por lo que se pueden encontrar algunas ligeras y curiosas similitudes a su trabajo.

Sinopsis: En Kioto desde la antigüedad hasta la era moderna, la ciudad a sido habitada por los humanos, mientras que los cielos son transitados con orgullo por los tengu y los tanukis recorren la tierra jugando bromas. En este ambiente la historia sigue a la familia Shinogamo unos tanukis que usan sus habilidades de cambiar de forma para vivir su día a día, conviviendo con humanos y tengus. Luego de todos los incidentes de la primera temporada todo parece haberse calmado, pero el regreso del hijo del viejo tengu Akadama sera el comienzo de nuevos sucesos para esta familia de tanukis.


A la hora de referirme sobre la historia, debo hacer hincapié en que aun cuando todos los elementos fantásticos de su mundo son importantes y tienen una presencia fuerte, esto no es el punto principal de la historia. En el fondo la esencia mas fuerte y presente en esta obra es la del slice of life, su tratamiento de ideas o conceptos cotidianos como lo es la familia, el asumir responsabilidades, el como interactuas con sus alrededores, los diferentes ideales de las personas, sus dudas y ambiciones, entre otros temas. Todo de una manera bastante natural invitando a una reflexión ligera del espectador.

A diferencia de la primera temporada, esta continuación parte con algo de ventaja al no tener que presentarnos a todos los personajes, pudiendo centrarse mas en la construcción del conflicto central y sub-tramas obteniendo un ritmo mucho mas agradable desde el inicio sin resultar confuso. No obstante, no se conforma con solo dedicarse a construir a los nuevos rostros si no que desarrolla aun mas muchos de los conflictos de varios personajes, atando una buena cantidad de cabos sueltos al mismo tiempo que deja la puerta abierta para expandir el universo a futuro.

Sobre los personajes debo decir que son todos únicos y diferentes entre si, con sus propias ideologías, ambiciones, deseos y miedos resultando en personajes bastante naturales al tener defectos y virtudes, lo que permite una mayor empatía del espectador con la mayoría de ellos. Aun cuando estos no son humanos y sus acciones no se rijan por nuestras normas, el espectador puede llegar a comprender el punto de vista de cada uno.


Visualmente es impresionante, al punto de comparándola con Sakura Quest es notorio en que proyecto era mas prioritario el uso de recursos por parte de P.A. Works. Los escenarios son trabajos con un gran nivel de detallismo, junto a una paleta de colores y una estética que no puede dejar de asociar a pinturas clásicas de paisajes nipones. Aparte de los escenarios, los personajes siendo un intermedio entre el anguloso estilo propio del trabajo de Koji Kumeta (quien repetiré que trabajo en el diseño de personajes para esta obra) y un estilo moe mas estándar, resulta en algo con mucha identidad y personalidad propia. Logrando que entre fondos, personajes y una animación con movimientos y transiciones naturales sea visualmente atrayente.


La banda sonora aunque en gran medida se repite, es una genialidad que aporta mucho a la hora de construir la identidad distintiva de esta serie. Con una música ambiental que cambia entre ritmos mas clásicos y lentos, a otros muchos mas urbanos logra mezclar una gran variedad de instrumentos y estilos para construir diversos apoyos para cada situación, ya sea demostrar la vitalidad de la ciudad, la alegría del momento, la tensión, la tristeza, etc, siempre de manera acorde a las necesidades de la escena. El opening de esta segunda temporada es Nasugamama, Sawagumama vuelve a ser interpretado por el grupo Milktub resulta ser un tema repleto de energía, entretenido y pegajoso al punto de que no solo me he encontrado tarareándolo inconscientemente si no que hasta comienzo a cantarlo. Por su parte el ending es Moon River que también vuelve a ser interpretado por el grupo fhána, resultando en un tema ligeramente mas melancólico y lento en comparación del opening, pero igual de acorde y agradable como el resto de la banda sonora.


Esta es de las pocas series de esta temporada, por no decir del año que puedo recomendar ciegamente el que le den una oportunidad, ya que aun cuando posee ciertos problemas menores sus demás elementos son lo suficientemente fuertes como para superarlos. Por lo que si no han visto ninguna de las temporadas de Uchouten Kazoku les recomiendo encarecidamente el que le den una oportunidad y aprovechen de ver ambas y si han visto la primera ya deben saber si esta historia es para ustedes o no.

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