Si alguien me hubiera dicho el año pasado que una serie de golf me mantendría en el filo de mi asiento constantemente por dos temporadas completas, no solo no le hubiera creído, si no que le hubiera preguntado si se siente bien que golf es uno de esos deportes aburridos de espectar aun si entretenido de practicar. No obstante el poder del anime para exageradamente crear espectáculos a partir de las mas ridículas y absurdas de las ideas vuelve a la acción para presentarnos una montaña rusa de emociones. Lo que inicio como simple historia sobre dos chicas encontrando en una rival una nueva emoción que cambio la dirección de sus vidas en formas que no imaginaban, incluyendo con total seriedad un mundo de crímenes organizados, conspiraciones empresariales e incluso enredos familiares dignos de la mas extensa de las telenovelas que veo con mi madre, ha llegado a su correcta conclusión con todo el intenso y hasta absurdo melodrama que podríamos esperar de ella.
