lunes, 30 de septiembre de 2024

Reseña: Dungeon no Naka no Hito.

Quedándome en el tintero las ultimas series que he decidido reseñar de la temporada de verano antes de que me toque comenzar con un otoño cargado de secuelas interesantes y algunos títulos bastante esperados, creo que no esta mal que le dedique un espacio en mi blog a una de esas series que si bien pasaron sin mucha pena ni gloria, fueron un simple momento de descanso en medio de mi rutina semanal. Lejos de ofrecernos una épica de proporciones titánicas o un romance que vaya a derretir los mas fríos corazones, estando a medio camino entre querer ser una serie de chicas adorables haciendo cosas de maneras adorables y una curiosa exploración de la logística necesaria para mantener el genero de la fantasía; la entrada de hoy la dedico a una serie que llenándome de una paz similar a lo que siento con algo como Yuru Camp, fue uno de los espectáculos mas desenfadados en los últimos meses.

Siendo posible conocerla tanto por su titulo original de Dungeon no Naka no Hito, como por su localización oficial de Dungeon People, hablo de la adaptación animada por parte del estudio OLM del homónimo manga escrito e ilustrado por Sui Futami. Mismo manga que estando en publicación mediante la revista digital Web Comic Action desde 2020 a la fecha, a recopilado hasta el momento un total de cuatro volúmenes y con un quinto en camino. Con 12 episodios que se transmitieron en el periodo entre julio y septiembre de 2024, la producción de este anime cayo en manos de Sayaka Yamai quien previamente a dirigido series como Fantasy Bishōjo Juniku Ojisan to. Por su parte la composición y guiones de la serie fueron principalmente trabajo de Toshimitsu Takeuchi, con algo de apoyo por parte de Masanao Akahoshi. Bajo la dirección de Kenji Kato, el diseño de personajes fue responsabilidad de Hiromi Nakayama a quien podemos reconocer por participar en Odd Taxi. Sin olvidar el rol de Pieru y LASTorder a la hora de componer la banda sonora.

La sinopsis de esta serie es la siguiente: Entrenada desde pequeña por su padre para ser una eficiente miembro del gremio de ladrones, la joven Clay se gana la vida explorando calabozos en solitario en búsqueda de equipos y riquezas. Pasando tres años desde la desaparición de su padre tras entrar en un laberinto que jamás a sido conquistado, su nueva meta era descender hasta esas profundidades de las que nadie a escapado previamente en búsqueda de respuestas. Sin embargo cuando se encontraba luchando con un minotauro para abrirse paso un inesperado incidente la pone cara a cara con la actual entidad que en la actualidad esta controlando la mazmorra desde las sombras. Entre curiosidad y confusión ante la repentina situación, Clay termina siendo contratada para ayudar en el mantenimiento de las instalaciones, comenzando así a ver el detrás de escenas de todo lo que creía entender.

Siendo principalmente una historia sobre una estoica aventurera que buscando respuestas sobre el paradero de su padre termina trabajando con una joven jefa final que trata de mantener el rol que su maestro una vez ocupo, Dungeon People es una obra que con un humor seco y un ritmo algo monótono, nos invita a explorar con un paso lento las curiosidades de como construye su mundo alrededor de los usuales clichés que vemos en manga, anime y videojuegos de fantasía. Mezclando su simple comedia con una acción que se toma a si misma en serio, pudiendo ser brutal en contadas ocasiones, que para ser una serie relajante se permite derramar sangre con mínima censura en su uso de aberraciones cromáticas; este anime toma las mas básicas premisas para justificarla de maneras inesperadas que van poco a poco construyendo la lógica de un mundo que tanto para sus protagonistas como para el espectador comienza a volverse mucho mas grandes que solo las paredes de la mazmorra en donde giran la mayor parte de los eventos en sus episodios.

A la hora de hablar del aspecto visual de esta producción solo hay una palabra que se me viene a la mente, minimalismo. Decidiendo mantener una fidelidad a la parquedad de las paginas que adaptan, esta es una serie que no busca, ni desea, sorprender con un alto nivel de detalle que capte todas las miradas, pero es inteligente en el uso de sus recursos para ser consistentemente agradable a la vista. Sus colores pastel que parecen pintados con aerógrafo acompañan los sencillos diseños de personajes en los momentos de tranquila cotidianidad que hacen de este un show mayormente relajante, mientras juegos con el contraste y saturación adornan los ocasionales derramamientos de sangre. Por su parte la banda sonora si bien captura ese aire de fantasía que aprecio en una obra del genero, no es una que se robe el show dejando que los diálogos y extensas exposiciones sean para bien o para mal el foco de la experiencia. En lo que respecta a opening y ending, el tema de entrada es el animado "Micro Revolution" que interpreta el grupo femenino TrySail, mientras sus episodios cierran con el dulce sentimiento de retro RPG que ofrece el "Blueprint" de la cantante Akari Nanawo.

Sencilla al punto de que es fácil entender por que no destaco de entre las series mas grandes de la temporada de verano, esta obra nunca dejo de ser un espectaculo divertido incluso en sus momentos mas monótonos. Consistente con su tono de principio a fin, desde las mas mundanas sonrisas al ocasional desmembramiento, Dungeon no Naka no Hito resulta en un anime que apunta a quienes simplemente quieran dejar ir las preocupaciones del día viendo algo desenfadado y fácil de digerir. Quizás no sea material para competir por un puesto en mi top 10 del año, pero se gana al menos ser una mas que agradable recomendación para esos momentos en donde no hallen nada mejor que hacer con el tiempo en sus manos.

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