Normalmente cuando hablamos de recomendar novelas visuales es probable que lo primero que se les venga a la mente sean esas obras que exigen decenas de horas de atención de inicio a fin, por no hablar de las abrumadoras tareas que pueden ser aquellas cerca de las 100 horas de duración. Sin embargo no todo en este genero de entretenimiento requiere de tanto tiempo, ya que si buscamos podemos encontrar lecturas satisfactorias incluso en algunas de las mas breves experiencias que se han creado. Teniendo hoy por alguna razón el tema de novelas de naturalezas algo trágicas en mis reseñas del día, la obra de la que escribo en esta ocasión es una pequeña pieza de producción independiente que con lo justo y necesario, logra en poco mas o poco menos de una hora ser una pieza emocionalmente resonante con su publico, invitándonos a leer un cotidiano ensueño sobre encarar el aparente fin del mundo.
Siendo un remaster de la novela cinética doujinshi que saliendo al mercado en 2018 por el circulo distribuidor GENKAI OTAKU SPACE también conocida como Shatou Sombrero, nos encontramos con una obra que originalmente solo estuvo disponible en su natal japonés ganando cierto nivel de reputación en la categoría de juegos utsuge (títulos melancólicos, trágicos o depresivos), Kosaka-san es una producción que publicada como una obra freeware recientemente en mayo de 2023 a recibido traducciones tanto al idioma ingles como español, lo cual acompañado de unas nuevas ilustraciones y correcciones en su guion hacen mas accesible la historia que intenta contar en su hora o dos de duración dependiendo de que tan rápido suelas leer. Mientras su creador Tokoroten o también conocido en algunas redes sociales como hmrnuk se encargo de escribir todo el escenario, además de diseñar tanto personajes como los múltiples fondos que forman esta obra, la banda sonora se acredita a la pagina de música royalty free DOVA-SYNDROME.
La sinopsis es la siguiente: Después de un desagradable eventos el año pasado, nuestro protagonista sin nombre siente no encajar en la atmosfera de su clase manteniéndose en silencio y soledad. Decidiendo escapar de clases un día durante la hora de almuerzo pone rumbo a la azotea para comer en paz, sin saber que se encontraría con una misteriosa estudiante un año menor llamada Kosaka. Preguntándole su razón por estar en la azotea la respuesta que recibió fue una que no lo dejo indiferente. Proclamando como una verdad innegable que en próximos días un meteorito caerá acabando con toda la vida de la tierra, ella se prepara para saltar y terminar con todo bajo sus propios términos.
Escrita mayormente en las conversaciones de su protagonista y la epónima Kosaka-san, esta novela cinética sin opciones ni rutas alternativas es una inevitable tragedia que con personajes, filosofías, ideas y comentarios inevitablemente nos lleva a una conclusión que no podemos evitar, aun si hace un buen trabajo para que deseemos poder cambiar un poco lo que sucede aun si tenemos que resignarnos a ser solo testigos de la historia. Con un lenguaje simple que apoya a la idea de cotidianidad que acompaña a dos chicos cuestionando en los descansos entre clases los motivos para vivir cuando la muerte es algo de lo que no se puede escapar, un simple atisbo de romance como ya se a visto antes con cosas tan comunes como simplemente conversar en un local de comida rápida, además de diálogos sobre como cada uno ve el mundo bajo sus propios lentes con perspectivas que pueden no coincidir con lo que el resto cree que sucede, y finalmente un misterio predecible aun si fácil de ignorar hasta que las respuestas son puestas directamente frente al lector, esta lectura es una que si bien presente a sus elementos de una manera superficial al no tener tiempo ni recursos para extenderse o desarrollarlas mas allá de ciertos estereotipos, todavía se las ingenia para funcionar a un nivel emocional. En lo insustancial que puede llegar a parecer a simple vista, ofrece la oportunidad de pensar en nuestras propias respuestas a las preguntas que plantea de principio a fin, resultando en una invitación a reflexionar.
Siendo trabajo de un solo individuo el arte de esta novela cinética tiene su personalidad propia, tratando de capturar lo que parece ser la estética de un colorido cuento ilustrado con suficientes detalles que representen lo que quiere ofrecer pero sin demasiados para abrumar. No será lo mas profesional, aun si el remaster es todo un paso adelante con orgullo ante el original con su estilo de bosquejo, pero tiene emoción en la variedad de imágenes que acompañan la hora y tanto de lectura que se experimenta con este relato. Visualmente camina la linea entre lo cotidiano, lo surreal y el realismo mágico para capturar los tonos de la relación de el protagonista anónimo y Kosaka-san, realizando un satisfactorio trabajo. Por su parte la banda sonora al ser formada por temas y piezas libres de derechos de autor quizás no estén completamente planeadas para las escenas y emociones que se usan, pero bajo un tranquilo y melancólico piano el resultando es servicial cuanto menos en el producto final aun si las transiciones de las melodías necesitaban pulirse un poco.
No buscara ser una obra única o mas grande que la vida misma al punto de que sea una experiencia inolvidable, pero breve y fugaz cual simple ensueño que olvidas al amanecer, es probable que algunas de las emociones sentidas en su lectura te acompañen por el resto del día. Si bien sus temas alrededor del suicidio y el uso de drogas no la hacen para todas las personas, si están de animo para alguna tragedia esta novela es recomendación que puedo hacer sin miedo por que condensando correctamente en su duración su inicio, desarrollo y conclusión, le tomas cariño a su dúo protagonico aun si apenas los conoces por algunos minutos. No será perfecta, pero para el proyecto de una sola persona es algo sorprendentemente solido que a logrado darme un golpe emocional y recordándome mi final favorito al leer SubaHibi no estarán escuchando quejas por parte de mi.
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