viernes, 26 de febrero de 2021

Reseña: Strike Witches ROAD to BERLIN.

Tarde un total de 6 semanas entre secuelas, spin off, ovas y hasta una película, pero por fin es momento de cerrar el ciclo de textos sobre la serie de brujas sin pantalones y su constante lucha por recuperar  el territorio de las naciones perdidas ante las misteriosas fuerzas de un enemigo que parece estar siempre cambiando acorde a las tecnologías de sus rivales, ya que esta franquicia que iniciando en 2010 por parte del estudio Gonzo a llegado en la actualidad a manos de un estudio que nació de antiguos animadores de dicho estudio para entregar este proyecto a finales del pasado 2020. Así que llegando al final de este camino -por el momento- en donde me dedico a ver todo el material animado relacionado a "Wolrd Witches", me toca escribir esta entrada sobre esta tercera temporada de las aventuras del ala de combate aéreo conjunto 501, más conocidas por su titulo como las victoriosas Strike Witches.

Pasando 4 años desde la ultima adaptación animada del "World Witches" de Fumikane Shimada siendo el spin off Brave Witches lo ultimo visto de la franquicia, es estudio David Production quien llega como el encargado de llevar a cabo la tercera temporada siguiendo con lo legado de los estudios Silver Link, AIC y Gonzo, porque esta es una franquicia que no puede estar en un solo lugar pero sabe mantener su identidad. Con un total de 12 episodios transmitidos entre octubre y diciembre de 2020, Road to Berlin cuenta nuevamente con la dirección de Kazuhiro Takamura en su sexta entrega de la franquicia, aunque ahora se encuentra trabajando con el apoyo de Hideya Takahashi, contando con su equipo de trabajo usual para estos proyectos, como por ejemplo el retorno de los guiones supervisados por Tatsuhiko Urahata, música de Seikou Nagaoka, dirección de arte de Hiromichi Itou, y diseño de personajes por parte de Kazuhiro Takamura, solo por nombrar algunos de los créditos.

La sinopsis de esta secuela es la siguiente: Continuando pocos meses después de los eventos de la película de Strike Witches y el spin off de Brave Witches, se nos presenta el como tras las innegables victorias en los frentes de combate para liberar las regiones de Britania, Romania y Orussia del control de las hordas de drones que conforman el Neuroi, las fuerzas aliadas han decidido comenzar con una de sus más arriesgadas misiones tras el inicio de esta guerra que sumergió a gran parte del mundo en caos. Con las miras en recuperar Berlín de las garras de uno de los mayores nidos de Neuroi en toda Europa la disuelta unidad 501 vuelve al llamado del deber en el campo de batalla tras su ultima disolución, sin saber que el siempre adaptable enemigo esta preparando nueva cartas bajo su manga para poner a prueba y aplastar a todo lo que se oponga en sus planes de conquista sobre esta región. Así que Miyafuji y compañía se unen como una de las primera líneas de combate bajo el mando del general Patton, mientras se abren camino rumbo a un nuevo combate.

Roas to Berlin es todo lo que podrías esperar de una secuela de Strike Witches, para bien y para mal. El misterio sobre los orígenes del Neuroi sigue estando bajo llave al igual que el paradero del padre de Miyafuji, obviamente Yoshika salvara el día al ultimo minuto para cumplir con su rol de cuasi mesías en este universo, alguien sufrirá angustia por ver como sus poderes/utilidad en el servicio disminuyen y con ello sus días en la primera linea de combate y finaliza con un enorme "la batalla aun continua", pero bajo esos elementos recurrentes sigue siendo un espectáculo entretenido que equilibra sus momentos de humor más liviano con el drama bélico que viven las heroínas. Aunque hablando de drama bélico y lo cruel de la guerra, debo decir que un aspecto a favor de esta temporada en comparación a otras es que aunque el foco en las batallas son los duelos aéreos entre brujas y drones Neuroi, las fuerzas armadas demuestra su participación en el conflicto ya sea con el uso de buques, cañones, tanques o simplemente con rifles en momentos de desesperación, para demostrar una escala mucho mayor a lo que usualmente veíamos en la serie con el sacrificio de múltiples soldados que realmente no tienen mucha esperanza de causar bajas enemigas, dando un mayor impacto al desarrollo de los personajes que se ha visto a lo largo de cada serie bajo el peso de que realmente la victoria recae sobre sus hombros. Aunque ese pequeño cambio más dramático no quita que las chicas del ala 501 tengan algo de tiempo para relajarse entre batallas con sus momentos del día a día, incluyendo el reglamentario episodio de fanservice que en esta ocasión toma forma de un ídolo maldito que causa expansión de pechos cual apocalipsis zombie. Si no es roto, no lo arregles, ese parece ser el lema de esta producción donde aun si los eventos avanzan seguimos sin un final a la vista -aunque es debatible el si necesitamos uno, en primer lugar- pero esta sigue siendo una serie que pese a todo se deja disfrutar con su mezcla de comedia y acción, con su corazón puesto en el drama humano.

Ya hablando de el como se ve esta serie y su trabajo técnico a nivel visual tengo que volver un poco a lo que dije en la entrada que dedique a Brave Witches la semana pasada, porque donde esta ya sea por complacencia o limitaciones técnicas decayó en su abuso de los elementos digitales tengo que decir que David Production con los avances técnicos a logrado usar de manera mucho más consistente los modelos y escenarios generados por computadora de manera de que aun si puede ser notable no rompe la inmersión de las frenéticas escenas de combate, normalmente. Por lo demás las escenas animadas de manera más tradicional mantienen la estética y estilo que esta serie acostumbra, todo gracias a contar básicamente con los mismos encargados de producción a lo largo de toda una década de proyectos animados. Algo que mencionar de esta tercera temporada es que sigue la tendencia que hemos visto desde la película para disminuir un poco la cantidad de fanservice en la obra quitando mayormente la cámara voyerista y solo dejando los ángulos inherentes a hacer piruetas y acrobacias sin vestir pantalones lo cual en universo no es visto como nada fuera de lo normal, censurando convenientemente con objetos, fragmentos de ropa o incluso una misteriosa niebla de colores los momentos más arriesgados de sus episodios, aunque queda ver si para cuando salgan los BlueRay si esta censura continua existiendo o solo fue para tv. En lo que respecta a banda sonora ya deberían saber lo que opino de la instrumentalización de esta serie, funcional y perfectamente agradable pero fuera de los ritmos de marchas militares soy incapaz de recordar alguna pieza en particular de la música que ha sido usada. En lo que respecta a temas de entrada y cierre, tenemos a la cantante Yoko Ishida retornando a la franquicia para interpretar el opening "Yuuki no Tsubasa", mientras que las seiyuus que dan su voz a las heroínas de esta obra mantiene la tradición de interpretar varias versiones del ending, siendo en este caso el tema "Kimi no Tsubasa ni Akogarete".

Al final del día las series de "World Witches" no son lo que uno llamaría obras maestras ni mucho menos, pero son unas obras inmensamente fáciles de disfrutar si puedes pasar por alto algunos momentos algo cuestionables nacidos de su concepto de jóvenes soldados mágicas sin pantalones. Por su parte Road to Berlin es una aceptable tercera temporada, aun si no aporta demasiadas cosas nuevas a la franquicia, siendo una digna secuela que no intenta reinventar la rueda y en su lugar solo aumenta la escala de algunos de los elementos con ya tienen una década de antigüedad. Por el momento dejo hasta aquí los textos sobre las adaptaciones animadas de estas brujas sin pantalones, pero en unos meses me tocara regresar para escribir sobre como el estudio Shaft produce su propia versión de este universo al dejar la primera fila del combate para presentarnos a las cantantes que sanan la moral de las tropas con su voz, así que queda esperar hasta que salga Luminous Witch.

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