Reseña: Chio-chan no Tsuugakuro.

Como cada tres meses llega ese par de semanas en donde debo pagar por no publicar de manera muy seguida al tener que escribir múltiples entradas en un corto lapsus de tiempo. es decir estamos nuevamente en las reseñas que acompañan el final de la temporada.
Iniciamos con una de las comedias que me acompaño durante estos últimos meses, que pese a tener marcados altibajos logro sacarme algunas risas... incomodas, pero risas al final del día. Así que es hora de comenzar la entrada sobre el extravagante mundo de Chio-chan y como el mundo parece conspirar en que no pueda tener un viaje normal a la escuela.

Chio-chan no Tsuugakuro o también llamada Chio's School Road es uno de los mas recientes proyectos del estudio Diomedéa, adaptando en 12 episodios tanto como puede del manga homónimo escrito e ilustrado por Tadataka Kawasaki (conocido autor dentro de los círculos de doujins debido a sus obras para adultos) el cual se publico entre abril de 2015 y septiembre de 2018 llegando a contar con un total de 9 volúmenes.
El anime fue dirigido por Takayuki Inagaki, quien también escribió el guión. Mientras que Junichirō Tamura y Takashi Tachizaki se encargaron de la producción, Mayuko Matsumoto se encargo del diseño de personajes dejando a cargo de la música a Tomotaka Ohsumi.

La sinopsis es la siguiente:
Chio Miyamo es una auto-proclamada chica normal y poco interesante que disfruta pasando su tiempo libre con videojuegos occidentales, sin embargo poco importa el como ella se describa cuando enfrentada a diversos problemas para llegar de su casa a la escuela a tiempo su gusto por intentar peligrosas e impracticas maniobras la lleve a encontrarse con situaciones cada ves mas extrañas. Parkour, encontrarse con pandilleros, jugar kabaddi y muchos malentendidos son el pan de cada día en la "aburrida y normal" vida de Chio.

Puede que la historia a simple vista parezca un slice of life casual mas a la larga lista ya existente sobre las aventuras escolares de la protagonista de turno y sus amigas.
Sin embargo lo que hace peculiar a Chio-chan es que esta es una historia en donde lo mundano se vuelve asombroso, asombrosamente ridículo. debido particularmente a como las situaciones comunes van escalando de ser solo tomar un pequeño desvió para tratar de llegar a tiempo a clases en Chio teniendo que sobrevivir a situaciones cada vez mas absurdas mientras sus sobre-pensadas formas de escapar suelen terminar en malentendidos aun mayores.
Si algo voy a criticar a esta serie de humor, es que desde el manga se nota que el autor no a perdido ciertos hábitos de su carrera en los doujins y es cierto que puede llegar a ser molesto para mas de una persona el que haya toneladas de fanservice a lo largo de los episodios y en mas de una ocasión son innecesarios, no obstante cuando ayudan a rematar los chistes pueden ganar algo de valor añadido en la experiencia al agregar a los extravagantes sucesos (aunque mayormente están para sacar una risa incomoda de quien se leyó los doujins del autor y capta las referencias)

El estudio Diomedéa no es particularmente conocido por su maravilloso nivel técnico en lo que se refiere a los elementos visuales y música, sin embargo a lo largo de esta serie logra ofrecer un trabajo que bien puedo calificar de decente. Es cierto que ocasionalmente el apartado visual tenia claras bajas en calidad y deformaciones pero en su naturaleza de comedia con muchas escenas simples es algo difícil saber que tanto de esto fue apropósito y que tanto un accidente que no tuvieron tiempo de arreglar. Cuando mucho puedo mencionar que en este apartado que algunas escenas en cierto episodio fueran animadas en plan de hentai (si no entienden lo que digo, están mejor así almas puras) con tal de jugar con las expectativas puede ser cuestionable pero interesante como experimento.

Ya en lo que se refiere a la banda sonora estamos ante esas funcionales que no hechas en falta durante el transcurso de los episodios pero una vez finaliza eres incapaz de recordar por mas de tres segundos. No puedo quejarme en lo absoluto por que no tengo memoria de ella, pero en lo que respecta a lo que son sus temas de entrada y cierre al menos encontramos algo fácil de retener en nuestros cerebros, contando con el tema "Danger in my Tsuugakuro" a manera de opening, mientras que el tema "Nanairoad" cumple el rol de ending, ambos son canciones enérgicas y alegres interpretadas por Naomi Oozora y Chiaki Omigawa quienes dan sus voces a Chio y Manana dos de los personajes mas importantes en el reparto.

Por la naturaleza algo cuestionable de algunos de sus chistes que pasan desde el humor de escusado o obvios chistes picantes, este no es un anime de comedia para todos los gustos. Ademas tampoco busca ofrecer una visión o idea interesante para la vida ni nada del estilo. Es comedia en donde el punto de la historia es que no hay mayor punto, solo momentos absurdos de que reír.
Sin embargo les recomiendo que si tienen algo de tiempo disponible le den una oportunidad a uno o dos de sus episodios y decidan si es una serie para ustedes, por que a un nivel personal no pude dejar de reír con muchas de sus escenas y logro mantener mi interés a lo largo de estos meses aun cuando no fue mi comedia favorita (aunque no pienso especificar si era risa genuina o simplemente risa incomoda, ya que fue una mezcla extraña que no se describir).