Entremezclando dulce inocencia con sus ocasionales chistes de doble sentido para adornarlo todo en el brillante y colorido paquete de un anime de domingo para niños pequeños o preadolescentes, una de las series que me sorprendió bastante durante el periodo de otoño del año pasado fue un anime que a su manera trataba la idea de como crece aquel niño cuyo deseo de amistad da vida a uno de sus juguetes. Presentándonos así una experiencia similar pero al mismo tiempo bastante bajada de tono a algo como la película de comedia Ted. Disfrutando mucho más de lo que esperaba de su primera parte, dedico la entrada del día de hoy a su recientemente finalizada segunda temporada. Secuela que compartiendo tanto los puntos altos como bajos que caracterizaron a su predecesora, debía demostrar que tenia algo mas que ofrecer en sus episodios que chistes que a estas alturas podrían sentirse repetitivos.
Siendo la segunda temporada por parte de Toho Animation de Puniru wa Kawaii Slime o también conocida como Puniru is a Kawaii Slime, esta es la adaptación animada del homónimo manga escrito e ilustrado por el mangaka Maeda-Kun. Con Puniru siendo su primera serialización formal en una editorial tras sus inicios en circulos doujinshis, lo que comenzó como un oneshot por eso de 2019 se a vuelto una serie regular desde 2022 en las paginas de la revista infantil Bessatsu CoroCoro Comic con suficientes capítulos como para ser recopilada en nueve volúmenes de tankobon a la fecha de escribir esto. Cabiendo mencionar que en el transcurso de este año el manga gano una de las estatuillas en la setentava edición del Shogakukan Manga Award, el premio con mas antigüedad para la industria del manga. Volviendo al anime que nos ocupa con un total de 12 episodios al igual que su primera mitad, la dirección fue una vez mas dejada en manos de Yūshi Ibe. Una vez más la composición de la serie fue responsabilidad de Michiko Yokote junto a los guionistas Miharu Hirami y Rintarou Ikeda. regresa Aya Tanaka a encargarse del diseño de personajes. Sin olvidar a la compositora Izumi Mori quien sigue a cargo de preparar la banda sonora.
Repitiendo la sinopsis de la primera temporada: Cuando el joven Kotaro Kawaii era un estudiante de primaria que se vio solo y atormentado por otros debido a su gusto por todo aquello que el mundo considera lindo, que un milagro lo llevo a crear su mayor amigo al dar vida al slime Puniru. Inseparables compañeros durante años, ahora que Kotaro a entrado a la preadolescencia su relación se encuentra en un punto en donde no saben separar muy bien las distancias personales ante todos los cambios que ambos están experimentado. Mientras Puniru solo busca seguir siendo tratada como la linda criatura sobrenatural que es y llevando sus habilidades moldeables al punto de tomar múltiples apariencias bastantes femeninas, Kotaro intenta dejar atrás lo adorable para actuar de forma mas madura con tal de llamar la atención de la chica que le gusta. Esta es la historia de su días uno al lado del otro.
Apuntando a ese confuso periodo de tiempo entre la infancia y la adultez, en donde muchos niños intentan empezar a construir una imagen de si mismos, con toda la incomodidad y dudas que nacen cuando se esta en una edad en donde las cosas comienzan a cambiar. Esta absurda comedia toma notas de comedias románticas para jugar con las diferentes relaciones entre sus personajes que en su inmadurez intentan aparentar ser maduros, a ratos dando momentos bastante emocionales cuando algo de honestidad se asoma desde el protagonista, aun si lo que predomina por la gran mayoría de la serie es el colorido caos de una criatura que sin pensarlo dos veces intenta lo que sea con tal de conseguir un cumplido de su mejor amigo. Hasta este punto, esta segunda temporada es más de los mismo con sus temas de no temer disfrutar de lo que te gusta. Sin embargo con la adición de la androide Gelee y sus intentos de actuar como una humana más que un mero juguete como lo es Puniru, que esta parte de la historia se permite visitar por instantes sitios mas oscuros... Aunque sin nunca dejar de ser un kodomo, el desarrollo entre sus personajes finalmente es mínimo si no nulo.
El aspecto visual de esta serie continua siendo uno de sus puntos mas altos, esforzándose en su producción mas allá de los colores vibrantes y efectos especiales con los que podrían distraer a su publico más pequeño. Que entre el constante movimiento y energía de sus episodios, lo exagerado de las reacciones de sus personajes, sus ocasionalmente bellos escenarios, la constante secuencia de transformación que en esta ocasión recibe un pequeño retoque puntual y una plasticidad que pasa del humor al horror en instantes, este es un anime que mantiene el ritmo maniático que lo hace todo un espectaculo. En lo que respecta a la banda sonora de esta serie, nos encontramos con una funcional y juguetona serie de melodías que acompañan las energías del resto del show. Aunque no sean nada que vaya a escuchar fuera de su serie. Hablando de opening y ending en esta ocasión ambos covers son interpretados por Yuu Sasahara la seiyuu que presta su voz al papel de Puniru, siendo el tema de entrada "Brun-Brun", mientras el tema de cierre es "Ao to Natsu".
Cuestionable a ratos pero generalmente inofensiva, esta segunda temporada de Puniru wa Kawaii Slime trae mas del colorido caos que ya caracterizo a su primera parte meses atrás. Que iniciando algo lenta y repetitiva con sus chistes de siempre, se las ingenia poco a poco para demostrar sus mejores facetas al explorar aun si solo superficialmente sus ideas sobre como madurar no significa abandonar las cosas que te hagan feliz... Aunque la mayor parte de la experiencia solo sean bromas tontorronas. No será una recomendación obligada ni nada por el estilo, pero si disfrutaron la primera parte dudo que les decepcione esta secuela.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario