Reseña: Aku no Hana.

La rotoscopia es, a sido por ya mas de un siglo y probablemente seguirá por un tiempo mas siendo una de las muchas herramientas con las que el mundo de la animación puede trabajar. Esperando capturar la naturalidad y sutilezas de las expresiones humanas al trazar sobre fotograma tras fotograma de video metraje del mundo real, a resultado ideal para plasmar secuencias de bailes, el uso de instrumentos musicales o toda aquella acción con todo tipo de pequeños y variados movimientos. Menciono todo esto por que si bien es una herramienta que en mayor o menor medida se usa en muchas series de ayer y hoy, pocas veces la vemos como el elemento central de una producción debido al alto precio de la misma y lo hostil que puede ser su recepción en mas de un caso; llevando a que hoy les escriba de una serie que por mas una década a sido recordada en infamia por como no es lo que se acostumbra ver.

Bajo los nombres de Aku no Hana o The Flowers of Evil, en una clara y deliberada referencia a Les Fleurs du mal la antología de poemas de Charles Baudelaire que con mas de 100 años desde su primera publicación sigue siendo un afamado clásico literario por romper las tradiciones de su tiempo con sus temas de decadencia y erotismo, hoy dedico esta entrada a la adaptación animada por parte del estudio Zexcs del manga homónimo escrito e ilustrado por Shūzō Oshimi. Contando con un total de 13 episodios que se transmitieron entre abril y junio del año 2013; esta obra tuvo en su rol directoral al particular director y animador Hiroshi Nagahama, quien conto con los guiones escritos por Aki Itami. Mientras tanto la dirección artística de la serie resulto responsabilidad de Kentarō Akiyama, dejando los retoques del diseño de personajes en manos de Shuichi Shimamura. Sin olvidar la participación del compositor y arreglista Hideyuki Fukasawa en la banda sonora.

La sinopsis para esta obra es la siguiente: Takao Kasuga es un joven estudiante de secundaria que interesado en la literatura y poesía, reverencia los trabajos los escritos de Charles Baudelaire hasta el punto de tener un retrato del autor enmarcado en su cuarto. En lo que parecia ser un día como cualquier otro, el devolverse a recuperar su copia de la antología de poemas "Las flores del mal" que olvido durante sus horas de clase lo llevaría a perder la tranquilidad de su día a día. En un impulso del momento Takao termina robando el vestuario deportivo de su compañera Nanako Saeki, a quien el idealiza como su mujer ideal. Avergonzado por el pecado que a cometido, con horror descubrirá que su inadaptada compañera Sawa Nakamura fue testigo de sus actos. Chantajeado por Nakamura, Kasuga se vera empujado a cometer mas actos de dudosa moral con tal de entretenerla y así evitar que su secreto sea rebelado. Atrapado en su monótono pueblo entre las montañas, hundiéndose entre sus pecados y conciencia, para bien o para mal esta es su historia de juventud.

Haciendo honor al titulo que a elegido para si mismo y las expectativas que puede generar al referenciar a ese clásico de la poesía moderna que en su momento fue censuro, si no prohibido por lo "inmoral" de las palabras contenidas en sus paginas; Aku no Hana es una historia de crecimiento personal envuelta en miseria, incomodidad y desagradable opresión. Con un ritmo lento que disfruta de extender sus silencios para que el espectador no pueda sentirse cómodo frente a los sucesos dentro de la pantalla, lo que empieza como un pequeño pecado cometido en un momento de debilidad se convierte progresivamente en un relato sobre jóvenes reaccionando ante el peso de las expectativas del mundo, muchas veces encontrando catarsis inmediata aun si posteriormente tendrán que verse obligados a vivir con las consecuencias de sus actos. Atrapados en un pueblo entre las montañas en donde los días no parecen avanzar, sus personajes pueden parecer arquetípicos a simple vista pero sin filtro alguno sus grises moralidades nos llevan a ver como estos adolescentes se hunden en todo tipo de situaciones que van de lo vergonzoso a lo criminal. Buscando validación en su individualidad aun cuando se espera que sigan caminos ya establecidos en sus futuros, ansiedad e inseguridad marcan cada momento de esta historia que con trece episodios intenta presentarnos la belleza y dolores que acompañan de formas únicas el crecimiento de cada individuo... aun cuando cubriendo poco menos de la mitad del manga que adapta, por más de diez años a llenado de miseria y agonía a quienes todavía esperan por alguna secuela.

Como decía al inicio de esta entrada, tanto para bien como para mal este es uno de esos únicos espectáculos que abraza en su totalidad la rotoscopia como el vehículo con el que su mensaje y emociones llegan al espectador. A ratos increíblemente expresiva con el lenguaje corporal de sus personajes y en mas de una ocasión llevándome al valle inquietante de mirar directamente a los rostros de los mismos, es el diseño de personajes el punto mas debatible sobre esta producción, que a propósito o no resulta incomoda de ver en mas de un sentido. Por su parte los escenarios son toda una belleza desde los estériles y oxidados rincones de la ciudad que con su extraño realismo establecen la monotonía que sienten los protagonistas de esta obra, a los momentos mas simbólicos y surreales de sus instantes de catarsis. Por su parte, la banda sonora de Aku no Hana es una que sin apego a ninguna tonalidad definida solo busca incomodar al mezclar tanto instrumentos como sonidos ambientales. Siendo piezas como Inori no Yuube o Katsubou no Jikaku buenos ejemplos de lo que pueden esperan oír en este anime. En lo que respecta a opening y ending, el tema de entrada en este anime las cuatro versiones que conforman el "Aku no Hana" del productor discográfico Uchujin con Noko, Mariko Goto y Shiho Namba como cantantes invitados. Mientras tanto el tema de cierre que viene a concluir con las miserias de sus episodios resultan las incomodas versiones de "Hana -a last flower-" que interpretan ASA-CHANG & JUNRAY.

Mi experiencia con mi revisionado de Aku no Hana tras más de 12 años desde que puse mis ojos en ella por primera vez sigue tan contradictoria como aquel 2013, aun si hoy en día me balanceo un poco mas al lado positivo de esta obra, encontrando la bella historia de crecimiento que se oculta en su miserable relato pero apartando aun la vista por lo equivocado que se siente disfrutarla pese a su incomodidad. Quizás su rotoscopia siga enviándome al valle inquietante en mas de una ocasión, pero superando mis prejuicios nacidos de mis primeras impresiones, su uso es honestamente el aspecto que realmente separa a este anime como una de esas obras únicas que como mínimo merecen una oportunidad para ver lo que esta clase de animación y una dirección artística a conciencia pueden ofrecer... Aun si en su miseria sea probable que no quieras volver a recordarla en un buen tiempo. Por mi parte, cuando pueda debo volver a leer la obra original de Shūzō Oshimi.