Reseña: Yuri Is My Job!.

Melodrama, conflicto, mal entendidos y ocasionalmente selecciones de las peores decisiones posibles en la emoción del momento, bajo la apariencia inicial de las mas clásicas piezas de Clase S con sus amores platónicos y/o prohibidos en los cuidados jardines de lirios que adornan una prestigiosa academia privada solo para señoritas, la realidad con la que nos encontramos es la de estéticas flores plásticas, papeles ya designados y la ficción de una institución que solo existe como la decoración de un escenario al que su publico asiste para que les mientan con una fantasía representada en vivo. No nos engañemos por su apariencia, porque yuri es parte de su titulo o por el hecho de que alguien pensó que se puede clasificar como comedia, que siendo una de las experiencias mas curiosas entre las series de la temporada de primavera que todavía estoy despidiendo, el anime al que le dedico esta entrada es una que desafía las expectativas del publico entre sus difusas verdades y mentiras.

Con el titulo original de Watashi no Yuri wa Oshigoto Desu! y su localización al alemán de Schwestern in Liebe!, Yuri Is My Job! es la adaptación animada del manga homónimo escrito e ilustrado por la artista Miman, el cual a estado en publicación desde noviembre de 2016 en las paginas de la revista Comic Yuri Hime donde a entregado suficiente material como para tener doce volúmenes recopilatorios y contando. Siendo producido en la cooperación de los estudios Passione y Lings, este anime de doce episodios fue transmitidos entre abril y junio de 2023, estando bajo las manos del director Hijiri Sanpei quien se acredita de momento como uno de los participante en el futuro reinicio animado de Spice & Wolf. Los guiones fueron escritos por Naoki Hayashi quien ya a tenido este rol en obras como Citrus, Flip Flappers o Higurashi Gou-Sotsu. El pasar los diseños de personajes de las paginas del manga al formato animado fue responsabilidad del animador Taisuke Iwasaki. Mientras tanto la banda sonora se acredita al trabajo de la compositora y arreglista Megumi Oohashi quien a trabajado en producciones como Yume-iro Pâtissière y Blue Dragon.

La sinopsis de esta obra es la siguiente: Hime Shiraki vive para ser la representación de la linda chica que le agrada a todos a su alrededor, teniendo el sueño de algún día con su belleza volverse la esposa trofeo de algún famoso millonario que la aleje de toda dificultad. Sin embargo cuando accidentalmente se tropieza con la joven encargada de un café su fachada va a ser puesta en uso, que manteniendo la imagen de una honesta y servicial jovencita decide aceptar cubrir algunos turnos ayudando en el negocio. Sin embargo Hime descubrirá que su rol no es simplemente servir como mesera, si no que al mismo tiempo tiene que jugar el papel de una estudiante de la ficticia academia privada Liebe para señoritas al ofrecer un servicio en donde venden la fantasía y el ambiente de una pieza clásica en la categoría del amor entre chicas. Entre las caras falsas que muestran al publico cada día y las emociones que realmente experimentan, ni ellas saben que tanto de ellas es mentira o verdad.

Lejos de ser el idílico romance platónico que presenta con su fachada, esta historia de doble caras, manipulaciones y secretos es una que a fuego lento prepara una red de mal entendidos en las relaciones de sus personajes que facilmente se superarían si estas chicas pudieran ser honestas consigo mismas y las demás, pero tan acostumbradas a sus roles y apariencias, les es difícil separar lo que es verdad de las mentiras en lo que realmente sienten o piensan. Con una protagonista que en un primer episodio deja una mala imagen como una simple trepadora caza fortunas y un resto de personajes que pasan del chantaje, la antipatía o la obsesión tras las falsas sonrisas que le muestran al mundo, hay una exploración de sus personajes que puede resultar entretenida -aun si solo por morbo- de seguir para ver hasta donde pueden llegar con sus actos, empujando sus eventos hasta que las cosas que ocultan tengan que ser confrontadas de la manera mas dramática posible como si se le echará combustible a la mas mínima pisca de fuego. Muy en el fondo esta obra intenta ser emocional mas que racional con el tema de lo difícil que puede ser comunicarse con otros cuando palabras y actos pueden ser diferentes entre si, pero entre las capas y capas de falsedad con la que adorna su mundo en el café, es el tras bambalinas que en todo su melodrama oculta algunas delicadas piscas de honestidad resulta en la mayor fuente de interés para seguir viendo solo para saber en que finalizara. Aun si como adaptación de los primeros volúmenes de una obra que sigue en publicación, estamos lejos de las conclusivas respuestas que podríamos desear.

En lo que respecta a la producción de esta serie, estamos ante un solido trabajo. Su paleta de colores cálidos y brillantes resulta agradable a la vida, la cual jugando entre luces de tonos artificiales y naturales se permiten diferenciar los segmentos mas mundanos de las actuaciones que interpretan las protagonistas. Por su parte los escenarios son pocos para una serie que mayormente sucede en poco mas de las paredes del café en donde trabajan, pero con un mínimo apoyo de CGI y cuidados movimientos logran montar algo que resulta servicial si bien esta lejos de ser variado. La banda sonora sigue una misma linea a la animación. Siendo agradable a los oídos y servicial al tono de las escenas que tiene que acompañar, aunque al menos para mi poco memorables fuera del tema insertado en el cuarto episodio, con sus mezclas de clásicos instrumentos de viento y cuerdas. En lo que se refiere a los temas de entrada y cierre para esta serie nos encontramos en el opening con el tema "Himitsu Melody" que es interpretado por la seiyuu Yui Ogura, mientras el ending es "Yume ga Samete mo" interpretado en dueto por las seiyuus Yui Ogura y Sumire Uesaka.

Melodramática como cualquier telenovela de la tarde/noche, Yuri Is My Job! no es un anime para los gustos de todos los públicos. Tardando facilmente tres o cuatro episodios en mostrar sus verdaderos colores al introducir en una luz bastante negativa a sus protagonistas, requiere un cierto compromiso para continuar adelante con la historia que quiere contar. Constantes malentendidos y emociones que no saben como expresar mueven algunas de las peores decisiones en sus actos o palabras, llevando a conflictos que pueden ser interesantes dependiendo de como se exploren mas allá de las contradicciones que forman a sus personajes. Si buscan algo dulce o en general romántico, esta serie no es algo que les vaya a recomendar. Pero si están dispuestos a darle una oportunidad a esta obra, quien sabe, su drama puede que les parezca interesante cuanto menos.