Con todas las mejoras tecnológicas en comunicación, transporte y demás aspectos de la vida, el genero del cyberpunk es uno que a cobrado bastante relevancia en tiempos recientes. No obstante no es nada nuevo en este mundo, con muchos de sus exponentes más clásicos ya contando sus décadas, de entre estas producciones y con más de treinta años desde su estreno oficial, Bubblegum Crisis es un clásico que pese a estar un poco en las sombras hoy en día, sigue siendo una de esas obras que en su momento ayudo no solo a popularizar el genero si no que fue una de las obras emblema durante la gran expansión del anime en este lado del mundo durante los años noventa como para llegar a lo que es en el presente. Aun si esta lejos de ser una obra perfecta especialmente para los estándares de hoy en día, no deja de tener sus valores que han superado el paso del tiempo como para que su nombre aun se recuerde.
Bubblegum Crisis o también posible de encontrar como Bubblegum Crisis 2032 es una serie de 8 ovas que varían entre los 30 y 50 minutos de duración aproximada, que fueron publicadas originalmente entre los años 1987 y 1991, producidos por el trabajo en conjunto de los estudios AIC, Artmic, Darts, las cuales por peleas internas terminaron pasando de un proyecto que planeaba tener un total de 13 episodios a finalizar solo con 8. Bajo la producción de Junji Fujita y Toru Miura nos encontramos ante una obra dirigida por Katsuhito Akiyama, contando con los guiones de Toshimichi Suzuki, con diseño de personajes de Kenichi Sonoda y diseño mecánico de Shinji Aramaki, sin olvidar la música de Kōji Makaino. Siendo originalmente un proyecto que iba a ser un remake de la película Techno Police 21C de Toshimichi Suzuki, Bubblegum Crisis con sus altos valores productivos se volvió en un clásico cyberpunk que pese a problemas legales logro obtener algunas secuelas, spin off y readaptaciones en la década de los noventa.
La sinopsis de estos ovas es la siguiente: El año es el futurístico 2032, Tokyo tras sufrir un terrible terremoto a sido reconstruido en una megalópolis gracias al apoyo de la mega corporación Genom y sus incansables trabajadores mecánicos llamados "Boomers", los cuales aunque pueden llegar a parecer humanos a simple vista ocultan sobrehumanas habilidades. No obstante bajo esa humanitaria faceta, Genom expande su influencia tanto en el aspecto civil y militar con sus normalmente invencibles maquinas. Esta amenaza se hace visible cuando ocasionalmente estos Boomers se descontrolan o son usados por malas manos en situaciones donde la policía apenas puede hacerles frente con su anticuada tecnología y armas. Sin embargo una misteriosa fuerza de vigilantes conocidas como las Knight Sabers será la mayor esperanza para los civiles en contra de estas amenazas mecánicas, ya que armadas con armaduras de alta tecnología se enfrentaran contra las diversas fuerzas que desde las sombras intenta tomar el control de Mega Tokyo y el mundo.
Bubblegum Crisis es la historia de un grupo de mujeres fuertes y bastante independientes luchando en ocasiones como mercenarios y en otras simplemente por su cuenta para mantener el estado de relativa paz del mundo en el que viven de no caer completamente en las maquinaciones de personas que usan las nuevas tecnologías para controlar la ciudad, o aquellas entidades que simplemente buscan destruir es status quo para reinar sobre las ruinas. Todo esto inmerso en un mundo donde mega corporaciones mueven los hilos en el fondo sin importar las tragedias que creen con tal de conseguir lo que desean, al mismo tiempo que las tecnologías están llegando bastante cerca a rebelarse contra sus creadores. Puede sonar algo básica como premisa hoy en día, pero esas bases han probado durante años que en manos capaces pueden ofrecer algo más que interesante y la historia de esta obra en particular es en sus mejores momentos uno de los factores que hacen de esta una experiencia satisfactoria con heroínas con claras razones para luchar, pero no se puede negar que los problemas legales entre productoras causaron tropiezos a la hora de cortar el guion de la serie terminando con que los personajes no se exploren a fondo, y con la formula episodica tenemos historias individuales que nos entregan un par de episodios particularmente débiles justo después de un solido primer episodio y un final que deja todos los cabos sueltos en este relato, en forma de un eterno continuara. Con múltiples referencias a otros contemporáneos clásicos del genero en general esta obra hace lo justo y necesario para existir, pero no es particularmente única en sus elementos narrativos que en el fondo se quedan en trilladas historias de venganza, conspiraciones y resultados de los trabajos de científicos poco éticos.
Sin embargo donde la narración de una historia simple salpicada de referencias y homenajes a obras como Blade Runner o Streets of Fire por nombrar algunas, dejaba algo que desear por todo el potencial perdido en medio de disputas de ejecutivos, es el trabajo técnico puesto en escena lo que todavía hace esta una obra digna de tener en cuenta. Aunque claramente un fruto de su época, sus elementos claros de finales de los ochenta e inicios de los noventa logran crear una mezcla de elementos futuristas y anacrónicos que le dan a esta obra una apariencia bastante atemporal aun si claramente se puede ver que es una obra retro. Por lo demás entre técnicas imposibles de recrear completamente con las nuevas tecnologías, nos encontramos ante un trabajo rico en detalles -especialmente en elementos mecánicos- que sabe priorizar en las secuencias de acción en las caóticas calles de una ciudad envuelta en construcciones y maquinaria, por otro lado aunque no es el ova más sangriento de su época contiene algo de violencia grafica y un par de desnudos parciales que tener en cuenta si se desea verla. No es lo mejor de su era, pero esta entre los mejores representantes de lo que se podía hacer en esos tiempos. En lo que respecta a la banda sonora nos encontramos con uno de los mejores y más memorables elementos de Bubblegum Crisis, que no por nada casi todos sus episodios cuenta con lo que bien podríamos considerar como un montaje musical ochentero en toda regla y gloria, con temas como Konya wa Hurricane y Rock Me que sacan a lucir esa mezcla pegajosa de rock y sintetizadores que marco a una generación. Ya en el sonido más en general nos encontramos con un buen trabajo en lo que son las voces mientras los sonidos más instrumentales no dejan de ser funcionales.
Esta es una obra iconica cuanto menos, pero al mismo tiempo peca un poco de simple y arquetípica, aunque esto ultimo se le puede perdonar por salir cuando dichos arquetipos estaban recientemente en construcción, no obstante nadie puede negar su espacio como una pequeña pieza de historia en la industria del manga/anime y personalmente no es una mala serie que ver comiendo una palomitas. No esperen nada particularmente revolucionario al mundo actual o un mensaje profundo, pero si piensan seguir mi recomendación y darle una oportunidad, estén dispuestos a disfrutar con todo lo que este fruto algo incompleto de su era quiere intentar, que ignorando los episodios 2 y 3 la serie se deja disfrutar bastante pese a carecer de un gran final, o siquiera un verdadero cierre...
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