Existen obras que se vuelven especiales según el momento en que llegan en tu vida, siendo The Tatami Galaxy una de estas para mi por haber coincidido con mis estudios superiores. Usando creativamente la idea de los bucles temporales para contar una historia sobre apreciar el presente y actuar por lo que queremos en lugar de cegarnos con los infinitos posibles futuros, todo presentado con una animación poco ortodoxa pero realmente expresiva. Por lo mismo el anuncio de que tras una década se adaptaría una breve continuación de las aventuras de sus particulares personajes aprovechando de promocionar las novelas originales fue algo que me llamo la atención desde el principio, siendo el espectaculo con el que me encontré finalmente una obra que manteniendo su mismo mensaje logra presentarse tan fresca como nostálgica en una nueva aventura entre lo surreal y lo mundano.
Tatami Time Machine Blues o su original titulo de Yojouhan Time Machine Blues es el nombre que recibe tanto en novelización como proyecto animado la secuela de las Crónicas mitológicas de los 4 Tatamis y medio del escritor Tomihiko Morimi, mas conocida como The Tatami Galaxy, siendo ambas novelas traducidas e impresas en ingles para finales de este año para por primera vez tener una publicación internacional, que solo la aclamada serie de 2010 por parte del director Masaaki Yuasa dentro del estudio Madhouse a sido por años el referente de esta obra en occidente. Siendo originalmente una adaptación literaria del guion de la obra de teatro y película Summer Time Machine Blues de Makoto Ueda pero con el reparto de personajes escritos por Morimi, esta serie de seis onas producidas por el estudio Science Saru se estrenaron en septiembre dentro de algunas salas de cine en su natal tierra del sol naciente mientras se distribuía de manera digital por Disney+ desde agosto de este año. La serie fue dirigida por Shingo Natsume contando con el mismísimo Makoto Ueda escribiendo el guion en este nuevo formato, contando con el diseño de personajes fue trabajo de Yusuke Nakamura, mientras la banda sonora fue compuesta por Michiru Ōshima.
La sinopsis de esta obra es la siguiente: Es un caluroso verano, lo suficientemente caluroso como para derretir las ilusiones de una vida universitaria color de rosa de nuestro protagonista si no fuera por que en su destartalado dormitorio su habitación es la única con un aire acondicionado. No obstante pasando el tiempo con sus amigos tras ayudar al club de cineastas un accidente acaba por destruir el control remoto que era la única forma de hacer funcionar aquella reliquia que mantenía baja la temperatura. Perdiendo sus ánimos por el calor y con algunos extraños sucesos alrededor, el día después del incidente simplemente se encuentran con lo que parece una maquina del tiempo en el pasillo y pensando que solo era una broma de alguno de los residentes deciden probarla, sin saber la aventura que vivirán cuando esta maquina realmente les permita viajar y hasta alterar el pasado.
Pudiendo ser disfrutada sin necesidad de conocer su predecesora aun si gana bastante de haberla visto por los pequeños detalles nostálgicos, esta no es la historia mas original sobre viajes en el tiempo, pero no necesita serla para tener su propia identidad. Tatami Time Machine Blues inicia con nuestro protagonista sin nombre tratando de pasar un verano junto a sus amigos, vecinos y compañeros de estudios universitarios, nuevamente se nos presenta la moraleja de apreciar nuestro presente aprovechándolo tanto como nos sea posible, valorando a las cosas y personas que tenemos a nuestro alrededor sin dejar que expectativas sobre el incierto futuro nos cieguen de lo que tenemos enfrente, sin embargo en lugar de ser una obra que nos hable sobre el futuro, juega mas con la opción de que harías de tropezarte con el poder de cambiar el pasado y sus posibles repercusiones. Perdiendo el tiempo cuestionando si estos actos no son negarnos a nosotros mismos como resultado de incluso las mas pequeñas coincidencias y si el recuperar un control remoto funcional vale la pena el riesgo de destruir la linea temporal, mientras determinismo y libre albedrio adornan un espectaculo que desea ser mas una comedia que otra cosa, mientras el romance y el misterio alrededor de esta maquina del tiempo solo es un poco mas del día a día de estos personajes. Esta es una obra sobre todo y nada a la vez, un alegre sin sentido como una charla casual entre amigos de la que no hay que pensar tanto que no es un discurso filosófico, pero si puedes sacarle una moraleja positiva al finalizar la experiencia pues mejor todavía.
Contando con el regreso o mejor dicho la reunión de muchos de los integrantes de la producción original de The Tatami Galaxy, Shingo Natsume logra recapturar la peculiar estética atribuida al semi-retirado Masaaki Yuasa usando su experiencia como uno de los directores de episodio en aquel proyecto para mantener la coherencia de las decisiones artísticas detrás de estas adaptaciones. Un diseño de personajes no convencional que no teme salirse de modelo, una mezcla de escenas que van desde el mas simple dibujo a fotos del mundo real editadas según convenga a la escena, colores mayormente planos que dominan las emociones de sus momentos, son solo algunos de los elementos que permiten explicar mucho con solo lo que podemos ver en pantalla, representando siempre el punto de vista del protagonista narrándonos la historia aun si en las aproximadamente dos horas que dura Tatami Time Machine Blues queda en algo un poco mas sobrio que su predecesora.
En lo que respecta a como escuchamos esta serie, la mayor parte del reparto de voces de la serie original vuelve para esta producción ayudando a mantener la familiaridad con su publico. Mientras tanto la musicalización de esta obra es servicial y altamente efectiva a la hora de construir una atmosfera adecuada a las emociones y estado mental del momento, con piezas que bien valen la pena escuchar por separado al anime, que en una obra repleta de monólogos y diálogos constantes como lo es esta es posible que las pasemos de alto sin querer. Por su parte lo mas memorable de la experiencia bien serian los temas de entrada y cierre para estos ovas, siendo estos el opening es "Demachiyanagi Parallel Universe" por parte de la banda ASIAN KUNG-FU GENERATION y el ending "Time Machine Blues" interpretado por el dueto entre Chloe Yhun y Phil Matthews.
Tatami Time Machine Blues no es una serie para todos los gustos, no por nada particularmente negativo sino que en su naturaleza tan estilizada en lo poco ortodoxo solo llama a un publico dispuesto a verla bajo sus propias reglas. Ráfagas de dialogo que abrumaran al que no este preparado, una animación con una textura casi irrepetible y una historia sobre buscar a uno mismo en las posibilidades de volverse un joven adulto, si estas cosas fueron las que amaron de The Tatami Galaxy por eso del 2010 en adelante esta obra es una que recomiendo den una oportunidad no para superar su primera parte, pero si para ser un reencuentro con algo especial. Por otra parte si nunca han visto ninguna de las dos y se sienten con ganas de algo experimental vean que les parece, son curiosas cuanto menos.
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