Mas cercana a las novelas románticas de antaño que a lo que hoy en día consideramos el yuri moderno, con un parecido mas a experiencias clásicas como Maria-sama ga Miteru o Strawberry Panic! al caminar la linea entre lo platónico y romántico que se suele plasmar en sus academias solo para señoritas vuelvo por segunda semana con una reseña de uno de los títulos de la serie de novelas visuales para todas las edades que decidí como tema para este mes del amor. Bastante delicada con su arte, siendo su mayor fuerza el desarrollo de sus personajes por sobre los mundanos misterios que presenta como tensión en su día a día, los primeros amores creciendo en primavera quedo colgando en el aire y no sabremos su destino hasta que caiga el frio del invierno, pero siendo el turno del cálido verano en esta historia de estaciones toca en esta ocasión acompañar el relato de dos chicas que se verán derritiendo los muros de hielo que han puesto para ocultar sus verdaderos sentimientos.
Siendo el segundo de los títulos que conforman esta tetralogia de novelas visuales de romance clásico del estudio desarrollador Innocent Grey, Flowers -Le Volume sur Été- es una secuela de los eventos vistos en Le Volume sur Primtemps que decide cambiar la perspectiva de los eventos al contar la historia desde los ojos de una nueva protagonista aun si la historia previa sigue en movimiento. Originalmente lanzado al mercado japonés en 2015, no fue hasta el año 2018 que vio su salida al mercado occidental con la localización oficial al ingles por parte de la editora JAST USA, aunque cabe la pena mencionar la existencia de un parche informal al español por parte de FLOWERS ESP. Continuando bajo el escenario creado y escrito por Shimizu Hatsumi contando con la asistencia de Suzuka Miya, mientras la dirección, arte y diseño de personajes cae una vez mas en manos de Miki Sugina, esta obra cuanta nuevamente con la banda sonora del compositor MANYO.
La sinopsis para esta novela visual es la siguiente: Autoproclamándose una excéntrica solitaria prefiriendo estudiar en su cuarto del internado por conveniencia de su silla de ruedas, la cínica Erika Yaegaki intenta a su manera ayudar a su compañera amante de los libros, Suoh Shirahane, tras la repentina desaparición de la chica a la que esta le confeso su amor y había parecido corresponder sus sentimientos. Sin embargo con la llegada de un temprano verano y un nuevo grupo de estudiantes a la academia privada, su vida a su propio ritmo se ve interrumpida cuando se le asigna una "amitie" o compañera de cuarto en la forma de una seria y taciturna Chidori Takasaki, quien insiste en llevarla a clases con las demás todos los días. Con dos personalidades que parecen chocar constantemente, especialmente tras un primer encuentro que empezó con un mal pie, las dos personas que no pueden ser del todo honestas con sus palabras tendrán que convivir y apoyarse mutuamente.
Con una duración de unas doce a dieciséis horas aproximadas, dependiendo de que tanto usemos el las opciones de conveniencia a la hora de ver sus 10 posibles finales, Le Volume sur Été nos presenta una historia que si bien es simple en ejecución no deja de ser una efectiva lectura. Dramática a ratos aun sin hacerse pesada y con misterios tan vacuos que no vale mucho la pena tratarlos como tal aun si para las protagonistas puedan significarles el mundo, Flowers usa la observación e introspección de la cotidianidad cual slice of life para presentar como pequeños gestos, simples placeres y el actuar del día a día va formando a sus personajes como personas y el como dos extrañas comienzan a volverse mas que eso. Pasando de una querida personaje secundaria a la protagonista en este volumen, Erika nos presenta un camino en donde pese a sus palabras cínicas y humor auto despreciativo por su discapacidad poco a poco comienza a ser honesta consigo misma y con quienes la rodean, especialmente con su compañera de cuarto en la que no puede evitar verse reflejada en sus iniciales actitudes frías. Con pasados que formaron quienes son hoy en día aunque no quieren sentirse encadenadas a ellos, es el presente que estas chicas comparten y el futuro que pueden crear la gran fortaleza de esta novela, que si bien es menos intensa en su melodrama comparada a la primera parte, no deja de tener lo justo entre agridulces escenas y simplemente dulces momentos. En lo que respecta al resto de personajes, aun si tomaron o mantienen roles secundarios no han dejado de mostrar algo de desarrollo en paralelo aun si no es turno de que sus historias sean el foco de la serie todavía.
Continuando con el apartado artístico que dota a esta serie de novelas con una aura elegante y delicada que unifica a sus cuatro títulos, las bellas y modestas ilustraciones de Miki Sugina regresan con las sutiles emociones que acompañan el día de sus personajes y los momentos que comparten internadas en la academia, jugando bastante con elementos recurrentes que refuercen las ideas del como las protagonistas toman su compañía como parte de sus rutinas. Careciendo de mucho de lo que normalmente se llamaría fanservice o exageración a favor de capturar una estética mas asociada a piezas mas clásicas del romance con un dibujo mas platónico que sensual, nos encontramos con la simple interfaz de usuario decorada con elementos florales de la primera parte que funcional y agradable a la vista, no distrae la lectura. aunque jugando un poco mas con efectos especiales en esta segunda parte, pequeños movimientos en los retratos de sus personajes y brillos en sus ojos logran hacer mucho con muy poco a la hora de dar aun mas personalidad a la experiencia.
Manteniendo la linea que ya había dejado su predecesora, nos encontramos con una clásica composición de instrumentos como piano, violines, acordeones entro otros elementos orquestales que junto a los ocasionales cantos de algunos de sus personajes, crean la atmosfera apropiada a las emociones que se experimentar a lo largo de los días de las estudiantes en la academia Angraecum. Sin robarse el espectaculo pero como un acompañamiento apropiado a los distintos sucesos de la novela, temas como Angraecum Summer, The Procession of the Fairy Tales, Erika, L'enfant perdu, Fille Solitaire, Monologue Summer y Rapunzel, son ejemplos del abanico de emociones que se pueden encontrar junto a sus horas de lecturas. Solo contando con un doblaje en japonés, es un trabajo bastante efectivo para capturar sus personalidades y emociones de sus protagonistas a través de sus voces, ofreciendo al mismo tiempo bastante control de volúmenes desde las configuraciones.
Siendo una lectura que se cocina a fuego lento para presentar las intimas relaciones de sus protagonistas que en palabras coloquiales pasan de dos tsun a dos dere de una manera bastante natural, Le Volume sur Été me a parecido una experiencia mucho mas redonda que Primtemps por el simple hecho de sentirse completa por si misma, aun si el epilogo extra al que accedes tras ver todos los finales es incentivo suficiente para querer saber que se oculta realmente tras todas las aparentes simples leyendas de la academia y sus desapariciones. Mientras el que será de los brotes de primavera todavía es algo a lo que debo esperar, disfrute bastante de las pasiones del verano y continuando con mis planes la próxima semana me tocara escribirles sobre los últimos frutos que maduran con el otoño, que melancólica pero inevitablemente llega otro volumen a esta historia que cambia con las estaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario