Reseña: Saguri-chan Tankentai.

Siendo de esas fechas en donde decido leer obras de una manera mayormente aleatoria me he reencontrado con una curiosa pieza de lectura de la que escribí algunas impresiones cuando todavía estaba en publicación, por lo que no pude evitar la oportunidad para ver que impresión me ofrecía ahora que a pasado su tiempo desde su conclusión. Siendo a simple vista un desenfadado slice of life mas entre la gran lista de relajantes representantes en su genero, hoy escribo de una sencilla y ligera historia sobre el ingenuo y genuino espíritu de aventura que representar la búsqueda de la belleza existente a nuestro alrededor, apostando por el uso de contadas paginas a color para reflejar el viaje experimentado por sus personajes entre acampadas y paseos por diversos sitios presentes a lo largo y ancho de Japón.

Saguri-chan Tankentai o también llamada Saguri's Exploration Party, es el primer manga serializado formalmente por la mangaka Youko Akiyama quien puede ser conocida tanto por sus oneshots como principalmente haber sido una de las asistentes del popular artista Kōhei Horikoshi, autor de Boku no Hero Academia mismo manga del que se encuentra realizando un spinoff. Iniciando como un oneshot que estreno en enero de 2017 mediante la revista digital Shounen Jump+, este manga conto con un total de 38 capítulos de publicación en linea entre agosto de 2017 y enero de 2019, los cuales posteriormente serian recopilados en cuatro volúmenes impresos en el formato de tankōbon.

La sinopsis para esta lectura es la siguiente: Cuando Tsumugu era un niño pequeño tenia una enfermiza mejor amiga de nombre Saguri Shinobima. Esta incapaz de salir de casa por su débil disposición era feliz con libros sobre el mundo exterior y las historias de aventuras que su amigo le compartía. Si bien en algún momento de sus vidas se dejaron de ver por unos años, un casual encuentro con una actualmente energética aun si torpe Saguri les hará recordar la promesa que alguna vez hicieron de viajar y tener una aventura juntos, buscando paisajes y situaciones que recordar en el mundo que los rodea.

Con una historia y personajes que pese a serviciales a las ideas que explora el manga no dejan de ser poco profundos, esta lectura se deja disfrutar en un ritmo pausado en donde la idea de viaje y asombro al compartir nuevas experiencias es el pilar central de todo lo que intenta plasmar en sus paginas. Desde subir una montaña, visitar un parque, volar cometas en el cielo, recorrer sitios abandonados o simplemente disfrutar de la vista de la ciudad desde un lugar mas alto, toda experiencia puede ser vista como pequeñas o grandes aventuras con la mentalidad correcta y ese es uno de los principales temas de este manga, junto a mencionar algunos interesantes puntos turísticos que su autor piensa merecen algo mas de reconocimiento como para invitarlos a visitar de ser posible. Si bien no profundiza demasiado en ninguno de sus aspectos ya sea humor, turismo, trivia o hasta romance, hace lo suficiente como para interesar en que busquemos nuestras propias formas de ver lo que seria una posible aventura que mientras no nos encerremos algo podríamos encontrar.

Sin embargo si hay un aspecto que hace destacar a este manga bien viene a ser la ventaja que tuvo como una publicación originalmente digital, es decir sus memorables paginas a todo color. Aunque no es el manga mas detallado o único que haya leído en todos estos años, tiene un dibujo lo bastante limpio e identificable como para no me dejarme ningún motivo del que quejarme con su trabajo en blanco y negro, que resulta agradable a la vista y es fácil de leer. Pero es en las ilustraciones pintadas que encontramos la mejor representación de las memorias que sus protagonistas van creando y encontrando durante sus días de juventud, usando en mas de una ocasión el formato de pagina doble para presentarnos una que otra postal que me he pensado usar de fondo de pantalla en algún dispositivo.

Si bien no es la lectura mas interesante o intrigante que haya tenido entre manos con sus simples premisa y personajes, su único y mayor encanto es uno que entra facilmente por los ojos. Si bien creo que se podría haber intentado algo mas con todo lo de sus brillantes paginas a todo color, es una ligera e inofensiva lectura que ofrece pintorescas escenas que en sus mejores momentos me han reencendido mis deseos por un cambio de aires y salir a caminar bajo el cielo azul. Mientras no esperen demasiado de esta obra, su optimista sentido de la aventura es algo que puedo recomendar sin mucho problema si tienen el tiempo.