Iniciando como un simple spinoff de un juego de mesa occidental creado en los ochenta, que fue adaptado a los gustos del publico japonés de mediados del 2000, Queen's Blade se hizo de su un nombra durante ese años con sus adaptaciones y materiales derivados, considerándose como uno de los clásicos y memorable ejemplos que mezclaban acción y desnudos parciales como forma de entretenimiento, aun si se les recuerda mayormente mas por lo segundo. Donde la primera temporada era poco mas que una satisfactoria introducción de sus personajes y motivaciones para luchar como poco mas que simple fanservice, es la segunda parte la que viene a desarrollar el torneo que da nombre a la serie prometiendo desarrollar los conflictos de cada una de las contrincantes por la corona.
Queen's Blade Gyokuza wo Tsugu Mono, Queen's Blade Inheritor of the Throne o mas conocida en este lado del mundo como Queen's Blade The Evil Eye es la segunda temporada de la adaptación animada por el estudio Arms y es la secuela directa de Queen's Blade The Exiled Virgin. Con un total de 12 episodios que originalmente se transmitieron el mismo 2009 con solo unos meses de diferencia con la primera parte, también incluyeron eventualmente seis ovas dedicados mayormente al fanservice que a la historia presente en el anime. El equipo de producción no sufre mayores cambios entre las temporadas, contando una vez mas la dirección de Kinji Yoshimoto, los guiones de Takao Yoshioka y Masaru Yokoyama encargándose de la producir nuevamente la banda sonora para este espectaculo. Queda repetir que la popularidad en su momento de este concepto llevo a múltiples materiales relacionados en diversos medios, desde mangas, ovas, figuras, videojuegos, novelas ligeras, entre otros, incluyendo un relativamente reciente intento de reiniciar la franquicia bajo el nombre de Queen's Blade Unlimited.
La sinopsis para esta secuela es la siguiente: Queen's Blade, el torneo que cada cuatro años por derecho divino otorga la autoridad de gobernar el continente en su totalidad a la ultima combatiente en pie. Sin importar especie, cultura o ambiciones, toda mujer mayor de 12 años dispuesta a tomar armas puede participar en esta lucha. Leina en sus viajes repletos de peligros como una guerrera vagabunda se vio envuelta en las batallas preliminares que guiaron sus pasos junto al de otras luchadoras de todo tipo a Gainos la capital de la reina regente, Aldra. Bajo su siniestra y absoluta mirada, el torneo va a comenzar estén las luchadoras listas o no, poniendo a prueba sus resoluciones para tomar armas en combates donde deben dejar todo a la vista, deseos, miedos, deseos o piel. La corona solo espera a quien tras arduos combates sea capaz de quitarla de manos de actual dueña, quien en su trono espera por el desafío de quien podría ser su sucesora.
Caminando en la tenue linea que separa entre que su historia es solo una excusa para ver a estas guerreras en armaduras que protegen menos su pudor que sus puntos vitales, del genuino desarrollo de sus personajes en una épica de alta fantasía, nos encontramos con que la segunda temporada de Queen's Blade toma los puntos buenos del trabajo previo al presentar los diferentes deseos y mentalidades de las combatientes, para aprovecharlos a la hora de poner sus voluntades de victoria en conflicto a lo largo del torneo, demostrando algo de madurez tras lo vivido en el viaje hasta este punto. Mientras duelos uno a uno no necesariamente a muerte cubren la mayor parte de este espectaculo, conspiraciones y misterios de las fuerzas que desean influir o derrocar el derecho divino hacen subir la tensión sobre quien finalmente se alce a tratar de derrocar a la reina y tomar su lugar, aun si nunca explican sus razones para querer eso, en una historia que no teme atreverse a dar trágicos destinos a algunas de sus heroínas que sabían los riesgos de lo que intentaban. No es nada original en lo que intenta, sigue siendo el mismo cliché de fantasía heroica con poca ropa de la primera temporada, pero al mismo tiempo hace funcionar lo que tiene de manera que el resultado final sea satisfactorio. No hay que esperar un profundo comentario en las naturalezas del conflicto ni mucho menos, pero desarrollando las semillas que planto en su primera parte tenemos un mas que correcto espectaculo.
Que puedo decirles de los aspectos técnicos en un trabajo con solo meses de diferencia a la primer parte y que repite equipo de producción, mantenemos el nivel visto si no lo supera en momentos puntuales. Teniendo todas las características del anime de sus tiempos, que con mas de una década ya podemos llamarla retro, no a envejecido especialmente mal mas allá de algunos efectos especiales. El detalle de sus personajes es tan fiel como le es posible a los animadores de Arms el adaptar las ilustraciones de los libros para juegos de rol, mientras intentan lucir una que otra coreografía que haga emocionantes las escenas de batallas, en un esfuerzo que aun si no siempre funciona es mas positivo que negativo. Aunque uno podría pensar que el torneo no ofrecería la misma cantidad de escenarios variados para los combates, el uso de magia como justificación y ocasionalmente filtros de colores intrusivos llevan a que se intente generar variedad para cada uno de los duelos. Por su parte la banda sonora es mas de lo mismo, lo cual no es una critica. Masaru Yokoyama creo una mas que correcta orquestalización para una épica aventura y con pequeñas adiciones, no deja de ser un fondo ideal para esta serie, aun si el tema que mas destaca sigue siendo el homónimo, Queen's Blade. El opening para esta temporada es en sencillo "Ochinai Sora" interpretado por la cantante ENA, mientras el ending es el tema "Buddy-body" interpretado por las seiyuus Kugimiya Rie, Goto Yuko y Ito Kanae en sus roles como sirvientas de la bruja.
Siendo facilmente una mejora pequeña pero sustancial a su predecesora, The Evil Eye es debatiblemente el punto mas alto de todas las adaptaciones animadas de Queen's Blade... lo cual honestamente no apoya mucho mi deseo de volver a ver lo que sigue, pero habla de los méritos que logra tener este anime pese a que innovación nunca es uno de ellos. Tanto los que disfruten del fanservice gratuito como los que no podrían encontrar algo interesante a lo largo de sus doce episodios, que combates, unas pizcas de intriga y algo de desarrollo de personajes -por mínimo que sea- dan sabor a un show que facilmente podría haber sido solo desnudos con la excusa de que la ropa se rasga en medio del combate. No será para todos los gustos, pero si están dispuestos a aceptar los elementos ecchi que casi, casi, cruzan ciertas líneas para una mayor clasificación, tampoco es que vaya a ser un mal rato.
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