Aunque nunca a sido ajeno al mundo de la animación por tener una cantidad de fanáticos que adoran este medio, los monstruos gigantes de Toho han visto en los últimos años el como sus historias pueden ser plasmadas en este medio y las gentes del mismo. Desde que Hideaki Anno dirigiera un live action en 2016 donde se explorara la política real que afectaría el reaccionar ante la aparición de un super organismo, a Singular Point el anime colaboración entre los estudios Orange y Bones que en 2021 nos presento un relato sobre físicas cuánticas dando vida a monstruos más allá del tiempo y espacio. Sin embargo había uno de estos intentos que me negaba a revisitar, no por ser animada en forma digital o los nombre involucrados que ambos detalles me gustaban, si no por que el ritmo lento me alejo en un primer intento. Pero por fin dándole una merecida oportunidad a la trilogía, puedo decir que las ideas hacen de esto algo que ver, aun si la ejecución no es lo que todos puedan esperar.
Oficialmente siendo un proyecto anunciado en eso de mediados del 2016 por parte de un estudio Toho interesado una vez mas en llevar a sus monstruos iconicos a relacionarse con el mundo del anime, especialmente como su primera película animada para la franquicia y segunda cinta en el periodo Reiwa, las películas escritas por el reconocido guionista Gen Urobuchi y animadas por el estudio Polygon Pictures se conforma de tres cintas que rondan la hora y media de duración cada una. Siendo la primera Planet of the Monsters que estreno en noviembre de 2017, la segunda City on the Edge of Battle estrenando en mayo de 2018 y la ultima parte de la trilogía The Planet Eater estreno en noviembre de 2018, todas llegando al resto del mundo mediante Netflix un par de meses tras su estreno en cines nipones. Escrita por Gen Urobuchi con la asistencia de Murai Sadayuki, estas películas fueron dirigidas por el dúo Kōbun Shizuno y Hiroyuki Seshita, diseño de personajes por parte de Yusuke Kozaki quien en sus trabajos incluye algunos Fire Emblem y No More Heroes, cinematografía en manos de Kousuke Kawamura y una banda sonora por el afamado Takayuki Hattori quien trabajo previamente en cintas como Godzilla vs. SpaceGodzilla y Godzilla 2000. En 2018 comenzó la publicación de una manga que expande los eventos, junto a algunas novelizaciones como material adicional a esta historia, pero no han salido de su natal Japón.
Siendo una historia donde Godzilla gano su batalla con la humanidad, tomando el rol de la forma de vida definitiva en la tierra. Nos encontramos con la humanidad y los otros alienigenas que llegaron a la tierra durante el periodo de aparición de los monstruos, huyendo al espacio en búsqueda de otro mundo habitable sin kaijus en el que restaurar sus civilizaciones. Con estas ideas Urobuchi mira atrás en el tiempo a los orígenes de Godzilla y compañía en las películas clásicas para crear las bases de una mitología con la que llevar su mensaje, al mismo tiempo que homenajear obras previas y el legado que han dejado. No solo en las rápidas referencias a un enorme catalogo de monstruos que ataco a la humanidad en sus últimos días como terrícolas, que esto se explora mas en la novela precuela Monster Apocalypse de la cual aun no encuentro una traducción a mano, sino que en los roles e ideales de sus personajes, que acompañando a los humanos en este viaje tenemos a otras dos especies. Los Bilusaludo que comparten el trasfondo, tecnologías y rol de los alienigenas que en la era Showa construyeron a MechaGodzilla. Mientras la otra raza son los religiosos Exif que pese a ser algo original en apariencia con tal de guardar como sorpresa su rol para la ultima película, son una representación temática de uno de los alíen más clásicos para esta franquicia, los Xilliens y su relación con la alada muerte dorada. Esto, junto a otros detalles construyen un punto de partida tan familiar como nuevo para los fanáticos de estas criaturas para una historia que no va de monstruos gigantes, si no de lo que nos hace humanos, aun si queremos reconquistar nuestro mundo de las garras del rey de estos.
Godzilla Planet of the Monsters, la lucha del hombre contra la naturaleza.
Planet of the Monsters, no confundir con Monster Planet of Godzilla que fue una presentación en 3D para un par de parques de diversiones, es la primera de las películas que conforman la trilogía presentándonos una alianza entre humanos y alienigenas que tras viajar por perceptibles 20 años en el vacío del espacio sin encontrar mundos habitables, deciden dar marcha atrás para ver si al menos puede conseguir reabastecer sus recursos que la situación cada día es mas dura que el anterior encerrados abordo del Aratrum. Lo que se encuentran en su llegada es una tierra recuperada por su naturaleza tras 20000 años sin la humanidad, repleta de bosques primigenios y nuevas formas de vidas, todo bajo la mirada de un Godzilla que no parece haber envejecido ni un día desde su ultimo encuentro con las especies que expulso del planeta. Preparados ahora con nuevas tecnologías armamentistas y un posible entendimiento del funcionamiento de los poderes del rey de los monstruos, el protagonista Haruo y el resto de tripulantes con sed por venganza en contra de Godzilla termina dirigiéndose a un combate donde reclamar quien gobernara este mundo. Llevado por su odio a decisiones precipitadas al atacar a una bestia que no parecía tener un interés inmediato en la humanidad, Haruo se las arregla para lograr su misión de eliminar a este Godzilla aun con algunas perdidas humanas y materiales en su lado, solo para que la celebración de victoria sea interrumpida por la aparición de un mucho mas grande, mucho mas antiguo y mucho mas poderoso Godzilla que se encuentra al ataque tras la destrucción de su vástago.
Godzilla como tal a lo largo de los años a servido como representación de muchas cosas, desde el miedo al poder atómico después de la segunda guerra mundial, la venganza de las almas furiosas de los muertos o un espíritu guardián, sin embargo tanto para Godzilla Fillius como Godzilla Earth en esta encarnación nos presentamos con la muestra máxima de la evolución, el "en teoría" mas poderoso de sus versiones, la venganza de Gaia o simplemente como una fuerza de la naturaleza. El ser humano desde siempre a luchado dentro del ecosistema con tal de llegar a la cima, tratando de aprender como soportar sus embates y eventualmente dominarlo, adaptándonos al mundo y tratando de adaptarlo a nuestra supervivencia. Planet of the Monsters toma uno de los conflictos literarios mas antiguos, solo para presentarnos como una nueva criatura nos gano en el intento, tanto planta como animal Godzilla Earth no conquisto el ecosistema expulsándonos de el, el se volvió el ecosistema, obligando a flora y fauna a adaptarse a su presencia. Una fuerza con la que no se puede razonar, el destructor de nuestra civilización reina en un jardín hecho a su imagen, donde incluso nuestros intentos de reclamar nuestro ancestral hogar es inútil en un mundo que nunca volverá a ser como antes. Siendo la película con la mas consistente cantidad de acción en pantalla se nos presenta como la humanidad podría tener una oportunidad de recuperar su puesto en la cadena alimenticia al acabar con Godzilla Fillius en un combate donde se usa todo lo aprendido sobre el, solo para recordarnos con la aparición de su enfurecido padre que en este universo nuestro papel es pequeño, estando rodeados de poderes más grandes de los que podremos llegar a controlar alguna vez.
City on the Edge of Battle, el hombre contra la tecnología.
La secuela comienza con Haruo y algunos pocos de sus compañeros siendo atendidos por nativos locales tras el despertar de un enfurecido Godzilla que los ataco de inmediato, los Hotua vástagos de la humanidad que sobreviven en coexistencia con un Mothra que duerme en un huevo tras morir en su ultimo combate, culturalmente parecen ser humanos que han retrocedido a un nivel tribal y ven en los que cayeron del cielo guerreros que pueden traer desgracia o gloria a este mundo. Eventualmente reuniendo a los sobrevivientes del equipo que vino a la tierra a luchar, la alianza entre humanos, Bilasaludos y Exifs se encuentran con un arma que no solo sobrevivió intacta tras el paso de 20000 años desde su ultimo intento de uso, si no que durante este tiempo se a esta reparando, mejorando y expandiendo, hasta construir lo que sus antiguos creadores llaman Ciudad MechaGodzilla. Originalmente un intento de los Bilasaludos (Simians en la era Showa) para derrotar a Godzilla y luego conquistar la tierra solo para ser destruido por el rey de los monstruos antes de estar completamente terminado, tomar el control de las nanomaquinas que por milenios estuvieron corriendo sus programas de reparación y asimilación con tal poder enfrentar a Godzilla es la única opción que tienen para acabar esta batalla con una victoria humana. Sin embargo poder corrompe y poder absoluto corrompe absolutamente, llevando a que en sus deseos de victoria los Bilasaludos en el equipo comiencen la asimilación de seres vivos en MechaGodzilla, que según su lógica trascender las debilidades de la mortalidad y dejar la humanidad es el siguiente paso en la evolución si queremos reemplazar a Godzilla.
MechaGodzilla siempre a sido como una antítesis para el lagarto atómico, que como mínimo replicando su imagen posee armamento como para darle pelea, sin embargo tematicamente Ciudad MechaGodzilla es el reflejo perfecto para esta encarnación. Donde uno es una forma orgánica de terraformación que permite la evolución y vida mientras coexista con su imagen del mundo, el otro es una forma artificial de asimilación que no parara hasta haber devorado todo con tal de replicarse a si mismo dejando polución a su paso, no una mísera imitación, si no que un opuesto de similar poder, un dios artificial sin mente que solo consume. El conflicto entre el ser humano y la tecnología es uno relativamente nuevo, pero donde el enfrentamiento con la naturaleza nacía del miedo ante algo que no podemos controlar, este es un caso del miedo a perder el control de nuestras propias creaciones o perder con ellas lo que nos hace ser nosotros en primer lugar. En medio de un comentario donde los Bilasaludos llaman simples "insectos" a los nativos que dejaron de perseguir tecnologías y el como el resto de la alianza mira con desconfianza lo mecánico del pensamiento de los Bilasaludos, la pregunta de ¿Qué posee mas alma, aquello que regreso a la naturaleza como simples animales o aquello que abraza el trascender con las maquinas? marca el tono en donde Haruo y su cada vez mas reducida compañía deben tomar una decisiones sobre que es el mal menor en su búsqueda de recuperar la tierra, dejar vivir a Godzilla tras como destruyo la civilización o matarlo dejando a la Ciudad MechaGodzilla sin enemigo que lo detengan de devorar el resto del mundo y con algo de tiempo, quizás consumir otros mundos.
The Planet Eater, la lucha del hombre en contra de Dios.
La controversial tercera parte y final de la trilogía. Haruo es más consiente que nunca de todo lo que a perdido en su misión de vengarse de Godzilla, perdiendo su única oportunidad de acabar con el de una vez por todas con el poder de Ciudad MechaGodzilla, por que hacerlo era convertirse en un monstruo aun peor al que enfrentaba. Buscando una esperanza a la que aferrarse en su confusión tras haber perdido amigos y objetivos tras sus decisiones en la tierra, mientras en los cielos los tripulantes del Aratrum debaten lo ocurrido, el observa como su restante amigo y confidente, el sacerdote Metphies, comienza a promover fervientemente la religión de los Exifs entre los desesperados sobrevivientes. Donde la voluntad humana por la supervivencia y la tecnología Bilasaludo fallaron en concluir el combate, la oferta de rezar por una intervención divina les parece a muchos una ultima oportunidad, cayendo así en manos de la manipulación de un culto que vino a la tierra por una sola razón, hacer descender al rey del vacío. Ajeno a las leyes de este universo, destrozando el espacio y tiempo a su paso, el tirano de otra realidad que a estado manipulando a los Exifs para permitir su entrada a este mundo, Ghidorah se une a la pelea, devorando al Aratrum y con el todo intento de la humanidad para sobrevivir fuera del planeta, la muerte dorada cumplirá el deseo de todos por ver a Godzilla destruido, aunque el precio de esto será la vida de todo ser en la tierra. Sin forma de cumplir su venganza contra el rey de los monstruos, solo queda para Haruo el intentar cancelar la invocación de Metphies o morir junto al planeta en el intento.
"Kingu" Ghidorah siempre a sido una amenaza ajena a este planeta, presentándose como un apocalipsis alado que arrasa con todo a su paso, sin embargo tengo que decir que es "Otaru" Ghidorah quien realmente vive a la altura de su nombre como el devorador de mundos. Aunque vagamente se asemeja a la silueta del dragón dorado de tres cabezas que conocemos, con un tamaño que se mide facilmente en kilómetros, estamos ante una criatura completamente hecha a partir de energía cósmica la cual se mueve imponiendo las leyes de su universo mientras invade el nuestro gracias a sus cultistas. Donde antes el hombre se enfrentaba al miedo de estar contra fuerzas incontrolables o que escaparon de su control, acá se nos presenta a la humanidad frente a lo indescriptible, una rebelión ante la voluntad de algo con un control mayor sobre lo que conocemos. Siendo la respuesta a la paradoja de Fermi en este universo, toda civilización lo suficientemente avanzada termina encontrando, construyendo o dando nacimiento a una entidad que la llevara a su final, los humanos tienen a Godzilla que quizás nació de sus desechos radioactivos o fue la respuesta del planeta para acabarnos, los Bilasaludos con algo de tiempo hubieran sido devorados por su enjambre de nanomaquinas que llaman MechaGodzilla y los Exifs en su búsqueda de comprender el espacio tiempo no solo encontraron el concepto de nihilismo y entropía, si no que un ser interdimensional que vivirá mas que este mundo y los tiene de misioneros para encontrar planetas que devorar (una inversión de su relación usual con los Xillien en la era Showa).
Ciclo de venganza, la lucha del hombre contra si mismo.
Aun con tres te las interpretaciones mas aterradoras -en concepto, no ejecución- de tres de los monstruos mas clásicos en esta franquicia, esta trilogía honestamente nunca trato de los monstruos incluso si son literalmente los títulos de las películas, si no que esta es una historia sobre la humanidad. Usando las reglas del simbolismo los Bilasaludos representan la parte mas lógica de la humanidad, mientras que los Exifs la parte mas emocional de nuestras mentes, tratando de guiar nuestras decisiones en direcciones diferentes según lo que nos enfrentemos. Aun si los conflictos externos que son los kaijus parecen ser la mayor amenaza para nuestra supervivencia, es el eterno conflicto interno entre los humanos el que bien viene a hacer que para el final de los eventos prácticamente todos en la alianza encontraran su muerte arrastrados por el ciclo de venganzas y obsesiones que no pudieron dejar atrás. Entre largas exposiciones de jerga científica, predicaciones religiosas y monólogos sobre la moral de la venganza y el deseo de supervivencia, bien puede parecer cínica y gris con todo y su final, aunque deja suficientes puertas abiertas como para interpretar desde el agridulce a la mas amarga tragedia, en una oportunidad de pensar sobre si realmente vale la pena el daño necesario para vencer a estas entidades, porque cual es el punto de recuperar un mundo en el que ya no puedes vivir, de que sirve morir aferrado al orgullo y la ambición excesiva.
Al final del día Ciudad MechaGodzilla fue destruida, Ghidorah fue enviado de vuelta a su mundo y Godzilla reina una vez mas en este, con los humanos restantes aceptando su derrota coexistiendo con los Hotua, sin embargo hay quienes aun no se conforman con el estado de las cosas. El obsesivo ciclo de venganza de Haruo le a enseñado algo en todo este viaje, desde las perdidas que aun intentaba justificar en la primera película, al simple arrepentimiento que carga para finales de la segunda, incluso cuando intenta coexistir sabe que su odio bien puede ser la causa un nuevo desastre, el decide acabar con el ciclo de la única imperfecta manera que la humanidad a encontrado en todos sus años, destruir totalmente uno de los bandos, llevándose consigo los últimos rastros de nanotecnología esperando así destruir los pecados del pasado, Haruo acepta su muerte enfrentando el aliento atómico de Godzilla deseando por que la nueva humanidad tenga un futuro en donde no repitan su actuar. Puedo ver un intento de dar una conclusión en donde incluso en una batalla que a sido inútil desde el inicio se le permite al protagonista morir con un sentido de propósito que de esperanzas al creer en un futuro para los que quedan. Quizás desconfié de la humanidad casi al punto de la misantropía en su ejecución, pero incluso observando algunos de nuestros peores aspectos se quiere creer que quizás pueda haber un mejor mañana para los que queden concluyendo tres agrias películas con una nota dulce.
Aquí es donde bien podrían pensar que escribiré como esta es una trilogía de películas logra con la fuerza de sus temas el volverse una experiencia completa pese a la falta de acción, que por algo llevo escribiendo esta entrada, pero no es del todo correcto. Las ideas están allí y una vez vista las tres películas son fascinantes, pero en ejecución, o consumiendo las películas una a una, es frustrante. Puedo entender que por tiempo y recursos Kōbun Shizuno y Hiroyuki Seshita vetaran las grandes escenas de acción que Gen Urobuchi deseaba con sus abominaciones de gran escala, con nanomaquinas descomponiendo y reestructurando materia o un dios de la muerte alterando la realidad, pero no puedes esperar que tras mencionarme que son las versiones mas poderosas en existencia de estos monstruos para no hacer nada visualmente llamativo con ellos como para demostrarlo, que pese a una que otra pequeña escena poco es lo que hacen, que reconozco que la muerte dorada usando dilatación temporal para decirle omae wa mou shindeiru a sus victimas fue genial, pero luego la acción entre kaijus no hace nada. Con décadas de trayectorias en la franquicia se a demostrado que se puede balancear la acción de enfrentar kaijus con temas mas serios, pero esta es una trilogía que peca en su propia pretensión de seriedad al apoyarse demasiado en uno de los lados de la balanza. Esta es una experiencia polarizadora donde dependerá mucho de tu gusto y paciencia el que tanto estés dispuesto a aceptar de sus temas, pero al menos en mi opinión es algo que no lamento ver, pero si quieren tomar eso como una recomendación intenten ver las tres películas tan juntas cómo les sea posible.
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