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jueves, 6 de enero de 2022

Senki Zesshou Symphogear, emoción hecha canción.

Cuando estreno exactamente hace una década atrás nadie pensó en el impacto que tendría en el mundillo del manga/anime una pequeña producción original por parte del estudio Satelight, que entre criticas mixtas y una pobres ventas de dvd no parecía tener un futuro claro. Sin embargo el primer intento de Noriyasu Agematsu compositor musical fundador del grupo Elements Garden y su amigo el guionista Akifumi Kaneko por hacer un anime imposible que reuniera todas las ideas e influencias con las que ofrecer un espectaculo como pocos, sentó bases que entre tropiezos y aciertos sus secuelas llevaron hasta una digna conclusión. Mezclando drama y angustia paralizadora con la impulsividad del shonen en las vidas de sus personajes, caminando entre la cuerda floja de las chicas mágicas y el Super Sentai con sus transformaciones, con un patrón cuestionable de enemistad con la luna, terminando siendo un musical entre mal entendidos e improvisaciones, hoy déjenme escribir un poco de una bestia fantasiosa hecha de piezas de diferentes géneros y afortunada imperfección.

Senki Zesshou Symphogear o también conocida como su traducción de "Swan Song of the Valkyries Symphogear", o simplemente Symphogear para acortar, fue un proyecto original producido principalmente por el estudio Satelight con el apoyo de Encourage Films durante sus primeros episodios, siendo una serie cuyos 13 episodios se transmitieron entre enero y marzo de 2012. Siendo dirigida por Tatsufumi Itō, esta primera temporada contó con los guiones de Akifumi Kaneko quien creó el concepto de esta obra junto al líder del grupo Elements Garden, Noriyasu Agematsu, aun si la enorme cantidad de ideas que tenían fueron recortadas para acotarse a sus tiempos disponibles. Agematsu junto a Hitoshi Fujima y Junpei Fujita, ambos miembros de su banda produjeron bastante de la iconica banda sonora e instrumentalización de la serie junto a sus diferentes seiyuus, llamando especialmente la atención nombres como Nana Mizuki, Ayahi Takagaki, Aoi Yuuki, Yuka Iguchi y Minami Takayama por nombrar algunas de las más importantes. En general la primera temporada tuvo una recepción mixta del publico pero pobres ventas en lo que era la serie en dvd, sin embargo con los cd de música vendiendo como pan caliente, Symphogear como franquicia tuvo la oportunidad de una secuela titulada Symphogear G en 2013 que daría un salto en popularidad y ventas cuyo patrón de incremento continuaría con cada nueva entrega hasta la conclusión vista en 2019 con Symphogear XV, pasando de ser una pieza de nicho relativamente poco rentable a una más que respetable licencia de anime.

Hablando de los aspectos técnicos para iniciar con este texto, no podemos negar como la primera temporada de Symphogear visualmente a envejecido mal dando no la mejor de las bienvenidas a quienes escuchan los detalles de sus secuelas, siendo el mas débil de sus aspectos. Posee un sentido de la estética que le da identidad, y la composición ofrece tanto planos interesantes como coreografías de combate interesantes, que existe un esfuerzo para que luzca bien, pero los recursos no están allí como para cumplir todas sus metas. tonalmente es ecléctica uniendo colorido slice of life animado a tropiezos ocasionales, con personajes fuera del modelo cuyos labios cada tanto no cuadran con ellas cantando y planos estáticos en medio de mas que decentes escenarios, escenas de acción que mezclan enormes secuencias de transformación con los pocos recursos que si tienen a disposición con una coreografía mínima pero funcional que se repite, gris y melodramático ambiente para un aire de tragedia que se siente exagerado para este show, vestuarios que parecen sacados de un accidente entre el armario de una chica mágica y un camión de repuestos para un mecha, con todo y paneles solares pegados a la ropa, entre otros elementos que con temporadas posteriores solo buscarían agregar más elementos encima de todo lo que ya hay de decoración, formando un espectaculo caótico pero entretenido, aun si tiene mas que solo apariencias.

Decir que Symphogear existe gracias a su música no es una exageración cuando históricamente le debemos que tuviera secuela a las ventas de singles, insert songs y character songs, pero es curioso ver como tanto de su enfoque como un musical hecho anime fue cosa de suerte o el destino.  Esta es una serie que proviniendo de la mente de un compositor centrado en la industria del anime toma en serio el más grande, antiguo y genial de todos los clichés que un fan del anime puede conocer, me refiero al poder del opening y las insert song a la hora de animar a los espectadores, sin embargo esta serie no se conforma con simplemente poner música por encima de las peleas, si no que sus protagonistas cantan en las peleas. Primero siendo un concepto que rondaba esta producción desde el periodo de planeación, no fue hasta que Minami Takayama improvisara el como seria cantar en medio del combate tras no tener nada que hacer posteriormente a grabar el primer episodio, que se notaria la intensidad y emoción que se puede capturar cuando se canta como si se estuviera en medio del combate, con tartamudeos, faltas de aire e interrupciones, usando imperfección a su favor para dar vida al show aun si este añadido llevo a que no toda la animación de los labios calzara con lo que decían en el producto final. Aunque no sea algo que instantáneamente te venda la serie, sus guitarras, sintetizadores y demás instrumentos junto a sus piezas vocales son el alma y personalidad de esta obra en todas sus formas.

"Meteoroid-falling, burning, and disappear, then..."

Bajo la siguiente sinopsis comienza una franquicia que no deja de escalar en espectaculo, ridículo y entretenimiento: Iniciando en un día gris con una chica visitando un cementerio, volvemos dos años atrás en el tiempo. Tsubasa Kazanari y Kanade Amou, el dúo de idols conocido como Zwei Wing, usan en secreto sus canciones para impulsar armas antiguas conocidas como "symphogears" para combatir la amenaza de los "Noise", criaturas cuyo mero contacto desintegra a los seres humanos. Mientras que el público en general es consciente de los Noise, el conocimiento de los symphogears se mantiene en secreto. Cuando los Noise atacan uno de los conciertos de Zwei Wing, Kanade se sacrifica para proteger a una joven llamada Hibiki Tachibana, dejando a Tsubasa devastada y un fragmento de su symphogear incrustado dentro de Hibiki. Pasando años desde estos sucesos, Hibiki es arrastrada nuevamente a un ataque de los Noise. Sin embargo ya no es una víctima indefensa, pues la antigua symphogear de Kanade la a elegido como una nueva usuaria en la batalla por salvar a la humanidad de las fuerzas orquestando todo en las sombras.

Symphogear, es acción juvenil shonen, es chicas mágicas referenciando tokusatsu con artes marciales, piruetas y explosiones, es fanservice ocasional, es slice of life escolar, es drama sobre perdida y separación, es mucho subtexto romántico entre chicas, es un musical gigante de 13 episodios, es... algo difícil de describir si soy honesto. Incluso describirla como uno de los mejores ejemplos del hype de esos show "estúpidos pero divertidos" no le hace justicia, que estamos ante algo más que simple estética por sobre sustancia. Siendo una bestia imposible construida de fragmentos emocionantes de otros tipos de obra, Symphogear sorprende con un núcleo emocional simple pero efectivo a la hora de hilar y reunir cada unos de los diferentes piezas tonales que la componen en una imagen final mucho más grande que todos los elementos que la componen. El resultado será imperfecto con saltos constantes o bruscos entre el melodrama, el humor y la acción, pero en su crudeza deja ver un genuino interés por todo el "ridículo" y el "espectaculo" que el anime puede ofrecer en sus mejores momentos, lógica y misterio son lo de menos, cuando lo que busca es dar una respuesta emocional mas que plantear preguntas filosóficas.

La primera temporada es quien sufre mas de esta separación entre sus piezas pero al mismo tiempo uno de los mejores ejemplos de lo que puede lograr creando expectativas de tragedia que con una mezcla de todo y nada, presenta esperanzadoramente el poder de la amistad, mientras trata de contar una historia conclusiva por su cuenta sin expectativas claras sobre su futuro. Siendo una historia que quiere creer que incluso en sus peores momentos las personas pueden intentar alcanzar y entender a otros, el núcleo de esta historia nace de una sinceridad que hace que todo lo que intente se sienta en parte natural al tratar de tomar las ventajas de diferentes géneros para cubrir las desventajas de otros, sin cinismos ni pretensiones de ser más de lo que es. Consiente de si misma y la mezcla de influencias que la construyen, este es un anime que honestamente apunto al corazón de sus espectadores con una historia de amor, sueños y esperanzas, siendo la mas simple pero efectivas de las formulas para crear una pieza de ficción, decorada a tal saturación de elementos que es algo como pocas veces se a visto. Sera la ridícula lucha de unas mecha musumes contra una sacerdotisa babilónica que desea destruir la luna para acabar con la maldición de la torre de babel, pero la búsqueda del valor personal y nuestras razones para luchar es un pilar universal más que digno.

"Create a history, with the light God could not know."

Posteriormente las secuelas durante siete años mantuvieron estos sentimientos de honestidad y sencillez que convierten a la primera temporada en un buen show aun si estaba lejos de la excelencia, aceptando las falencias de esta serie pero aprovechando de cada una de sus ventajas a disposición mientras la exageración de su espectaculo se superaba exponencialmente con cada nueva entrega, al punto de que nivelar una montaña a puñetazos con tal de que unos astronautas reingresen seguros a la tierra es tratado como un día normal en el trabajo. Tropiezos y aciertos por igual marcan el como con cada nueva entrega intenta expandirse, a veces apuntando más al melodrama, a veces mas a la acción, o incluso un epilogo con el subtexto romántico más claro que he visto en mi vida como fan del anime, todo mientras los detalles en la música y animación eran pulidos con cada nueva entrega en un esfuerzo de llevar la visión que Akifumi Kaneko y Noriyasu Agematsu deseaban presentar en todo un espectáculo. La primera temporada fue mediocre en su aspecto visual y estoy siendo generoso con el término, pero su música entre J-pop idol, EDM y un poco de tintes entre lo metal y mas clásico del folclore japonés mantuvo todo a flote, la segunda temporada fue decente en ambos aspectos, la tercera y cuarta parte estuvieron sobre la media destacando con grandes momentos puntuales, mientras la quinta y final temporada solidifica a Symphogear como uno de los espectáculos animados más potentes de la década.

Por lógica, desde un inicio Symphogear es una serie que con su mezcolanza de ideas no debería haber logrado mucho, ya que debería ser imposible unir el caos de sus ideas en algo inteligente y bien pensado. Pero los seres humanos no somos seres de sólo lógica, sino que al mismo nivel somos seres emocionales. La gran hazaña de esta historia sobre gente que intenta conectar con las emociones de los demás y las luchas que surgen al no poder entendernos, se encuentra en cómo ésta logra conectar emocionalmente con su público pese a imperfecciones, o incluso a través de estas mismas imperfecciones o debilidades. Desde sus humildes inicios, a tropiezos cada tanto en el camino y un gran final, este mensaje sobre intentarnos comunicar cosas mas allá de las palabras se repite como el eje de esta historia, en un eco sobre presentar emociones y deseos más allá de simple razón. Esta serie no será para los gustos de todos los espectadores o gustos, pero el hecho de que termina siendo toda una experiencia única sobre el potencial del anime para ser lo que quiere ser. Espectáculo constante con mucho corazón puesto en cada momento de su sinsentido, podrá ser predecible a ratos o tener una abundancia de momentos salidos de la nada, pero cuando te decides a subir a su montaña rusa ya sea por cualquier razón no piensas en esos detalles hasta que todo el movimiento y emoción a parado tras su ultimo episodio.

Symphogear no es una serie perfecta, no lo fue en su sencilla primera temporada, no lo fue cuando concluyo por lo grande en la quinta parte, pero no necesita serlo. No me importa si no es sutil, no me importa que no haga sentido en muchos momentos y no me importa que objetivamente debería ser mas cínico al hablar de ella si quisiera mantener una dignidad como "critico". Symphogear funciona por pura fuerza de voluntad y pasión creativa, simplemente captura la imposible fantasía que ocasionalmente busco en ficción, al final del día puede ser una encarnación del entretenimiento posible en el medio o simple entretenimiento vacío con que pasar un rato, pero no se puede negar el como su existencia, popularidad y reconocimiento forjo su propio espacio en el mundillo del anime, por más nicho que fuera. No es para todos, pero si no la han visto le recomiendo den una oportunidad sin hacerse de grandes expectativas, por mi parte celebro que cumpla su decimo aniversario, que proyectos original que logren ser diferentes siempre son bienvenidos.

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