Por alguna razón uno de los géneros que me resultan menos efectivos dentro del anime suele ser el del horror en su estado más puro, ya sea porque lo que asusta a una cultura quizás no asuste a otra, el que ya estoy familiarizado con muchos de sus monstruos, cierta insensibilidad a su violencia visual, o alguna otra razón que se me escapa ahora mismo. Todavía leo mangas bajo esta categoría, pero normalmente espero poco de sus adaptaciones. Sin embargo no pude evitar sentir algo de interés cuando se anuncio un proyecto que llevaría a las pantallas la historia de la chica que de un día para otro puede ver fantasmas, que mezclando a partes horror, slice of life y comedia algo negra, ya en papel había capturado mi interés en lo vago pero terrible de sus implicaciones mientras voyeristamente vez las reacciones de una joven tratando de no atraer la atención de estas entidades. Quedando a ver si el anime lograba ofrecer una experiencia similar a la impresa cuanto menos.
Mieruko-chan o también llamada como "The Girl Who Can See Them" es la adaptación animada del manga homónimo escrito e ilustrado por el artista Tomoki Izumi, autor que inicio con simples ilustraciones que subía en paginas como Pixiv a manera de web cómic hasta que su fama le permitió saltar a la serialización oficial en las paginas de la revista ComicWalker donde tras seis volúmenes recopilatorios impresos, aun sigue en publicación. Siendo un anime con un total de 12 episodios que se transmitieron entre octubre y diciembre, estos fueron producidos por el estudio Passione, contando con la dirección de Yuki Ogawa (FLCL Progresive, Miru Tights, Getsuyoubi no Tawawa 2), el director asistente Takahiro Majima y el asistente de dirección Shintarō Matsushima. El guion pertenece al trabajo de Kenta Ihara, mientras Chikashi Kadekaru y Makoto Uno se dedicaron respectivamente a diseñar los personajes y criaturas manteniendo la estética característica de las ilustraciones en el manga de Izumi. Sin olvidar la participación de la cantante y compositora Kana Utatane en la banda sonora para esta obra.
La sinopsis de esta serie es la siguiente: Miko Yotsuya es una joven que trata de vivir sus día a día en paz, saliendo con su mejor amiga, asistiendo a clases, pasando tiempo junto a su familia y ocasionalmente tratando de actuar como si nada de lo que pasa a su alrededor llamara su atención. Sin embargo esto ultimo no es solo simple rebeldía adolescente, ya que sus días normales acabaron cuando sin una razón aparente comenzó a ver aquello que no debía ser visto por ojos humanos. Sombras vagamente humanoides, espectros de diferentes tamaños y monstruos salidos de sus peores pesadillas, ahora rondan en todas partes y momentos de su vida, donde lo único que sabe hacer la joven Miko es aparentar que no ve nada, temiendo lo que pasaría si estos seres supieran que hay alguien que los puede ver sin esfuerzo. Aun si las dudas sobre el cuando, como, el porque, de estas habilidades le carcomen la poca paz que puede encontrar en sus intentos de continuar con su vida.
La historia es en apariencia simple, siguiendo las desventuras de nuestra protagonista al tratar de no sufrir un quiere emocional/mental por la extraña situación en la que a terminado, viendo fantasmas en el estado en el que quedo su cuerpo al morir o horrores no destinados a ojos humanos, fingiendo estar bien frente a su familia y amigos mientras trata de entender que pasa. En general este anime es una adaptación bastante fiel de lo que es la obra original, donde ni el humor, ni el horror son predominantes pero se logra cierto equilibrio como para mantener las cosas interesantes, que cuando Miko cree haber aprendido las reglas sobre como no alertar a los fantasmas alguna nueva existencia le demuestra que no puede confiarse. En general aun si sigue el relato al pie de la letra para demostrar el como nuestra heroína poco a poco se adapta a su situación y aprende que no todo es dañino por peligroso que parezca, aun si viceversa es cierto, Passione expande múltiples escenas para asegurarse de que los giros y revelaciones tengan un impacto seguro en el espectador que no sabe que esperar o espera otra cosa tras la repetición. A toda hora y en todo lugar estas entidades sobrenaturales pueden aparecer, llevando a que incluso en la intimidad del baño o cambiándose de ropa deba hacer frente a sus miedos mientras el publico voyeur disfruta de sus reacciones, esto lleva a una que otra escena de fanservice en el manga, pero el anime disfruta de expandir estos momentos para jugar con la dicotomía de horror y sexualidad, en algo que quizás no sea de todos los gustos, aun si personalmente no considero que sea algo de que hacer tanto escandalo ya que conforme pasan los episodios se hacen menos presentes estos elementos.
Visualmente el trabajo del estudio Passione en esta serie es una de altibajos, pero con altos detallados y memorables. Se intenta limitar el movimiento de sus personajes tanto como sea posible y ciertos elementos son oscurecidos con tal de cubrir la falta de detalles, pero entre un servicial escenario que llama la atención pese a la mundanidad, elementos coloridos pero poco saturados que pasan de reconfortante a aterrador en instantes, además de un diseño de personajes que captura el estilo y expresividad que son el mayor atractivo de las ilustraciones de Tomoki Izumi. Quizás cada tanto los personajes se vean diferentes a lo que esperaba o la niebla que cubre a los fantasmas baje el impacto de sus apariciones por como cubren parte de sus detalles y características, pero los momentos que si funcionan en la serie hacen que dentro de todo tengamos un espectaculo disfrutable con una que otra escena memorable, más allá del cuidado fanservice que suele ser la primera toma de contacto con este anime.
En lo que respecta a la banda sonora nos encontramos con un trabajo que hace lo justo y necesario para estar allí, aun si no sientes su presencia. Aunque algo silenciosa tenemos una instrumentalización que sabe que momentos son divertidos o pacíficos para Miko y sus amigas, pero que cae en el silencio y tensión tan pronto un fantasma aparece o esta por aparecer, con un pequeño leitmotiv de campanadas que cobrara más sentido si algún día le dan una segunda temporada. Sutilmente hace que el espectador se haga expectativas con las pistas, en ocasiones para sorprender con que al final nada estaba allí y solo era paranoia, en papel es una idea brillante para el horror pero su ejecución tiene altibajos. Con una banda sonora sutil y voces serviciales a sus roles, donde puede destacar la música en Mieruko Chan es en los temas de entrada y cierre. Siendo ambos interpretados por Sora Amamiya la seiyuu que da su voz a la protagonista, el opening "Mienaikara ne!?" y el ending "Mita na? Mitayo ne?? Miteruyo ne???" son un pegajoso ejercicio en disonancia lirica donde la melodía energética nos presenta un grito de ayuda por parte de Miko y la obsesión de los muertos por ser vistos sin importar el método, respectivamente.
Siendo una obra más sobre suspenso, que sobre el miedo al grotesco desconocido o el humor en el sufrimiento de su protagonista, Mieruko chan es una de las series que más disfrute seguir en el ultimo trimestre de este año. Estará lejos de ser perfecta, pero dejándose disfrutar tiene todo lo que podría pedir de la adaptación de este peculiar manga (con excepción de una segunda temporada, pero quiero creer...), convirtiéndose así en una de mis obras favoritas de 2021. Quizás no juego todas sus cartas para ser completamente horror, o comedia, pero aun así este Sexto Sentido en forma de anime es una serie que recomiendo vean si tienen el tiempo para darle una oportunidad, que pese a todo, entre altibajos resulta mucho mejor que cualquier otro mediocre horror que se piensa más serio de lo que realmente es.
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