Reseña: Big Fish & Begonia.

Con la imagen de un pez que saltando desde las profundidades del mar se alza abriendo un camino en los cielos como una guía, lo que una vez solo fue un sueño de su director llego tras años de esfuerzo a eventualmente a ser plasmada en la gran pantalla, llegando a ser alabada en su estreno por buena parte de la critica como uno de los mejores exponentes de la industria de la animación proveniente de China. Fuertemente influenciada por el misticismo, imagineria y las creencias de su cultura, mientras no duda en abrazar la modernidad al depender del trabajo en técnicas hibridas entre lo digital y el dibujo mas tradicional, el día de hoy le dedico esta entrada a una película de fantasía folclórica y aventura que apta para todos los públicos nos invita a sumergirnos en sus fabulas sobre actos de genuino sacrificio, crecimiento personal y vivir con las consecuencias de lo que crees como correcto.

Con el titulo original de Da Yu Hai Tang, pero mas conocido por estos lados por su localización a Big Fish & Begonia, nos encontramos con una película de fantasía que llego a salas de cines por primera vez en 2016. Iniciando originalmente solo como un proyecto de animación en Flash de unos siete minutos, tras varios mas de una década en busca de financiación para dar el salto a la gran pantalla y un par de arduos años de producción, esta cinta de 105 minutos de duración fue fruto del trabajo colaborativo entre B&T Studio de China y el Sur Coreano Studio Mir. Escrita, producida y dirigida por Liang Xuan con el apoyo del co-director Zhang Chun, esta obra cuenta con la participación del compositor japonés Kiyoshi Yoshida a quien quizás conozcan de bandas sonoras como The Girl Who Leapt Through Time o Kaiba. Mayormente bien recibida por la critica y festivales, contando con una buena taquilla domestica, en su momento esta producción llego a ser llamada como "el amanecer de la animación China" debido a su mezcla de arte en 2D y 3D.

La sinopsis para esta cinta es la siguiente: Sin ser el reino divino, pero estando igualmente separado del mundo mortal, criaturas espirituales que se definen así mismos como los otros se encargan de mantener desde su dimensión bajo los mares el flujo natural de las estaciones, estrellas y almas en los reinos humanos. La joven Chun alcanzando la edad de dieciséis años tiene que realizar el rito de paso para todos los otros, viviendo una semana como un delfín rojo en los mares de la humanidad para comprender los efectos y responsabilidades que su gente tiene. No obstante cuando un joven humano pierde la vida en un tormentoso mar tras salvarla de una red de pesca, la culpa dentro de Chun la llevara a buscar una forma de pagar tan trágica deuda. No obstante traer de vuelta una vida por mas pura que sea tiene un alto precio y Chun no sabe los resultados que sus intentos de sacrifico traerán en su destino, teniendo que decidir entre lo que cree moralmente correcto o mantener el orden natural.

Ambiciosa al punto de ser su mayor punto débil, la historia que nos presenta Big Fish & Begonia camina entre el misticismo de lo que nos muestra y lo íntimamente humano que nos quiere contar, es un relato sobre crecimiento personal ante las ideas de responsabilidad, sacrificio y moralidad, presentándonos a una joven que a puertas de la adultez debe decidir entre pagar lo que considera una deuda personal o cumplir con las normas que mantienen a su sociedad. Buscando respuestas correctas que podrían no existir en una situación donde nada se puede ganar sin perder algo a cambio, esta obra explora a su manera como actos de bondad desinteresada pueden ser vistos como decisiones egoístas por otros, obligándonos tarde o temprano a vivir con las consecuencias de lo hecho. Lamentablemente como decía antes, esta es una película que peca de ambiciosa. Repleta de referencias a clásicos de la literatura china, nos encontramos con una sopa de mitos, fabulas, cuentos y poemas, que resulta tan densa que es difícil distinguir muchos de los sabores de sus ingredientes antes de pasar al siguiente.

Siendo facilmente su aspecto mas llamativo, el arte presente a lo largo de la poco mas de hora y media que dura esta película nos invita a un mundo de mitos y sueños, donde todo tipo de personajes y criaturas habitan. Pintando un colorido paisaje inspirado en clásicas historias sacadas de textos taoístas y los "tulou" edificaciones circulares sirven tradicionalmente de viviendas para comunidades enteras en el sur de china, las referencias culturales de sus raíces toman fuerza mientras herramientas de animación tradicional y digital son entremezcladas constantemente para dar vida a su fantasía. Si bien ya a pasado casi una década desde su estreno y el paso de los años se nota en una que otra de sus interpolaciones hibridas entre el 2D y el 3D, esta es una cinta que todavía retiene mucha de la personalidad y magia que la hicieron un ejemplo de calidad en su tiempo. Por su parte la banda sonora de esta cinta captura los sentimientos apropiados para una obra que es tanto una etérea fantasía como una personal búsqueda de redención. Desde las voces de sus personajes hasta los instrumentos que acompañan sutilmente a las emociones a lo largo del viaje de sus personajes, a los tres temas vocales que cierran la experiencia durante los créditos, no tengo quejas con lo escuchado. Si tienen el tiempo les recomiendo que escuchen ''Rendevous in this World'' de Eason Chan, ''Qiu like the Wind'' de Lala Hsu o el tema ''Big Fish'' de Zhou Shen.

Capturando a sus espectadores principalmente con sus escenarios que en sus mejores momentos pueden recordar a las pinturas de tinta que caracterizan a la tradicional China y una banda sonora que acompaña apropiadamente a la experiencia, Big Fish & Begonia será una película que se tropieza a si misma con su uso del misticismo cuando en el fondo solo quiere ser un emocional drama personal en un marco de fantasía, no obstante pese a su revuelta narrativa que no tiene el tiempo como para explorar cada una de sus ideas, a sido una experiencia que disfrute sin mayores problemas. Nada que cambiara sus vidas, pero una correcta película de animación como para ver un relajado domingo por la tarde.