Tras un accidente automovilístico en una aislada carretera rusa, todo lo que Lera puede hacer es buscar refugio o ayuda en uno de los edificios de departamentos casi abandonados que la rodean. Siguiendo la presencia de una misteriosa pero amigable joven en un antiguo uniforme escolar, se encontrara con una edificación que bajo una apariencia de acogedora normalidad la invita a adentrarse a sus inevitables profundidades. Entre inorgánicas paredes de concreto que cubiertas de moho y polvo por años de abandono crean laberintos en lo que debía ser simplemente un refugio ante el cruel viento frio, habitaciones que recrean un pasado perdido y palpitantes pasillos construidos de carne y órganos que parecen salivar en tu cercanía, la trágica decisión entre regresar al mundo exterior y simplemente aceptar este nuevo hogar es la que mueve a este breve pero memorable juego de horror en RPGmaker del que escribo.
Siendo Flesh, Blood, & Concrete el primer y hasta la fecha único videojuego producido por el joven desarrollador amateur io o también conocido por su usuario letatlin en redes sociales, este es un juego independiente ruso que esta disponible en internet desde octubre de 2021 tras ser finalizada su desarrollo mediante las herramientas de RPGmaker. Tomando cerca de una hora para experimentar todo lo que contiene esta obra de horror surreal con un par de finales a encontrar, hora y media si deciden tomarse el tiempo de explorar y leer pausadamente cada detalle de un juego con advertencias de contenido que hacen justicia a su respectivo titulo, es un titulo que pueden encontrar de manera gratuita tanto para descargas como para jugar mediante el uso mismo del navegador en su pagina de itch.io en donde gracias a los esfuerzos de múltiples usuarios y jugadores que deseaban compartir la experiencia cuenta en estos momentos con mas de una decena de traducciones a distintos idiomas.
Solo contando con la presencia de nuestra protagonista Lera y la misteriosa Nika que busca algo de compañía, lo que inicia simplemente como una exploración de un edificio que parece casi abandonado en búsqueda de ayuda tras un accidente que dejo inutilizable el vehículo con el que se llego hasta este sitio desierto, poco a poco comienza a deslizarse cuesta abajo ante los misterios de una construcción que entre su dilapidado presente posee objetos y habitaciones que amalgaman una realidad perdida y los sueños pasados de su mas reciente invitada como una tentadora carnada a adentrarse mas y mas en la boca de algo que parece tener vida propia. Con ciertas influencias que podrían asociarla a la categoría de los Utsuge o simplemente juegos trágicos en general y con un gameplay minimalista en donde el mayor efecto en su narrativa depende de la respuesta a una pregunta en particular, la historia de Lera y una alegre, quizás demasiado alegre, Nika, es una que captura en una mezcla del horror y paz el estado emocional de enfrentar y aceptar la propia mortalidad en las peores circunstancias. Bajo lo que parece una inevitable conclusión, se nos invita a ser consumidos en cálida nostalgia con sueños de tiempos felices o intentar fútilmente enfrentar el presente por cruel que sea. Cautivante entre elementos familiares y extraños para sus personajes y jugadores, este es un viaje que si bien tiene detalles algo toscos en su narrativa, termina resultando en una experiencia bastante memorable haciendo lo mejor de su brevedad.
En un momento de ingenio, probablemente en serendipia, las ideas presentes en caminar por un laberinto entre lo que son elementos familiares y ajenos a nuestras expectativas ganan fuerza de un aspecto visual que mezcla arte de pixeles con piezas originales por parte de io con recursos gratuitos en el desarrollo mediante RPGmaker, entregando así una experiencia que con su propia personalidad no deja de tener una familiar nostalgia por las posibles pequeñas similitudes con otras experiencias si el jugador ya a probado otra obra producida con herramientas similares. Mientras las habitaciones a explorar en este edificio son pequeñas pero ricas en detalles que se sienten oprimidas por enormes márgenes de oscuridad que aportan a la inescapable claustrofobia, los retratos de los personajes y las ocasionales ilustraciones a pantalla completa manejan la expresividad mas humana de algunas de sus ideas dejando una curiosa impresión cuanto menos. Por su parte la banda sonora para Flesh, Blood, & Concrete es notable por no poseer de composiciones originales para si misma, si no que aun dependiendo de algunas piezas libres de regalías se las ingenia para construir una atmosfera mas que apropiada a la historia que nos desea contar.
Si bien no es una obra perfecta que tiene bastantes detalles que denotan su origen amateur, este primer videojuego producido por el artista independiente io logra plasmar de alguna manera una sensación que siempre es difícil de describir en palabras. Siendo una sincera emoción que mayormente asocio a mis difusos recuerdos del silencio de una oscura habitación de hospital confuso entre fiebres y potentes medicamentos hace ya unos años atrás, aunque también a cuestionamientos en varios momentos de mi vida, este juego puede tener imágenes grotescas para algunas personas con sus paredes de carne y sus dosis de existencialismo en sus líneas de dialogo, pero no deja de encontrar algo de belleza detrás de lo que se propone. Si bien es mas una trágica exploración en un ambiente que parece sobrenaturalmente nostálgico que un horror como tal para sugerir jugar en estas fechas, para una obra que se puede terminar en menos de una hora no puedo hacer mas que recomendar que le den una oportunidad. Que quien sabe que puedan ver reflejado en ella.
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