Reseña: Freesia.

Siguiendo con los ánimos y la curiosidad de explorar algo mas de los violentos y delirantes trabajos del peculiar artista del manga que es el autor Jiro Matsumoto, dejo las febriles orgias de violencia de sus obras mas breves y llamativas, para leer su manga mas extenso y representativo en su carrera -al menos en este lado del mundo gracias a las traducciones extra oficiales-. Bajo su característica narrativa que difumina casi por completo la linea que separa la realidad de los delirios de sus personajes al punto de arrastra al mismo lector en la confusión de no saber que sucede hasta que es demasiado tarde en sus toscos dibujos que en sus caóticos detalles nos sumergen en la podredumbre de sus mundos, nos encontramos con una vieja historia de como al buscar o simplemente representar venganza se cavan mas de una sola tumba en un relato en donde definir quienes son victimas y victimarios es difícil.

Siendo escrito e ilustrado por el particular mangaka y guitarrista graduado de escultura que es Jiro Matsumoto, Freesia es un manga clasificado como thriller psicológico que originalmente vio la luz del día en las paginas de la revista de demografía seinen Monthly Ikki que se dedicaba a las publicaciones underground u obras alternativas a lo que usualmente veías en el mercado. Con un total de 82 capítulos que se publicaron entre septiembre de 2001 y octubre de 2009 este es el manga mas largo producido por su peculiar autor y es su trabajo mas aclamado internacionalmente, siendo eventualmente recopilada e impresa en un total de doce volúmenes de tankōbon. Su relativa fama logro que con ciertas libertades llevaran su historia a una adaptación al formato de película live action por parte del director Kazuyoshi Kumakiri a mediados del 2007, mientras logro tener traducciones al italiano y el español, aun si no hay muchas copias en circulación o siquiera han licenciado aun todos los tomos.

La sinopsis de esta obra es la siguiente: Mientras Japón se encuentra en medio de una cruel y sangrienta guerra con fuerzas de tierras extranjeras, la vida en sus calles parece seguir su ritmo entre escándalos y propagandas en los medios de comunicación, siendo uno de los elementos mas hablados por la población el acta de venganza que permite legalmente a los familiares de victimas de homicidio el usar sus propias manos o contratar asesinos que hagan pagar por sus crímenes a los responsables aun si ya han cumplido sus sentencias. Hiroshi Kanō es un inestable ex-soldado que intenta como civil llevar una vida que se considere normal junto a su catatónica madre y su novia conviviendo en un pequeño departamento, pero ante la oferta a un estable empleo como un representante de una de estas agencias de venganza sus intentos de aferrarse a la realidad lo llevaran a un confuso camino de corrupción, conspiraciones e inevitables consecuencias en su futuro.

Bajo la presencia de un eterno conflicto que no podemos ver pero cuya existencia parece corromper con violencia y división incluso a los mas cotidianos de los días en una ciudad indiferente ante su propia ruina, Freesia nos presenta una historia de venganza en donde ninguno de sus personajes, incluso aquellos que pueden llegar a agradar al lector, pueden ser considerados moralmente justos que entre sus actos e ideales nos presentan lo peor de las personas cuando la inacción de aquellos con poder permite a algunos monstruos el actuar libremente. Iniciando con un protagonista que no esta del todo apegado a la realidad en la que vive aun si intenta aferrarse a un sentido de normalidad, este relato de terribles personas es uno que vemos a través de los ojos de la diversas clases de locuras que estos sujetos usan para sobrevivir sin entender del todo el como el mundo se mueve más allá de lo que ellos pueden influir, viviendo y muriendo por razones que solo ellos entienden mientras son elementos sin importancia para el resto del mundo que sigue en movimiento. Violencia por el gusto de violencia y muertes simplemente como parte del trabajo, debo advertir que esta obra es cruel con sus descripciones de abuso femenino casi al punto del mal gusto aun si esta lejos de ser lo mas cuestionable que haya escrito Matsumoto, no hay piedad en un relato de futuros negados por un presente manipulado por crímenes del pasado.

Como no puede ser de otra forma con este autor, su arte es crudo, casi como si el primer boceto fuera el dibujo final con su aspecto poco pulido o limpio, caracterizado por sus rostros demasiado simplificados ante caóticos escenarios urbanos repletos de detalles que generan una ruidosa sensación de incomodidad. Quizás no es un dibujo del agrado de todos los públicos con sus trazos frenéticos, pero reflejando un mundo sucio con personajes que a simple vista parecen no estar del todo bien queda acorde para plasmar el como entre sus delirios y ansiedades el escenario en el que suceden estos eventos se vuelve mas o menos tangible según el estado mental de cada personaje, siendo los momentos de violencia mas grafica los mas detallados en un inicio aun si para los últimos capítulos se logra una mayor estabilidad entre sus diferentes aspectos entre sus pausas y conflictos.

Freesia empieza en un lugar incomodo y confuso, pero para quien decida leer sus paginas pese a la crudeza de lo que pueden contener en su delirante caos de crimen y castigo, al final de la experiencia las piezas del puzzle que se nos presentan logran crear suficiente de una imagen como para hacernos de una idea de la clase de mensaje que podría intentar contarnos con todos sus personajes viviendo y muriendo con sus decisiones dentro de un gran esquema en el que no tienen mucho poder. Siendo el mas extenso de los trabajos de Jiro Matsumoto, usa sus capítulos para intentar contarnos una historia más allá del usual morbo de sus antologías o mangas cortos, ganándose su reputación como la más accesible -relativamente- de sus obras, aun si por su retorcido contenido violento y sexual no es algo que pueda recomendar a todas las personas. Si bien quieren arriesgarse a darle una oportunidad de todas formas, es una de esas lecturas que si bien a ratos tiene momentos muy interesantes como un drama de acción, es de esos que te atrapan o aburren en los primeros minutos.