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miércoles, 14 de diciembre de 2022

Sonny Boy, abstracta y surreal aceptación de la realidad.

Si bien vivimos en tiempos de una poco sana sobreproducción de anime que nos entrega un par de decenas de nuevos títulos cada temporada, muchos de estos son simples adaptaciones de obras relativamente populares en otros medios o frutos de comités ejecutivos. Todavía podemos ver productos mas autorales y experimentales cada tanto, pero son resultados de situaciones casi irrepetibles, como es el caso de la obra de la que escribo el día de hoy. Siendo una carta en blanco por parte de un estudio aclamado a uno de sus directores que con una década en el rol a logrado hacerse de cierto nombre por su particular sentido de la estética, nos encontramos con una serie autoindulgente en sus referencias y recursos, que sin detenerse ante convenciones creativas y limitaciones usuales sobre lo que es comercialmente viable decide contar la historia e ideas que desea presentar, dando así vida a un show único.

Contando con un total de 12 episodios que se transmitieron originalmente entre los meses de octubre y diciembre de 2021, Sonny Boy es una serie de anime original de ciencia ficción y Coming-of-age producida dentro del estudio Madhouse. Creada por el director y animador Shingo Natsume, cuya fama con trabajos como Acca 13, la primera temporada de One Punch Man, o ambas temporadas de Space☆Dandy nos dejan ver su particular estilo de dirección que gano tras trabajar por años animando episodios de series como Gurren Lagann o The Tatami Galaxy, estamos ante un anime que resulta ser uno de sus proyectos mas personales al tenerlo involucrado no solo en el rol de director, si no que lo vio participar desde algunos de los storyboards hasta su debut como guionista al escribir cada uno de los episodios. Sin embargo no es el único nombre que dejo su huella en esta producción, contando con personalidades como Atsushi Kashiwa, Ka Hee Im, Keiichirō Saitō, Kento Matsui, Nichika Ōno, Rei Ishikura y Tomoya Kitagawa a cargo de los diferentes episodios. Por su parte los diseños de personajes son hechos por el respetado mangaka e ilustrador Hisashi Egushi que a hecho carrera desde los años 70 con un estilizado pero simple dibujo que minimiza las líneas tanto como le es posible, el cual es llevado a las pantallas por manos del animador Norifumi Kugai. Cabe mencionar que no se acredita la banda sonora a ningún compositor en particular, siendo una colaboración entre diversos músicos que incluyen pero no se limitan a músicos como Conisch, Sunset Rollercoaster, Ging Nang Boyz, Mid-Air Thief, The Natsuyasumi Band, Kaneyorimasaru, Mitsume y Toe por dar unos ejemplos.

Siendo uno de los primeros elementos en demostrarnos lo diferente que será esta producción, es su puesta en escena lo que captura la atención de la gente. Bajo el atento ojo de Natsume, su mensaje se encuentra en mejor forma cuando animación y música mueven el espectaculo más que los diálogos mismos. Con sensibilidades artísticas que varían entre el impresionismo y expresionismo al capricho del momento, las dispersas ideas de la narrativa encuentran algo de cohesión en la surreal gama de escenarios que los estudiantes recorren entre sus viajes por diferentes mundos. Desde un diseño simple pero bastante diferenciador para sus personajes y escenarios que son compuestos mayormente como si de pinturas se tratara, estamos ante una serie que usa sus pequeños detalles, fugaces elementos en pantalla y un sorpresivamente expresivo lenguaje corporal para contarnos mas de los que se nos dice en palabras. Sin líneas mayormente definidas y dejando que los colores definan a las escenas, Sonny Boy deja claras sus intenciones de poca convencionalidad desde el primer minuto que nos sumerge en un abismo de negro RGB -un tabú en televisión- con tal de representar un misterioso infinito, llevando a que todo lo que veamos desde ese momento en adelante quede a las interpretaciones que el publico haga con las invitantes pinturas en movimiento. Por su parte la música seleccionada para acompañar esta obra proveniente de artistas de todo tipo, captura una emocionalidad juvenil que va desde gritar con todas tus fuerzas mientras corres al futuro hasta piezas mas lentas que reflejen las dudas sobre un mundo que cambia junto a ti, ya sea por parte de los temas vocales o instrumentales que van acompañando a esta serie.

Un simple día en donde los estudiantes se preparaban para dejar sus clases para descansar en sus ultimas vacaciones antes de graduarse, un grupo de ellos descubre que están totalmente solos en las inmediaciones de la escuela, rodeados de una absoluta oscuridad en donde algunos de ellos han despertado poderes sobrenaturales. Entre quienes desean mantener el orden y aquellos que desean usar la libertad que les ofrecen sus nuevas habilidades, algunos de estos jóvenes deciden dar un salto de fe en estas nuevas dimensiones con la esperanza de eventualmente volver al mundo que pertenecen. Abriendo las puertas a extraños mundos gobernados por particulares reglas que deberán intentar comprender si desean poder alcanzar sus metas, solo sus voluntades estarán guiando sus pasos ante un incierto futuro repleto de sorpresas. Iniciando así la historia del viaje de sus vidas.

La isla al final del verano.

Aunque a simple vista se puede definir a Sonny Boy como una mezcla azarosa de ideas y temas salidos de obras clásicas como El señor de las moscas, Robinson Crusoe, Dos años de vacaciones, Drifting Classroom y la sensibilidad artística del trabajo promedio de David Lynch, esta historia aprovecha a sus estudiantes perdidos entre mundos de fantasías para crear un microcosmos en el cual reflejar diferentes fenómenos, problemas y dudas que pueden surgir entre grupos de personas. Separándose entre aquellos que desean disfrutar del poder y libertad que les ofrece su nueva situación, aquellos que intentan recuperar la autoridad de las normas con las que vivían en normalidad y aquellos que por una razón u otra están mas cómodos al margen de toda decisión o conflicto en el grupo, esta es la historia de los chicos tratando de encontrar respuestas a su situación, todo desde el punto de vista de nuestro protagonista. Tímido, solitario y algo socialmente incomodo, es mediante los ojos de Nagara y las personas que conoce que presenciamos un mundo de metáforas vivientes en donde lecciones sobre libertades personales, reglas escritas por la mayoría y como un salto de fe al incierto futuro puede ser una puerta a nuevas experiencias. Siendo acompañado por la idealista Nozomi, la testaruda pero gentil Mizuho y el brillante Rajdhani, que junto a otros hacen del contraste en sueños e intenciones un espectaculo sumamente interesante.

Entre una escuela que deben dejar atrás encallada en medio del mar y una isla donde la combustión espontanea amenaza a todo lo que no sea obtenido mediante un intercambio de valores reciproco, con la rara excepción de genuinos actos de buena voluntad, esta historia sobre adolescentes dando sus pasos al mundo de la sociedad adulta explora entre surreales escenarios ideas alegóricas que podemos comparar con el día a día que muchos viven, vivieron o vivirán durante ese cambiante periodo de sus vidas. Desde la necesidad de autoridad y los riesgos de que mal usada termine en una cacería de brujas, el como algunos abandonan la sociedad en silencio debido a sentirse desapegados del resto, el apego a ciencia, fe o simplemente las decisiones de la mayoría para poder calmar la angustia de no saber que sucede a su alrededor, tenemos los tropiezos, logros y problemas de un grupo bastante realista de adolescentes en un mundo irreal que se rige con normas casi ilógicas. Los primeros seis episodios de esta serie son los mas directos en el show con sus temas, dejándonos ver como todas las diferentes personalidades de estos estudiantes se entremezclan esforzándose en alguna medida con una meta común, por mas que puedan culparse y pelear entre ellos por haber acabado en esta situación de fantasía. Sin embargo es ante una verdad innegable a la mitad de esta obra que nos encontramos ante la mayor experimentación de sus metáforas al dejar atrás la idea de la vida escolar que quedo en el pasado, para preguntarnos sobre que nos espera en el futuro y que hacemos con nuestras vidas en el presente.

The Great Monkey Baseball.

Antes de hablar sobre el giro que cambia drásticamente el tono de la serie tras el sexto episodio, quiero hablar sobre el tan amado como odiado episodio de los invisibles monos beisbolistas. Para algunos el mas obtuso y absurdo de los primeros episodios, mientras para otros uno de los mas claros en las ideas que presenta, no deja de ser importante a la hora de presentarnos mas de nuestro protagonista del que poco conocíamos mas allá de su aparente apatía y posibles problemas familiares. Nagara hasta este punto mayormente se a movido junto al flujo de intensiones, tratando de mantener una distancia con el resto de sus compañeros con tal de que nada se espere de el, aun si cuando siente que debe hacer lo que considera correcto pueda actuar pese a sus pasos temblorosos, pero retado a un partido de beisbol en donde se juegan el secreto de su poder por una linterna que permite ver a dichos monos invisibles, que podemos ver mas de su carácter. En una metáfora donde no nos importa la rebuscada leyenda detrás del torneo de mono y la importancia que el personaje de Cap intenta inferirle, estamos ante un conflicto sobre como el imponer expectativas parasociales puede matar el disfrute de ciertas cosas, especialmente cuando otros te consideran talentoso o especial dentro de ello, viendo sueños desaparecer al exigir constantemente mas, lo cual ata a Nagara con sus relaciones interpersonales previas al fenómeno que arrojo a los estudiantes a otros mundos y bien amenaza su presente ante la presión de descubrir que su poder sobrenatural bien puede influir en sus movimientos entre mundos, siendo una posible llave para volver a casa, por lo que no pueden permitirle ser solo un observador apático y dejarlo sin actuar, aun si el duda de si mismo.

El largo adiós.

Ya sin mas distracciones, toca hablar de la verdad que se nos revela en el episodio 6 y el efecto que provoca en la serie. Cuando los protagonistas intentan usar sus poderes para volver a casa en lo que apropiadamente es llamada como una graduación, se encuentran con el hecho de que el tiempo en su mundo a seguido en movimiento, con otras iteraciones de ellos mismos viviendo la vida que ellos esperaban seguir, llevando a la revelación de que no solo no pueden volver en este momento, si no, que ellos mismos son prácticamente posibilidades descartadas por el mundo al que tanto anhelaban regresar. Este descubrimiento es el que lleva a que todos los antiguamente estudiantes tomen rumbos diferentes con sus inmortales vidas en este reino de lo absurdo, con solo Nagase, Mizuho y sus amigos todavía interesados en encontrar una forma de volver a la realidad sin perder sus esperanzas, dando pie a cinco episodios en donde el existencialismo y ocasional nihilismo es explorado tras los lentes surreales que la serie a usado desde sus primeros minutos. Si bien en un inicio la serie cuestionaba autoridad y grupos, ahora es un relato mas intimo sobre como los individuos pueden afectar el mundo a su alrededor buscando sentido a sus actos.

Arrepentimientos, separaciones y mortalidad son temas que se entremezclan en esta segunda mitad de la serie a partes iguales. Reduciendo considerablemente la cantidad de personajes en un reflejo de como aun si compartes años con gente en una misma institución, eventualmente los caminos de la vida pueden nunca mas cruzarse al todos seguir sus caminos, tenemos una búsqueda entre mundos de fantasía por elementos que nos den la clave para alcanzar el mundo real, tratando de no dejar que la culpa, el miedo y la desesperanza vuelva a entorpecer sus pasos, aun si son emociones que como humanos saben que deberán enfrentar mas de una vez. Puedes errar, puedes acertar, sin importar el resultado de tus decisiones y las de otros esta es una historia de seguir adelante, dejándonos con claros ejemplos como el encerrarnos y detenernos hace mas daño que bien al negarnos a nosotros mismo la posibilidad de un resultado feliz. Ser paralizados por el miedo a morir, no nos deja vivir en primer lugar.

Mientras Nagara se nos presentaba en la primera mitad como aquel cuyo subconsciente le dio el poder de escapar a otros mundos, en un reflejo a sus deseos de escapar a su vida familiar y expectativas de la sociedad, es en esta segunda parte que Mizuho descubre que su poder todo este tiempo a sido el estasis que hace inmortales a los náufragos interdimensionales, reflejando su miedo a la muerte o mejor dicho el miedo a perder a los seres que realmente considera su familia, como los gatos con los que creció al vivir junto a su recientemente difunta abuela. Entre la aceptación de que el mundo es imperfecto y la inherente mortalidad humana, es que esta búsqueda del significado de la vida nos dice que si bien todo será fútil, no deja de ser algo bello el vivir y seguir adelante pese a las adversidades. Atrás queda cualquier importancia del conflicto entre Guerra y Dios aun si el rol de Asakaze tras ser manipulado en todo ella es acabar matando el fantasma de esperanza que tanto intento perseguir y obtener toda la serie, que honestamente poco mas que nuestras pequeñas existencias es lo que podemos y queremos comprender de esta historia, pero es en el hecho de compartir nuestros mundos con otros nos da la esperanza de que nuestras vidas han significado algo aun si solo por un breve instante en la eternidad antes de desaparecer.

Aceptando que la vida esta hecha de despedidas y algún que otro reencuentro, especialmente aceptando la muerte de su mas optimista amiga y que sus demás compañeros han decidido quedarse atrás, es que Nagara y Mizuho logran sacarse las cadenas que los atan a estos mundos de fantasía como sus métodos de supervivencia negando la realidad, para trabajar arduamente en su ultimo y verdadero intento por alcanzar el mundo real. Con un afortunado reencuentro con Rajdhani quien a decidido interrumpir sus milenios de viajes por el universo con tal de despedirse en persona de sus buenos amigos, dándoles una mano en preparación al siguiente paso en el viaje que ellos han decidido tomar. Mientras la preparación de una replica del Apollo 11 esta en proceso para llevar esta obra a su conclusión, historias sobre los peligros de dejarse atrapar en la nostalgia y el como todos eventualmente se encontraran con la muerte al ser parte de vivir, la idea de que lo que hagamos con nuestra fugaz vida es lo que le dará su belleza a este final, que aquellos dos que tienen razones para no querer volver aun consideran que tienen cosas que quieren hacer al otro lado. Hay un sentido optimista del nihilismo, dando un mensaje de que si bien nuestros actos poco importan en el gran esquema de las cosas, cosas buenas suceden cada tanto y nadie nos puede negar el disfrutarlas en lo que duren. Incluso si al escapar estemos negando los absurdos viajes y los miles de años naufragando como si nunca hubieran existido en primer lugar, las morales aprendidas con dolor y alegría se quedan dentro de nosotros. Un pequeño paso para el mundo del absurdo, un gran salto para dos chicos aceptando seguir adelante con la realidad.

El mundo no cambia, pero eso esta bien.

Sonny Boy no termina con un BANG o un increíble espectaculo visual de principio a fin, si no con la mundanidad de regresar a un mundo que pese a todo no parece cambiar, los chicos que escaparon de absurdas infinitas posibilidades han vuelto al punto de inicio del viaje con sus problemas todavía presentes. Nagara continua teniendo dificultades para socializar a otros, mientras Mizuho ve como tiene que separarse de los remanentes de su abuela para seguir adelante, todas aquellas personas que conocieron a lo largo de sus viajes no tienen idea de que algo como eso siquiera paso en primer lugar, negando amistades y rivalidades que aquí nunca existieron, mientras los días parecen pasar sin que nada interesante suceda. Pero aunque el mundo no parezca cambiar de golpe ante una fantástica aventura que acaban de concluir, nuestros estudiantes no son exactamente los mismos que naufragaron en primer lugar, quienes están en el mundo real son las posibilidades de Nagara y Mizuho capaces de seguir adelante con sus vidas y estar dispuestos a dar una mano a otros, no hay magia que cambie sus situaciones de golpe, pero mientras estén dispuestos a dar el primer paso y trabajar por lo que quieren, tienen la posibilidad de encontrar su felicidad en la realidad. Sonny Boy no promete un cambio al crecer, pero nos ofrece la esperanza de que es posible si ponemos empeño en ello, que no es como si se les negara la oportunidad de un milagro.

La primera vez que intentaron escapar de la fantasía sus voluntades a medias y complejos internalizados los dejaron atrás atrapados en el mar de infinitas posibilidades, pero corriendo esta vez por decisión propia y guiados por la esperanza que les heredo la posible Nozomi han vuelto al punto en sus vidas en donde comenzaron a querer escapar de la realidad. Su amistad y un buen tramo de cuerda, es lo que permite que Nagara y Mizuho caminen juntos hasta la salida en el interminable caleidoscopio entre dimensiones, donde la luz que su optimista amiga seguía es el único punto de referencia que les evitaba caer al vacío y tras esa psicodélica puesta en escena Sonny nos presenta los comienzos de dos chicos que no piensan rendirse con sus vidas, que incluso cuando Dios/El Director les dice que no deben seguir adelante es incapaz de detenerlos, por que no hay autoridad que les niegue el crear su propio camino. El pasado no puede ser cambiado, pero estando en el presente sus actos bien pueden permitirles alcanzar un futuro diferente donde todos tienen la posibilidad de encontrar felicidad, dando a cada uno de sus pequeños pasos la fuerza para cambiar no el mundo en su absurda totalidad, pero si su versión del mundo. Dejando atrás el colorido otro mundo, la normalidad de un lluvioso cielo gris nos presenta una tranquila y agridulce conclusión en donde no tenemos saltos en carácter pero si los pequeños pasos en la dirección correcta.

Sonny Boy es una obra irrepetible, fruto de circunstancias improbables y una visión creativa sin grandes limitaciones, que en experimentación, ambigüedad y abstracciones nos presenta toda clase de ideas que crean una experiencia que puede ser interpretada de tantas maneras como personas la presencien. Nihilista pero repleta de esperanzas sobre el futuro, aquella experiencia que en un primer visionado me parecía funcionar mas como una antología de fabulas y metáforas sobre la vida que una sola historia, en posteriores experiencias lograba unir -al menos para mi- sus caóticos elementos en una simple moral, la vida continua por lo que debemos seguir avanzando. Honestamente esta serie es una difícil de describir por que probablemente signifique algo diferente a cada individuo, un puzzle incompleto que no necesita responder todo por que en las dudas vivirá mucho tiempo en los pensamientos de su publico, no hay mayor significado que el que saquemos de lo que vimos en esta historia sobre crecer y las separaciones que surgen en el camino, pero no deja de ser una interesante recomendación que merece mas de una oportunidad.

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