Aprovechando de tachar algunos de los títulos presentes en mi constantemente creciente lista de pendientes, decidí darle una oportunidad a una serie de uno de mis estudios de animación favoritos que simplemente estreno durante un punto en el tiempo donde mi interés y la aparente originalidad de sus únicas creaciones parecía estancado en secuelas y éxitos pasados, lo que poco ayudo al como en su momento paso sin mucha pena ni gloria, apenas recordada por algunas escenas de las chicas comiendo a placer. Con expectativas medidas tras la poca huella que dejo a su paso, pero cierta curiosidad en lo que quiere ofrecer, esta historia sobre como algo tan humano como lo es el alimentarse puede significar mucho más que simplemente consumir nutrientes fue una humilde sorpresa al final de la experiencia.
Con el titulo elegido por el estudio Shaft solo por razones estilísticas, Koufuku Graffiti, es la adaptación animada del manga 4koma escrito e ilustrado por Makoto Kawai que se serializo entre los años 2012 y 2016 en la revista Manga Time Kirara Miracle! llegando a llenar unos 7 tomos recopilatorios en su final bajo los nombres alternativos de Gourmet Girl Graffiti o Happy Cooking Graffiti. El anime siendo estrenado originalmente el el primer cuarto de 2015 fue un trabajo de 12 episodios de duración cuya dirección estuvo en manos de Naoyuki Tatsuwa como uno de sus últimos trabajos dentro de este estudio antes de volverse freelance con la siempre usual supervisión de Akiyuki Shinbo para los proyectos de Shaft, con el notable nombre de Mari Okada que conocida por sus melodramas viene a escribir el guion para este anime, mientras el diseño de personajes pertenece a Kazuya Shiotsuki, sin olvidar que la banda sonora pertenece a la cantante de J-pop, compositora y pianista Rieko Miyoshi, a quien se le conoce más por su nombre artístico de Kotringo.
La sinopsis para esta obra es la siguiente: Ryou Machiko es una chica que desde pequeña le a interesado cocinar bien y ser responsable con su hogar, siguiendo los pasos de la abuela que la crio mientras sus padres trabajan en el extranjero. Ambas habilidades le permiten vivir aparentemente bien sus días estudiando arte, pero en una casa solitaria tras la muerte de su abuela los platillos de los que estaba orgullosa dejaron de tener un buen sabor para ella. Sin embargo iniciando un nuevo año escolar las cosas comienzan a cambiar, cuando su prima lejana Kirin Morino venga de visita cada semana para asistir a clases especiales y el hecho de compartir la mesa con otra persona, vuelva a recordarle lo que puede significar un acto tan cotidiano para muchos como preparar y consumir alimentos.
En general estamos ante una historia sencilla sin grandes giros de guion o sorpresas, con un reparto de personajes mínimo que bien puedes contar con los dedos de tus manos, donde mezclando algo de drama introspectivo, algo de comedia tranquila y unas piscas de sensualidad (al comer) cada tanto, presenta una experiencia relajante que no deja grandes impresiones. No estamos ante una enorme producción de esas que se deben ver si o si por el mero espectaculo, ni tampoco estamos frente a una montaña rusa de emociones, incluso no es una serie que busque presentar de forma realista lo que es cocinar, por lo que entiendo que para muchos resultara en una serie bastante olvidable, pero llevando desde su primer minuto el ideal del como compartir alimentos con otros nos acerca a esas personas y como las intenciones de hacer felices a otros son el mejor sazón, nos encontramos con una sutil y relajante experiencia mas personal en lo que quiere ofrecer. Contenida esta serie en donde estrictamente "nada pasa", equilibra el melodrama que Mari Okada nos representa con melancolía, con la diversión de las protagonistas pasando tiempo como amigas, esta es una obra que se prepara a fuego lento, con un cuidado en sus pequeños detalles entre las interacciones de sus personajes para entregar algo relajante al final de todo, no habrá grandes carcajadas o terminar en un mar de lagrimas, pero si estas dispuesto a aceptar sus pequeñas ambiciones esta es una serie funcional, brillando mas cuando todas interactuan juntas.
En lo que respecta a elementos visuales, incluso para ser una serie estrenada en un punto donde considero que Shaft se había estancado tras unos gloriosos años experimentales, su expresivo trabajo en arte es tan presente como en sus años dorados. Juegos de cámara con perspectivas especiales, luces y sombras creando efectos especiales, usuales poses quiebra cuellos, y cada tanto surreal imaginaria sobre los alimentos presentados en el show, aunque lo mas recordado del show bien vienen a ser las secuencias en donde las protagonistas degustan los platillos, cambiando en cierta medida el estilo de dibujo y coloreo con tal de presentar un acercamiento a los labios que bien podrías esperar ver en shows un poco mas subidos de tono, aunque el fanservice presente aquí es mas implícito al no tener verdaderamente nada demasiado obvio en la pantalla. En lo que respecta a la cocina, no es estrictamente realista en lo que anima y en ocasiones lo brillante de la misma la hace parecer de plástico, pero cuando funciona esta animado de manera que puede abrir el apetito.
Ya en lo que respecta a la banda sonora estamos ante un trabajo más que funcional aun si es modesto, que con una orquestalización de cuerdas y vientos sutiles logra capturar una sensación tranquila pero mágica acorde a los ideales de esta obra que quiere hablar de las emociones tras los bocadillos, contando con temas como Ippon Yozakura Tamagoyaki como claros ejemplos de esto. Admito que no es una musicalización que recuerde bien una vez el episodio acaba, pero no deja de ser inmersiva durante los 20 minutos de cada episodio, aunque cabe advertir que de todas las melodías en este show existe una que se queda grabada en tus memorias simplemente por lo pegajosa que es, decir que Taberu o la canción de las preview es pegajosa es subestimarla. El opening es el tema "Shiawase ni Tsuite Watashi ga Shitteiru Itsutsu no Houhou" interpretado por la cantante Maaya Sakamoto que captura tanto el drama como la fantasía presente en el anime, mientras el ending es el tema "Egao ni Naru" interpretado por el dúo de Rina Satou y Asuka Oogame quienes dan sus voces a las dos principales protagonistas compartiendo su amor por la comida.
Honestamente con los años que han pasado entre su estreno y el que por fin la viera no me he perdido de nada por ignorarla, pero tampoco he perdido el tiempo viendo sus episodios. Es una recomendación para el nicho de la gente buscando un show relajante sin mas, que eso es todo lo que ofrece y encontraran en este show sobre la amistad y compartir junto a un buen plato de comida. Sencilla al punto de que el tema principal de la serie se ve desde los primeros minutos bien puede ser demasiado simple para quien busca algo mas inteligente y no pasa nada realmente impactante para gustar a quien persigue emociones fuertes, pero para fans del slice of life no es una mala serie que tener en mente como recomendación. Ya para fans de Shaft no estará entre sus grandes títulos, pero tampoco es el fondo del barril.
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