Reseña: Spirit Circle.

Esta es la segunda vez en que decido escribir sobre un manga de Satoshi Mizukami y sigue sorprendiéndome que sea un autor tan poco reconocido. Aunque puedo comprender fácilmente por que sus trabajos no son del gusto del publico estándar, ya que es alguien que busca hacer mas que centrarse solo en los combates espectaculares y la acción vacía, si no que disfruta en desarrollar a sus personajes con distintos matices, trasmitiendo varios mensajes en el camino.

En datos técnicos Spirit Circle es un manga con un total de 6 volúmenes (45 capítulos) escritos e ilustrados por Satoshi Mizukami, iniciando su publicación en el 2012 y finalizando este 2016. No se encuentran hasta este momento ediciones en español o alguna traducción completa, por lo que para leerla se debe usar la versión en ingles.

La historia nos presenta a Fuuta Okeya un joven normal de 14 años con la habilidad de ver algo similar a espíritus y tener una extraña marca de nacimiento. No obstante cuando llega una nueva estudiante de nombre Kouko, esta es especialmente hostil con el, esto debido a la marca de nacimiento de Fuuta, una marca que representa los pecados de diferentes vidas pasadas, en donde al parecer ambos siempre han terminado enfrentados.

A diferencia de Hoshi no Samidare el anterior manga de Satoshi Mizukami que reseñe hace tiempo, en donde todo se trataba de una metáfora sobre madurar y que es la adultez todo camuflado como un shonen con elementos exagerados, este es un trabajo que muestra de una manera agridulce y contemplativa el como Fuuta crece al poder observar cada una de sus vidas pasadas y como esta se desenvolvía con el ambiente en el que le toco vivir, ademas de ver que es lo que lo relaciona con Kouko.

Cada una de estas vidas es una historia por si misma, pero poco a poco van dando forma y trasfondo a lo que en inicio puede parecer un blando desarrollo, ya que incluso una pequeña acción en una vida puede terminar afectando a muchas personas en mas de una forma.

No obstante puede que su ciencia ficción y narrativa tengan sus momentos de pequeños agujeros argumentales y Deus ex machina, sin embargo estos no afectan realmente lo ameno de la lectura, especialmente debido a detalles como el estrés que sufre el protagonista al ser capaz de ver sus vidas pasadas. con momentos emocionales, algunas cuantas bromas de cuarta pared y unos mensajes interesantes sobre el que son las cosas importantes en la vida de cada persona, sus problemas y sus diferentes formas de ver el mundo.

El arte de Mizukami es su punto mas débil, en especial en lo que se refiere al dibujar fondos y escenarios, los cuales apenas son capaces de ser llamados funcionales pero sin encanto. Por su parte el diseño de los personajes ya mejora un poco, siendo estos fáciles de diferenciar entre si y logran trasmitir bien las emociones tras cada panel. No es un estilo de dibujo llamativo, pero resulta ser bastante característico de Mizukami.

A final de cuentas esta es una lectura que aprovecha su tono contemplativo y agridulce (con un final bastante agradable) para ser una experiencia bastante emocional, lo cual puede o no funcionar dependiendo del lector, sin embargo aunque no logro afectarme de manera emocional me resulto una lectura atrapante al punto de que estuve varias horas seguidas leyéndolo solo para saber que seguía.

Esta lejos de que la considere una perdida de tiempo, resultando en una lectura que puedo recomendar ampliamente para cualquier persona que busque algo diferente. La mayor traba para leerla actualmente es el hecho de que solo se encuentra completa en ingles, pero si tienen un buen manejo del idioma deberían darle una oportunidad.